(CNN) – El futbolista francés Aurélien Tchouaméni guardó en su teléfono la frase “apunta a la nube más alta”, que sacó de un libro sobre el legado de los All Blacks de Nueva Zelandia.
Le sirve como recordatorio en su joven carrera futbolística para “levantarse cada día y ser mejor que ayer”.
Y mientras siguen circulando informes sobre el club en el que jugará la próxima temporada, al astro del AS Monaco le ayuda a mantenerse centrado en su propio desarrollo.
“Soy una persona ambiciosa. Cada vez que hago algo (…) solo quiero ganar”, dice Tchouaméni en una entrevista exclusiva a CNN Sport. “Si quiero ser grande, tengo que adaptarme para encontrar algunas cosas que me permitan crecer como jugador”.
Tchouaméni, que cumplió 22 a principios de este año, parece tener la grandeza al alcance de la mano al haberse consolidado como uno de los mejores centrocampistas del fútbol europeo.
Es un jugador “box-to-box” valioso en ataque y en defensa, que ha sido fundamental para el Monaco desde que llegó procedente del Burdeos hace dos años.
Esta semana fue incluido en el equipo de la temporada del diario francés L’Equipe y considerado el tercer mejor jugador de la liga, por detrás de Kylian Mbappé, del Paris Saint-Germain, y Martin Terrier, del Rennes.
El desempeño de Tchouaméni en el Monaco le ha convertido en uno de los jugadores más cotizados de Europa, y se dice que el Real Madrid y el Liverpool están interesados en hacerse con sus servicios de cara a la próxima temporada.
“Me gustan las dos cosas: puedo ver los partidos españoles y los ingleses”, dice. “Es diferente jugar en España y es diferente jugar en Inglaterra, pero al final, para mí, es solo una cuestión de adaptación”.
Durante la campaña de la Ligue 1, que finalizó recientemente, el talento de Tchouaméni fue clave para que el Monaco casi se clasificara automáticamente para la Liga de Campeones de la próxima temporada.
Sin embargo, un empate de último minuto del Lens en el partido final del Monaco hizo que el club terminara tercero en la liga, por detrás del Marsella, y se quedara a las puertas de la Liga de Campeones, aunque todavía es posible que llegue por la fase de clasificación.
El Monaco se ha ganado la reputación de formar a algunos de los mejores jugadores jóvenes del fútbol europeo. Jugadores como Mbappé y Bernardo Silva, del Manchester City, comenzaron sus carreras en la Riviera francesa.
Antes de ellos, los exinternacionales franceses David Trezeguet, Thierry Henry y Emmanuel Petit pasaron por el Monaco. Estos son los jugadores que atrajeron a Tchouaméni al club en primer lugar.
“Intenté encontrar muchos jugadores que llegaron aquí jóvenes y que luego han crecido, y que podrían jugar en un club más grande al final de su trayectoria aquí en Monaco”, dice.
El trabajo de Tchouaméni para “acoger las expectativas”
En un intento por desarrollarse como jugador y maximizar su potencial, Tchouaméni dice que ha hecho una serie de cambios en su vida diaria: ha contratado a un chef personal y a un fisioterapeuta para poder comer y recuperarse mejor en casa, y habla regularmente con un coach mental para mejorar el aspecto psicológico de su juego.
También se ha apoyado en la experiencia de su compañero de equipo centrocampista Cesc Fábregas, que lleva cerca de 20 años jugando en los mejores clubes de Europa.
“Es una leyenda del fútbol, así que cuando llegué aquí, mi primera idea fue hacerle muchas preguntas: sus movimientos, cómo pasa la pelota”, dice Tchouaméni.
“Para mí es fácil porque tengo a uno de los mejores centrocampistas del fútbol, me ayuda mucho (…) Aquí tengo todo para desarrollarme y crecer como jugador”.
El ascenso de Tchouaméni en el Burdeos y el Monaco también ha venido acompañado de desafíos.
Dice que, en el primer año de su carrera profesional, le resultó difícil ignorar los comentarios despectivos en las redes sociales sobre su rendimiento en el campo.
“Cuando tenía 18 años y jugaba mal un partido, mucha gente decía ‘no eres capaz de jugar en esta liga’ o ‘no tienes el nivel para ser bueno’”, cuenta.
“Y yo decía: ‘Vale, quizá estén equivocados o quizá no’. Es difícil pensar en eso porque eres muy joven, pero tienes que afrontarlo.
“Por eso trabajo con (un psicólogo deportivo) y me permite acoger las expectativas y saber que, digan lo que digan, yo sigo haciendo lo mío”.
Tchouaméni, de ascendencia camerunesa pero que representó a Francia durante toda su carrera juvenil, debutó como internacional el año pasado.
Marcó su primer gol con la selección francesa en la victoria por 2-1 contra Costa de Marfil en marzo, y a finales de este año espera debutar en la Copa Mundial cuando Francia defienda su condición de campeona del mundo en Qatar.
“Puedes preguntarle a todos en nuestro equipo. Nadie quiere ir al Mundial para decir ‘Quiero estar en los cuartos de final, está bien, y quizás en las semifinales, está bien’”, dice Tchouaméni.
“No, todo el mundo quiere ganar (…). Va a ser nuestro objetivo”.
Si llega al Mundial, su adagio favorito pasará sin duda por su mente: apuntar a la nube más alta.