Nueva York (CNN Business) – Jamie Dimon no es meteorólogo, pero el CEO de JPMorgan Chase predice un “huracán” económico generado por la guerra en Ucrania, las presiones por el incremento de la inflación y los aumentos de las tasas de interés de la Reserva Federal.
“En este momento las cosas están algo soleadas, van bien. Todos creen que la Fed puede con esto”, dijo Dimon en una conferencia en Bernstein. “Ese huracán está ahí fuera, viniendo hacia nosotros”.
“No sabemos si es uno menor o la supertormenta Sandy. Será mejor que se preparen”, dijo Dimon, y añadió que JPMorgan Chase se está preparando para un “entorno no benigno” y “malos resultados”.
Dimon dijo que la economía está “distorsionada” por la inflación. También le preocupa que la Fed esté empezando a deshacer su cartera de bonos, un proceso conocido como endurecimiento cuantitativo, al mismo tiempo que sube las tasas de interés. Eso es algo para lo que el mercado no está preparado, dijo Dimon, añadiendo que la gente estará “escribiendo sobre [esto] en los libros de historia durante 50 años”.
Pero la Fed está en un aprieto. Dimon dijo que el banco central debe subir las tasas debido al aumento de los precios de la vivienda y otras presiones inflacionistas. Subrayó que sigue pensando que el sistema bancario de EE.UU. está en “gran forma” y puede soportar estos desafíos.
Dimon también dijo que JPMorgan Chase va a hacer todo lo posible por atraer talento para mantenerse en la cima del mundo financiero. El CEO afirmó que el banco será “religioso” a la hora de pagar bien para retener a sus mejores trabajadores.
La perspectiva más cautelosa de Dimon se produce solo unos días después de que sonara un poco más optimista sobre lo que se avecina para los mercados y la economía.
En su intervención en una reunión de analistas a finales de mayo, Dimon dijo que había “grandes nubes de tormenta” en el horizonte para la economía, pero expresó su esperanza de que puedan “disiparse”.
“Si fuera un huracán, se lo diría”, dijo Dimon en la reunión de analistas, y añadió que las condiciones actuales tampoco son como el “tsunami” al que se enfrentaron los bancos en 2007 y 2008, cuando el mercado hipotecario se derrumbó y varias grandes instituciones financieras se hundieron.
Puede que Dimon no esté prediciendo un tsunami todavía. Pero un huracán es bastante malo, y ciertamente más dañino que una tormenta cualquiera. Dimon dijo que también está preocupado por el conflicto en Ucrania y el impacto que tendrá en los precios del petróleo, y predijo este miércoles que es posible que los precios del crudo lleguen a subir hasta US$ 150 o US$ 175 por barril.
“Las guerras van mal. Fracasan. Tienen consecuencias imprevistas”, dijo, y añadió que este conflicto seguirá agitando los mercados de materias primas de todo el mundo, afectando a los precios del petróleo, el gas y el trigo.