Londres (CNN Business) – Los temores sobre la posibilidad de que Estados Unidos caiga en una recesión dominan las conversaciones entre los inversores y suponen un riesgo para el gobierno de Biden de cara a las elecciones intermedias de este otoño boreal.
Mientras tanto, la economía estadounidense sigue funcionando, aunque hay indicios de que está perdiendo velocidad.
Esto plantea nuevos retos para las empresas y los trabajadores. Pero podría ayudar a la Reserva Federal a medio plazo, en su intento de reducir el apoyo a la economía de la época de la pandemia y de controlar la inflación sin generar un shock.
He aquí tres indicadores de que el motor económico de Estados Unidos se está enfriando en comparación con el período frenético que siguió al levantamiento de los confinamientos por el coronavirus.
1. El mercado laboral: el informe sobre el empleo en EE.UU. correspondiente a mayo mostró este viernes que se añadieron 390.000 empleos el mes pasado. Es una cifra fuerte y superior a la esperada, pero inferior a los 428.000 de abril.
Durante gran parte del año pasado, se han añadido entre 450.000 y 650.000 empleos cada mes.
2. El mercado de la vivienda: los costos de los préstamos se han disparado como consecuencia de la decisión de la Reserva Federal de empezar a subir las tasas de interés. Una hipoteca de tipo fijo a 30 años alcanzó una media del 5,09% en la semana que terminó el 2 de junio, frente al 2,99% del mismo periodo del año pasado.
Esto está sacando del mercado a algunos posibles compradores de viviendas, lo que ayuda a aliviar la fuerte demanda. Las ventas de viviendas existentes en Estados Unidos cayeron por tercer mes consecutivo en abril.
3. El “Libro Beige”: el estudio más reciente de la Reserva Federal sobre las condiciones económicas publicado esta semana, conocido como el “Libro Beige”, mostró que los 12 distritos del país experimentaron un crecimiento, pero el impacto de las condiciones financieras más ajustadas estaba empezando a hacerse evidente.
“Los contactos del sector minorista observaron cierta moderación, a medida que los consumidores se enfrentaron a precios más elevados, y los contactos del sector inmobiliario residencial observaron debilidad, ya que los compradores se enfrentaron a precios elevados y a tasas de interés crecientes”, señala el informe.
Ocho distritos informaron que “las expectativas de crecimiento futuro entre sus contactos habían disminuido”, mientras que los contactos de tres distritos “expresaron específicamente su preocupación por una recesión”.
Sin embargo, los datos son confusos. Los economistas de Citigroup creen que un retroceso en la contratación puede no ser una señal tangible de que la economía está recuperando un ritmo más normal, por ejemplo.
“Aunque esta desaceleración podría ser una señal positiva para la Reserva Federal de que la demanda de trabajadores se está relajando, a corto plazo esperaríamos que un ritmo más suave de crecimiento del empleo reflejara más bien las limitaciones causadas por la escasez de trabajadores”, dijeron en una nota de investigación publicada esta semana. En abril había 11,4 millones de vacantes en Estados Unidos.
Además, si bien la venta de viviendas ha disminuido, los precios siguen subiendo. El precio medio de una vivienda en abril fue un récord de US$ 391.200, con un aumento del 14,8% respecto a hace un año, según un informe de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios.
Esto significa que, en última instancia, es demasiado pronto para decir si el plan de la Reserva Federal para diseñar un “aterrizaje suave” para la economía está funcionando, y que los inversores harían bien en seguir procediendo con cautela.