(CNN) – Los votantes de dos de las ciudades más progresistas en California enviaron este martes un claro mensaje a los demócratas: quieren que sus líderes vuelvan a centrarse en las funciones más básicas del Gobierno, garantizando su seguridad, protegiendo su calidad de vida y restableciendo el orden.
Desde hace meses, los votantes en San Francisco y Los Ángeles han estado expresando su preocupación por el hecho de que la vida cotidiana en sus ciudades parece estar fuera de control. Los residentes de San Francisco han tenido que hacer frente a un aumento de los robos y hurtos de coches, así como a una alarmante oleada de delitos de odio dirigidos contra los estadounidenses de ascendencia asiática. Los residentes de Los Ángeles han sido testigos de un fuerte aumento de los delitos violentos, mientras que los dirigentes de la ciudad han tenido que lidiar con una crisis de las personas sin hogar que ha provocado la proliferación de tiendas de campaña y basura en parques, aceras y espacios públicos, al tiempo que se ha puesto de manifiesto una emergencia de salud mental no tratada en sus calles.
El martes, los votantes de San Francisco dejaron constancia de sus preocupaciones al destituir al fiscal del distrito, Chesa Boudin, por considerar que estaba promoviendo políticas progresistas como defensor nacional de la reforma de la justicia penal a costa de su seguridad. Fue una medida que señaló hasta qué punto el péndulo político ha oscilado desde el ciclo electoral de 2020, cuando muchos votantes demócratas citaron la responsabilidad policial y la revisión de la justicia penal entre sus principales preocupaciones, un debate que alcanzó un pico tras el homicidio de George Floyd a manos de agentes de la Policía en Minneapolis.
En la misma noche, los votantes de la ciudad de Los Ángeles, abrumadoramente progresista, mostraron su descontento con la gestión demócrata de la delincuencia y la falta de vivienda, y llevaron al magnate multimillonario de los centros comerciales Rick Caruso, un exrepublicano que se hizo demócrata a principios de este año, a una segunda vuelta para sustituir al alcalde Eric Garcetti, cuyo mandato está limitado.
La congresista Karen Bass, quien lleva seis mandatos en el cargo, era considerada la favorita en la carrera por la alcaldía, pero Caruso logró superarla inesperadamente gastando US$ 40 millones para impulsar el argumento de que los líderes de la ciudad no han logrado mantener la seguridad de la gente y han demostrado ser ineptos en la búsqueda de soluciones para albergar a unas 41.000 personas que viven en las calles.
Bass, una demócrata que dirigió las negociaciones de la Cámara de Representantes sobre la legislación para aumentar la responsabilidad de la policía tras la muerte de Floyd, ha prometido hacer de la seguridad pública una prioridad. Se comprometió a restablecer el Departamento de Policía de Los Ángeles a su fuerza autorizada de 9.700 agentes, en parte mediante la contratación de más civiles para liberar a 250 agentes para que vuelvan a patrullar las calles. Pero no ha ido tan lejos como Caruso, que ha prometido contratar a 1.500 agentes más y a unos 500 trabajadores de la limpieza de las calles, propuestas que, según sus críticos, la ciudad no puede permitirse.
Desde hace meses, los vientos cruzados a los que se enfrentan los demócratas a nivel nacional en su lucha por encontrar un mensaje eficaz sobre la delincuencia y la inflación se han hecho patentes en las elecciones de California, donde los demócratas ocupan actualmente todos los cargos estatales y dominan la delegación del Congreso.
El nuevo mapa elaborado por la comisión no partidista de redistribución de distritos el año pasado dio lugar a diez elecciones competitivas a la Cámara de Representantes en California, en las que los demócratas se mostraron optimistas sobre la posibilidad de ganar.
Pero esas ambiciones se han visto atenuadas por el hecho de que los votantes se enfrentan a los precios de la gasolina más elevados del país, están preocupados por el aumento de los delitos violentos y frustrados por el hecho de que no ven ninguna mejora en la situación de las personas sin hogar, a pesar de que se destinan miles de millones de dólares a la construcción de viviendas y refugios. Todos estos problemas han aflorado en las reñidas elecciones del estado, envalentonando a los republicanos, que están promoviendo la idea de que las políticas demócratas están conduciendo al caos.
La baja participación en las elecciones del martes en California y Nueva Jersey es otra señal de que los demócratas no están logrando convocar a sus votantes en estados que serán clave para sus esperanzas de mantener el control del Congreso.
A pesar de las elecciones competitivas a la Cámara de Representantes –en las que los dos más votados, independientemente del partido, pasarán a las elecciones generales–, solo el 19% de las papeletas de California habían sido devueltas hasta el martes, a pesar de que fueron enviadas por correo a casi 22 millones de votantes hace semanas, según los datos de seguimiento de las papeletas de la empresa californiana Political Data Intelligence.
Los votantes también votaron el martes en Iowa, Mississippi, Montana, Nuevo México y Dakota del Sur en unas primarias que ofrecieron una ventana a la intención de los votantes de culpar al partido en el poder por su insatisfacción sobre el estado de la economía y del país.
Varios republicanos que ocupan cargos en California tuvieron que enfrentarse a competidores en elecciones mientras las diversas facciones del Partido Republicano continúan luchando por el dominio. El representante David Valadao, uno de los diez miembros del Partido Republicano que apoyó la destitución de Trump en 2021, tuvo que competir por el control de su escaño en el distrito de Valle Central, de tendencia demócrata (el nuevo Distrito 22). El exconcejal de Fresno, Chris Mathys, dijo que decidió postularse contra él debido al voto de destitución de Valadao, pero Trump no se ha involucrado en la carrera.
La representante republicana Young Kim se enfrentó a una fuerte competencia en el recién delineado Distrito 40 en el condado de Orange, por parte del veterano de la Marina, Greg Raths, otro leal a Trump.
Por otro lado, los demócratas esperan utilizar los vínculos del representante republicano Mike García con Trump en su contra en el Distrito 27 de California, después de que la redistribución de los distritos hiciera que su escaño en el norte del condado de Los Ángeles fuera más demócrata (García votó en contra de certificar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en Arizona y Pensilvania). La exasambleísta estatal Christy Smith, demócrata, pasará a una segunda vuelta en el distrito con García, según proyecciones de CNN.
Los demócratas de Iowa dieron una sorpresa el martes por la noche al rechazar a una antigua estrella del partido, la excongresista Abby Finkenauer, en su intento de enfrentarse al veterano senador republicano, Chuck Grassley, en noviembre.
Tras el reciente error de Finkenauer, que estuvo a punto de no poder presentarse a las elecciones cuando un juez consideró que no cumplía los requisitos de firmas, así como su derrota hace dos años ante la representante republicana Ashley Hinson, los demócratas en Iowa tomaron un camino diferente. Eligieron al almirante retirado de la Marina Mike Franken para enfrentarse a Grassley, el republicano con más años de servicio en el Senado de EE.UU., que ganará las primarias de su partido en busca de un octavo mandato, según CNN.
Finkenauer sirvió durante un mandato en el Congreso después de ganar un distrito en 2018, que había apoyado al presidente Donald Trump dos años antes. En ese momento, fue la segunda mujer más joven elegida para el Congreso, con 29 años.
En el resto de Iowa, una de las contiendas más competitivas es la del tercer distrito, donde la representante Cindy Axne, la única demócrata de la delegación del Congreso. CNN pronosticó que el senador estatal Zach Nunn, un veterano de la Fuerza Aérea, ganará las primarias republicanas en el distrito del área de Des Moines.
Las otras dos elecciones competitivas de la Cámara de Representantes en Iowa están establecidas. La representante republicana Mariannette Miller-Meeks se enfrentará a la representante estatal demócrata Christina Bohannan en el nuevo Distrito 1. En el Distrito 2, Hinson se enfrentará a la senadora estatal demócrata, Liz Mathis, que también es una antigua presentadora de noticias de la televisión local.
También hubo varias elecciones al Congreso de alto perfil en Nueva Jersey. En el Distrito 7 del estado, un campo de batalla que se volvió más republicano en la redistribución de distritos, CNN proyectó victorias para el representante demócrata Tom Malinowski y el republicano Tom Kean Jr.
En el Distrito 8, en el norte de Nueva Jersey, el demócrata Rob Menéndez Jr, hijo del senador de Nueva Jersey, Bob Menéndez, ganará las primarias demócratas, según proyecta CNN, ya que se presenta para ocupar el escaño del representante demócrata retirado Albio Sires.
El representante republicano Chris Smith, que votó a favor del proyecto de ley bipartidista de infraestructuras, se defendió de una serie de contrincantes en las primarias del Distrito 4, en el centro de Nueva Jersey, incluido Mike Crispi, un presentador de programas de entrevistas respaldado por aliados de Trump, como Roger Stone y Rudy Giuliani.
En Montana, Trump respaldó a su exsecretario del Interior Ryan Zinke –a pesar de su historial de controversias– en su intento de volver al Congreso. El estado ganó un segundo escaño en el Congreso tras los resultados del censo de 2020. Zinke se enfrentó a otros cuatro candidatos en las primarias del Partido Republicano, entre ellos el exsenador estatal Al Olszewski y la pastora Mary Todd, mientras se arremolinan las preguntas sobre la residencia de Zinke.
En Dakota del Sur, el representante Dusty Johnson ganará las primarias del Partido Republicano para el único escaño del estado en el Congreso, según las previsiones de CNN. Se enfrentó a un desafío primario después de votar para certificar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020. CNN también pronosticó que la gobernadora del Partido Republicano de Dakota del Sur, Kristi Noem, una posible aspirante para 2024, derrotará a su contrincante en las primarias, el representante estatal Steven Haugaard, quien la había acusado de ser insuficientemente conservadora y de pasar demasiado tiempo como gobernadora atendiendo a sus ambiciones de un cargo más alto.