(CNN) – El rover Perseverance se hizo amigo de una roca hace unos cuatro meses, y desde entonces son inseparables.
Una roca se introdujo en la rueda delantera izquierda del rover a principios de febrero, mientras recorría el planeta rojo, según la cámara izquierda de prevención de riesgos del Perseverance.
En cuatro meses, la roca ha recorrido más de 8,5 kilómetros por el accidentado terreno. Se unió a la misión durante la campaña de exploración del cráter Jezero, el lugar de un antiguo lago y delta fluvial, en el que los científicos de la NASA estudiaron las rocas de una formación a la que el equipo se refiere como “Máaz”.
La roca acompañó a Perseverance hacia el norte, hasta la plataforma de aterrizaje Octavia E. Butler, antes de girar hacia el oeste, hacia los restos de un delta que los científicos llaman “Kodiak”, y luego hacia el delta occidental de Jezero.
El objetivo actual del rover de Marte es perforar núcleos y examinar las rocas sedimentarias alrededor de la zona del delta. Estas rocas se crearon hace miles de millones de años, cuando había agua en la zona, según la NASA.
La roca mascota de Perseverance, que se mueve en la rueda del vehículo, no afecta a las operaciones y está por ver cuánto tiempo se quedará el nuevo amigo del explorador robótico.
Si la roca se cae y se despide del rover, estará lejos de casa, rodeada de rocas extrañas y desconocidas.
Las rocas mascota de Spirit y Curiosity
El Curiosity no es el primer rover de Marte que adopta una roca como mascota.
El rover Spirit, que estuvo activo de 2004 a 2010, tuvo una roca del tamaño de una papa en su rueda trasera derecha al principio de su viaje. La piedra bloqueó la rueda, por lo que los científicos de la NASA tuvieron que destrabarla.
El rover Curiosity no es ajeno a las rocas que buscan un aventón y ha tenido varias piedras alojadas en su rueda delantera derecha durante semanas. El rover comenzó a vagar por el planeta rojo a mediados de 2012 y todavía está en operación.