(CNN) — El presidente Joe Biden visitará Arabia Saudita a mediados de julio, anunció la Casa Blanca este martes, en un movimiento de política exterior que termina de revertir su promesa de campaña de convertir al reino en un “paria”.

El viaje también incluirá la primera escala en Israel de Biden como presidente, así como una visita a la Ribera Occidental. La visita culminará con una importante reunión de líderes regionales en Yeda, ciudad portuaria de Arabia Saudita, donde se espera que Biden participe de alguna manera con el príncipe heredero Mohammed bin Salman.

“El presidente espera plantear su visión afirmativa del compromiso de Estados Unidos en la región durante los próximos meses y años”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en el comunicado que anunció la visita. “El presidente agradece el liderazgo del rey Salman y su invitación. Espera con anhelo esta importante visita a Arabia Saudita, que ha sido un socio estratégico de Estados Unidos durante casi ocho décadas”, añadió el pronunciamiento.

La planeación del viaje se ha extendido durante meses, pues los funcionarios estadounidenses debieron consultar con sus homólogos de Arabia Saudita e Israel las condiciones de la visita. Inicialmente propuesto para finales de junio, el viaje se retrasó dos semanas para que no coincidiera con la visita programada a Europa por las cumbres del G7 y la OTAN. La Casa Blanca se había negado a confirmar que el viaje se realizaría, incluso cuando mencionó que se estaba planeando.

“Estamos en un punto en el que sentimos que esto se conformó de una manera muy constructiva para todos los involucrados y el presidente lo espera ansiosamente”, dijo un alto funcionario del gobierno a periodistas en la noche de este lunes.

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Biden se “encontrará” con el príncipe heredero Mohammed bin Salman

En Israel, Biden planea reunirse con los líderes del país, aunque el primer ministro Naftali Bennett advirtió que su frágil coalición de gobierno podría estar al borde del colapso. El mandatario estadounidense también observará sistemas defensivos que proporcionó su país y se reunirá con atletas que participarán un evento deportivo judío internacional. Además se reunirá con el presidente del Gobierno autónomo palestino, Mahmoud Abbas ––probablemente en la ciudad de Belén, en la Ribera Occidental–– para discutir las perspectivas de reiniciar las conversaciones de paz.

El Air Force One volará directamente de Israel a Yeda, lo que de por sí implica una señal de relaciones más cálidas dentro una región donde las prohibiciones de viajes directos alguna vez fueron una extensión de la profunda enemistad entre Israel y sus vecinos árabes. En Yeda, Biden participará en una cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo, al que integran las monarquías de la región, además de Egipto, Jordania e Iraq.

El hecho de que las reuniones se realicen en Yeda, y no en la capital Riad, podría considerarse simbólicamente como que tienen un nivel menor al de una “visita de estado” oficial. El último presidente de Estados Unidos que visitó Yeda, la segunda ciudad y centro comercial más grande del reino, fue el presidente George H.W. Bush en 1990.

Aún así, un alto funcionario del gobierno indicó que se espera que Biden “se encuentre” con el poderoso Mohammed bin Salman como parte de su compromiso con los líderes de Arabia Saudita. Pero no está claro si eso significa una reunión específica entre los dos o algo menos formal.

El anuncio de Arabia Saudita sobre la visita fue más explícito. “El príncipe heredero y el presidente Biden sostendrán conversaciones oficiales que se centrarán en varias áreas de cooperación bilateral”, se lee en el comunicado.

La renuencia inicial

Funcionarios señalaron que Biden aprobó el viaje tras una renuencia inicial por la perspectiva de tener que retractarse de su promesa de hacer que Arabia Saudita pagara el precio de su papel en el espeluznante asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi en 2018. Algunos de los aliados del presidente en el Congreso criticaron un viaje y, en específico, una reunión con el príncipe Mohammed, el gobernante diario del reino.

Biden estuvo reacio a comprometerse con el príncipe Mohammed, y al principio de su mandato decidió que solo hablaría con el padre del príncipe heredero, el rey Salman, que tiene 86 años y su salud es delicada. La Casa Blanca dijo en febrero de 2021 que Biden buscaba “recalibrar” las relaciones con Riad, incluso evitando al príncipe heredero, a quien las agencias de inteligencia estadounidenses consideran responsable del asesinato de Khashoggi.

Pero la invasión de Rusia a Ucrania, un aumento global en los precios de la energía y la creciente amenaza nuclear de Irán alteraron los cálculos globales. Y ahora Biden determinó que es necesario fortalecer los lazos con un socio de EE.UU. de larga data en el Medio Oriente.

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“En el fondo, el presidente cree firmemente durante este momento específico del mundo ––con intereses en juego para Estados Unidos y el pueblo estadounidense–– en visitar Arabia Saudita para una cumbre de líderes de toda la región de Medio Oriente y en que discutir cara a cara con esos líderes, incluidos los saudíes, la forma en que avanzamos como socios es lo más inteligente que se puede hacer en el momento adecuado y ofrece la oportunidad de obtener ganancias significativas”, dijo el alto funcionario del gobierno.

Biden dice que la visita a Arabia Saudita no está relacionada con la gasolina

Los altísimos precios de la gasolina, que alcanzaron el promedio nacional de US$ 5 por galón durante el fin de semana, han golpeado la Casa Blanca y representan una gran responsabilidad política para Biden. Si bien la OPEP+ anunció planes este mes para aumentar modestamente la producción, la medida solo tendrá un efecto limitado en los costos del combustible en Estados Unidos.

En conversación con periodistas este fin de semana, Biden insistió en que la visita no estaba relacionada a los precios mundiales de la energía. A pesar de que Estados Unidos ha presionado al colectivo de OPEP+, que lidera Arabia Saudita, para que aumente la producción de petróleo a medida que el precio de la gasolina se dispara.

“Los compromisos de los saudíes no se relacionan con nada que tenga que ver con la energía”, dijo. “Se trata de una reunión más grande que se lleva a cabo en Arabia Saudita. Esa es la razón por la que voy. Y tiene que ver con la seguridad nacional para ellos, para los israelíes”, añadió.

El gobierno de Biden, bajo el liderazgo del coordinador de Medio Oriente de la Casa Blanca Brett McGurk, ha trabajado con Israel y Arabia Saudita para negociar acuerdos económicos y de seguridad, mientras los dos países hacen esfuerzos por descongelar sus lazos. Arabia Saudita no reconoce oficialmente a Israel y las naciones no tienen relaciones diplomáticas oficiales.

Los acuerdos permitirían que los vuelos comerciales desde Israel sobrevuelen el espacio de Arabia Saudita. Otro acuerdo podría resolver un problema en curso sobre dos islas ubicadas estratégicamente en el Mar Rojo, transfiriéndolas al control de Arabia Saudita.

Estados Unidos también ha trabajado con Arabia Saudita para extender un alto el fuego en Yemen, donde durante años se ha librado una guerra liderada por el reino. En una declaración posterior a la extensión de la tregua, Biden elogió el “liderazgo valiente” de Riad.

Las críticas al viaje de Biden a Arabia Saudita

Incluso antes de que se anunciara formalmente, el viaje de Biden ya estaba bajo escrutinio de algunos demócratas y defensores de los derechos humanos.

“Tengo sentimientos encontrados sobre esto. Y si el presidente me llamara, diría: ‘Señor presidente, no puede confiar en esta gente. Sus estándares no son nuestros estándares, sus valores no son los nuestros’”, dijo el senador Dick Durbin, demócrata de Illinois, el martes en CNN.

La prometida de Khashoggi, Hatice Cengiz, acusó a Biden de perder el norte moral cuando se conoció sobre el viaje.

“La decisión del presidente Biden de reunirse con MBS es terriblemente molesta para mí y para los partidarios de la libertad y la justicia en todas partes”, dijo en un comunicado a CNN la semana pasada.

Los funcionarios dijeron que los derechos humanos son un asunto constante en todas las conversaciones diplomáticas de Biden, incluso con Arabia Saudita.

“Muchas de estas conversaciones las mantenemos a puerta cerrada”, dijo el alto funcionario del gobierno.