(CNN) – La comisión selecta de la Cámara de Representantes que investiga la insurrección en el Capitolio detalló este jueves cómo el expresidente Donald Trump trató de presionar a su vicepresidente para que se uniera a su plan para anular las elecciones presidenciales y cómo la negativa de Mike Pence puso su vida en peligro cuando los agitadores llamaron a que se lo ahorcara el 6 de enero de 2021.
En la audiencia del jueves declararon dos testigos que asesoraron a Pence que no tenía autoridad para subvertir las elecciones, el exabogado de Pence Greg Jacob y el juez republicano retirado J. Michael Luttig.
La comisión repasó cómo el abogado conservador de Trump John Eastman presentó una teoría legal según la cual Pence podía bloquear unilateralmente la certificación de las elecciones, una teoría que fue rechazada rotundamente por los abogados de la Casa Blanca de Trump y el equipo de Pence, pero que, sin embargo, fue adoptada por el expresidente.
Estos son los puntos clave de la tercera audiencia de la comisión este mes:
A Trump le dijeron que el plan de Eastman era ilegal… pero igual lo intentó
Hubo muchas revelaciones, pero la más importante quizás sea que a Trump le dijeron repetidamente que su plan para que Pence anulara las elecciones el 6 de enero era ilegal, pero lo intentó de todos modos.
Según el testimonio de los testigos, el propio Pence y el abogado que ideó el plan avisaron directamente a Trump que era inconstitucional y violaba la ley federal. Los miembros de la comisión argumentaron que esto demuestra las intenciones corruptas de Trump y podría sentar las bases para una posible acusación.
En una declaración grabada que se reprodujo el jueves, el entonces jefe de gabinete de Pence, Marc Short, dijo que Pence advirtió a Trump “muchas veces” que no tenía la autoridad legal o constitucional para anular los resultados mientras presidía la sesión conjunta del Congreso el 6 de enero para contar los votos electorales.
Incluso Eastman, que ayudó a idear el plan y se lo propuso a Trump, admitió delante de este que el plan requeriría que Pence violara la ley federal, según un fragmento de una declaración de Jacob, el principal asesor jurídico de Pence, que se reprodujo en la audiencia del jueves.
Juristas de todo el espectro político coinciden en que el plan de Eastman era absurdo. Luttig, el exjuez federal que asesoró a Pence durante la transición, declaró en la audiencia del jueves que habría puesto su cuerpo “atravesando la carretera” antes de permitir que Pence anulara ilegalmente las elecciones.
El panel vinculó la campaña de presión a Mike Pence con la violencia del 6 de enero
La comisión trató de conectar la campaña de presión de Trump contra Pence con la violencia del 6 de enero hilvanando testimonios de ayudantes de Pence, declaraciones públicas de Trump y comentarios de los agitadores en el Capitolio.
Algunas de las pruebas más convincentes vinieron de los propios agitadores.
Muchos de ellos habían escuchado los mítines de Trump en los que afirmaba —de forma inexacta— que las elecciones estaban amañadas y que Pence tenía el poder de hacer algo al respecto mientras presidía la certificación del Colegio Electoral. Mientras la insurrección estaba en marcha, citaron los comentarios de Trump sobre Pence.
Y muchos de ellos vieron, en tiempo real, el tuit de Trump criticando a Pence mientras el Capitolio estaba siendo atacado, en el que decía que Pence “no tuvo el coraje de hacer lo que debería haberse hecho”.
El objetivo de resaltar esto el jueves era echar la culpa de la violencia a los pies de Trump. Y justo después del ataque, muchos de los principales republicanos estuvieron de acuerdo con esa conclusión. Pero en el último año y medio, muchos republicanos han rehuido culpar a Trump, y la comisión espera cambiar eso.
El exabogado de la Casa Blanca de Trump Eric Herschmann dijo a la comisión que Eastman le dijo que estaba dispuesto a aceptar la violencia para anular las elecciones de 2020. El panel reprodujo un video de la declaración de Herschmann donde describió una conversación con Eastman sobre sus afirmaciones de que el vicepresidente podría anular las elecciones en el Congreso.
Herschmann advirtió a Eastman que su estrategia, si se aplicaba, “iba a causar disturbios en las calles”.
“Y dijo palabras como ‘en la historia de nuestro país ha habido violencia para proteger la democracia o para proteger la república’”, relató Herschmann.
El peligro para Pence el 6 de enero fue real ya que la turba llegó a unos 12 metros de él
La comisión subrayó que Pence estuvo en peligro real el 6 de enero y el panel argumentó que Trump fue el culpable.
La turba se acercó a 12 metros de Pence, un poco más que un primer down en el fútbol americano. Los agitadores lo amenazaron por su nombre y se enfurecieron porque no anuló la elección, porque creyeron la mentira de Trump de que Pence podía anular unilateralmente la victoria de Joe Biden en el Colegio Electoral.
“El vicepresidente Pence fue un foco del ataque violento”, dijo el representante Pete Aguilar, demócrata de California y miembro de la comisión.
El equipo de Pence fue evacuado y la comisión mostró nuevas imágenes del entonces vicepresidente refugiado en un búnker del sótano del Capitolio mientras se desarrollaba la violencia.
Pence y su esposa, Karen Pence, reaccionaron “con frustración” al hecho de que Trump nunca llamara para saber cómo estaban, según el testimonio de Jacob.
La relación de Pence y Trump se había agriado profundamente en el período previo a la sesión del Congreso del 6 de enero, ya que Pence dejó claro que no cumpliría con el plan para anular los resultados electorales que Trump estaba impulsando.
Trump comenzó entonces a volverse contra su vicepresidente en sus declaraciones públicas, despertando la ira de sus partidarios.
Por su parte, mientras trabajaba desde un lugar seguro en el Capitolio, Pence se puso en contacto con los líderes del Congreso, el secretario de Defensa en funciones y otras personas “para comprobar su seguridad y abordar la creciente crisis”, dijo Aguilar el jueves.
Eastman no aceptaba un no por respuesta sobre la anulación de la elección
La audiencia subrayó cómo Eastman había presionado una y otra vez para que Pence intentara anular la elección, a pesar de enfrentarse a la fuerte resistencia de los abogados de la Casa Blanca y del equipo de Pence.
Incluso después de los disturbios en el Capitolio, Eastman seguía intentando bloquear el resultado de las elecciones, según reveló la comisión. Las acciones de Eastman reflejaron en muchos aspectos las de Trump, que también se negó a aceptar el rechazo de Pence y arremetió contra su vicepresidente en su discurso y en Twitter.
La comisión reprodujo testimonios de declaraciones en video en las que funcionarios de la Casa Blanca explicaban cómo pensaban que la teoría de Eastman era una “locura” antes del 6 de enero y se lo dijeron.
Jacob, el principal consejero de Pence, describió las reuniones que había tenido con Eastman el 4 y el 5 de enero, incluso el momento en que Eastman le pidió directamente que Pence rechazara a los electores.
“Concluí diciendo: ‘John, a la luz de todo lo que hemos discutido, ¿no podemos estar ambos de acuerdo en que esto es una idea terrible? “, dijo Jacob. “Y él no se atrevió a decir que sí. Pero dijo claramente: ‘Bueno, sí, veo que no vamos a poder convencerte de que lo hagas’. Y así fue como concluyó la reunión”.
Pero en la noche del 6 de enero —después de que los alborotadores atacaran el Capitolio y obligaran al vicepresidente y a su equipo a huir— Eastman trató de aprovechar el retraso de la certificación argumentando que había habido una pequeña violación de la Ley de Recuento Electoral y que Pence debía atrasarla 10 días como consecuencia.
En una llamada telefónica con Herschmann el 7 de enero, Eastman seguía buscando opciones legales para apelar los resultados de las elecciones en Georgia.
Herschmann dijo a la comisión en una declaración: “Le dije ‘¿estás loco? Porque solo quiero oír dos palabras saliendo de tu boca a partir de ahora: transición ordenada’”.
Eastman envió un correo electrónico a Giuliani sobre un posible indulto presidencial después del 6 de enero
Eastman envió un correo electrónico a Rudy Giuliani unos días después del 6 de enero de 2021 y pidió ser incluido en una lista de posibles beneficiarios de un indulto presidencial, reveló la comisión durante la audiencia del jueves.
“He decidido que debería estar en la lista de indultos si es que todavía se está trabajando en ello”, decía el correo electrónico de Eastman a Giuliani, exabogado de Trump.
Eastman finalmente no recibió un indulto y se negó a responder a las preguntas de la comisión sobre su papel en los esfuerzos para anular las elecciones de 2020, apelando repetidamente a la Quinta Enmienda durante su declaración.
La comisión argumentó durante la audiencia del jueves que la solicitud de Eastman de un indulto, y su decisión de ampararse repetidamente en la Quinta Enmienda cuando fue interrogado previamente por el panel, indica que Eastman sabía que sus acciones eran potencialmente criminales.
CNN informó previamente que Giuliani y otros colaboradores de Trump habían planteado la idea de recibir indultos preventivos en las semanas previas al 6 de enero, pero el motín del Capitolio había complicado su deseo de indultarse a sí mismo, a sus hijos y a su abogado personal. En su momento, varios de los asesores más cercanos a Trump también le instaron a no conceder clemencia a ninguno de los implicados en el ataque del 6 de enero, a pesar de la postura inicial de Trump de que los implicados no habían hecho nada malo.
La estrella de la audiencia del jueves no estuvo en la sala
Una persona notablemente ausente el jueves fue la estrella de la audiencia: el exvicepresidente.
La comisión presentó a Pence como el héroe, argumentando que la democracia estadounidense habría caído en un estado de caos si hubiera sucumbido a la campaña de presión de Trump.
Pero mientras la comisión pregonaba el compromiso de Pence con la Constitución y su valentía el 6 de enero, era imposible ignorar el hecho de que el exvicepresidente no estaba en la sala.
En su lugar, la comisión se basó en el testimonio en vivo de los dos exasesores de Pence que aparecieron para hablar en su nombre.
Previamente este año, el presidente de la comisión, el representante demócrata Bennie Thompson de Mississippi, había sugerido que buscarían el testimonio de Pence. Sin embargo, la posibilidad de que Pence comparezca ante la comisión, especialmente en público, siempre se ha visto como remota, por decir lo menos.
Cuando se les preguntó el miércoles si la comisión seguía interesada en escuchar a Pence, los ayudantes de la comisión dijeron a los periodistas que la investigación estaba en curso y que, por lo tanto, no podían proporcionar detalles sobre cualquier compromiso con un testigo en particular.
“No hay nada nuevo que compartir al respecto, aparte de que seguimos buscando hechos y si hay más que compartir, lo compartiremos en el futuro”, dijo uno de los ayudantes.
El hecho de que dos de los exasesores de Pence comparecieran el jueves, y que Short testificara ante las cámaras a puerta cerrada, indica que Pence no buscaba activamente bloquear a quienes le rodeaban de que compartieran información con la comisión en su lugar.
Luttig convirtió partes de la audiencia en un largo seminario constitucional
Las audiencias del 6 de enero han sido hasta la fecha eventos a toda velocidad, con videos emotivos y violentos intercalados con testimonios de las declaraciones y un mínimo de testimonios en vivo.
El jueves, Luttig, un juez retirado, tenía otras ideas.
Luttig dio respuestas largas y serpenteantes con un enfoque vacilante que se alargó mientras profundizaba en cuestiones como la historia de la Ley de Recuento Electoral.
Los comentarios de Luttig fueron básicamente lo contrario al tipo de audiencias televisivas que la comisión ha señalado que está celebrando para tratar de conectar con el público estadounidense sobre la importancia del ataque del 6 de enero en el Capitolio y en la democracia.
Al mismo tiempo, los puntos que hizo Luttig —sobre cómo los esquemas legales que Eastman y Trump impulsaron eran infundados y a Trump se le dijo lo mismo antes del 6 de enero— fueron esenciales para el argumento de la comisión que intenta conectar los esfuerzos de Trump para anular la elección con la violencia. Pero la forma de su discurso se interpuso en el camino de su mensaje.
La democracia estadounidense está en juego
La investigación es sobre las elecciones de 2020, pero los miembros de la comisión se esforzaron por enmarcar la conversación en las amenazas futas a la democracia, con la vista puesta en 2024.
Y no solo los demócratas que dirigen la comisión están haciendo sonar la alarma sobre el comportamiento cada vez más antidemocrático de Trump y lo que significa para las futuras elecciones.
Jacob dijo que el plan de Trump era “antitético a todo lo que hay en nuestra democracia” y que habría sumido a la nación en una crisis constitucional sin precedentes.
Luttig dijo que Trump representa un “peligro claro y presente para la democracia estadounidense”. El republicano conservador dijo que había llegado a esta conclusión porque Trump y sus aliados siguen mintiendo sobre las elecciones de 2020, respaldando a los candidatos que promueven estas mentiras, y no muestran signos de retroceder.
La comisión dice que presentará propuestas legislativas para aclarar las viejas leyes electorales, cerrar las lagunas que Trump y Eastman trataron de aprovechar y salvaguardar la transición de poder. Hay interés bipartidista en aprobar algunas de estas propuestas, pero aún no está claro si hay suficiente apoyo para enviar algún proyecto de ley al escritorio de Biden. Con las elecciones de mitad de mandato a la vista, puede que el tiempo se esté agotando.