(CNN Español) – La segunda vuelta presidencial en Colombia es este domingo y se conocerá el nombre del gobernante del país durante los próximos cuatro años, para el periodo 2022-2026. Pero el panorama no está claro, y de hecho es complicado darse una idea del desenlace de la elección teniendo en cuenta que la mayoría de las encuestas que se dieron a conocer en las últimas semanas mostraban un empate técnico entre Gustavo Petro y Rodolfo Hernández.
En las horas que faltan, las polémicas propias de una carrera tan apretada como esta podrían sumarle o restarle votos a cualquiera de los candidatos, según los analistas consultados por CNN.
“La estrategia hoy no es sumar. La estrategia es hoy cuántos votos se pierden”, dijo a CNN Esteban Salazar, coordinador de Democracia y Gobernabilidad de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) en Bogotá. Y según él, el voto en blanco es el que en definitiva podría quitarles sufragios a cualquiera de los candidatos.
“En esta oportunidad las encuestas demuestran, de hecho, que crece más el voto en blanco que la intención de voto por uno u otro candidato”, dijo Salazar.
El voto en blanco y los indecisos podrían marcar el avance de cualquiera de los candidatos, pues históricamente en Colombia, según le dijo a CNN el analista político Santiago Silva, los indecisos varían entre un 2% y 4% y hasta un 5% de voto en blanco, una votación que podría decidir por algún candidato en segunda vuelta. Sin embargo, agrega Silva, el panorama no está claro.
“Para ser sincero, los últimos resultados de las encuestas nos presentan un panorama tan cerrado entre ambos candidatos que sería muy difícil decir con certeza hacia dónde o quién se podría beneficiar con un aumento de la participación o incluso por una reducción en los indecisos”, dijo Silva a CNN desde Medellín.
Un panorama “incierto”
Las últimas semanas antes de las elecciones son, usualmente, bastante movidas. Pero con dos candidatos que representan una serie de valores compartidos, pero en diferente línea, (ambos dicen ser abanderados contra la corrupción y estar alejados de las maquinarias políticas y han personalizado la política) los analistas dicen que el panorama es incierto.
“Esas encuestas no logran ver qué repercusiones tuvieron esos dos episodios en la intención de voto”, dijo a CNN Paola Montilla, directora de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Externado en Bogotá. “Entonces estamos prácticamente a ciegas”.
Una de las razones, según Montilla, es que las últimas encuestas fueron hechas a comienzos de junio y no alcanzaron a medir el impacto que podría haber tenido, por ejemplo, la publicación de unos videos editados que muestran a miembros el equipo de Petro formulando estrategias denunciadas como poco éticas para enfrentar a sus adversarios.
Los videos fueron publicados por medios locales atribuyéndolos a fuentes anónimas. CNN no ha verificado los videos ni ha establecido su origen. Petro dijo que corresponden a nueve meses de grabaciones de su campaña con la intención de que él no gane y dijo que esa filtración corresponde a un delito. Además, señaló que, si bien los videos son reales, nada en ellos constituye un crimen o una acción ilegal. Su equipo de campaña radicó una denuncia ante la Fiscalía para denunciar la filtración en su campaña presidencial. En tanto, la Fiscalía investiga el contenido de los videos después de que la Red de Veedurías Ciudadanas denunciara la supuesta violación a los topes o la entrega de recursos para financiar la campaña presidencial.
Las últimas encuestas tampoco lograron medir el impacto que tuvo la denuncia de Rodolfo Hernández de que su vida presuntamente corría peligro en Colombia y su intención de no volver a Colombia en varios días, dijo Montilla. (Hernández volvió al país poco después, luego de que el Gobierno dijera que su seguridad estaba garantizada). En los últimos días Hernández también fue blanco de críticas por un video de TikTok en el que sale con el torso desnudo caminando junto a dos mujeres jóvenes, y también por decir que en su campaña recibía “a la Virgen Santísima y todas las prostitutas que vivan en el mismo barrio con ella, a todo el mundo lo recibo, pero que no les cambio el discurso”.
Después Hernández publicó sus disculpas en sus redes sociales por “usar palabras como no se debe”.
¿Dónde pueden crecer en votos los candidatos?
Los analistas consultados por CNN coinciden en que el voto en blanco ha crecido en las últimas semanas luego de la primera vuelta, aunque también se atomizaron los apoyos entre los candidatos, que ahora buscan el respaldo de los indecisos.
Rodolfo Hernández
“Prácticamente las elecciones van a estar definidas por el abstencionismo y el voto en blanco sobre las personas que, para el caso de Rodolfo Hernández, dentro de las últimas dos semanas, han encontrado que no es el candidato, en el voto de opinión al menos, que enarbola las apuestas del uribismo, de la derecha, la propuesta conservadora”, dijo Salazar a CNN.
Tras quedar por fuera en la segunda vuelta, Federico “Fico” Gutiérrez dijo que apoyaba a Hernández. Tras la primera vuelta, los analistas consultados por CNN señalaron que la mayoría de esos 5 millones de votos de Gutiérrez (votantes de sectores políticos afines al expresidente Álvaro Uribe y al presidente Iván Duque, en su mayoría de talante conservador), irían para Hernández. Pero las salidas en falso de Hernández pondrían en vilo esos votos.
En las últimas dos semanas, al igual que lo hizo antes Petro, Hernández se pronunció a favor de restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela (algo que el uribismo y los sectores conservadores rechazan), soltó las polémicas declaraciones de que recibían a “la virgen y las prostitutas” en su campaña, y abrazó una política de legalización de drogas, diciendo que si el Estado les proporciona las drogas a los adictos (desde marihuana hasta heroína y cocaína), el “negocio” del narcotráfico se acabaría.
“Eso contradice todo lo que ha sido el trabajo que ha tenido prácticamente el uribismo, la derecha y los conservadores en Colombia”, dijo Salazar, que agrega que todos estos desilusionados por Hernández se están trasladando al voto de opinión, que podrían resultar en votos en blanco o abstencionismo.
Según Montilla, los votos de Gutiérrez incluyen a un sector antipetrista que es probable que se vayan con Hernández. Pero, dice ella, si bien Fico tenía un alto porcentaje de votos en estratos 4, 5 y 6, es muy difícil que estos votos de estratos altos se vayan completamente con Rodolfo Hernández, y engrosarían el voto en blanco.
Además, insiste Salazar, los votos de las maquinarias de los políticos tradicionales no están garantizados porque no hay acuerdos públicos de Hernández con ellos. “Las maquinarias tienen mucho temor de que Hernández no les vaya a cumplir”, dijo el analista de Pares.
Para la segunda vuelta, Rodolfo Hernández ha recibido apoyos explícitos de políticos individuales del Centro Democrático (el partido de Gobierno), de la Coalición Centro Esperanza, del Nuevo Liberalismo y de Cambio Radical, así como los respaldos colectivos del Partido Verde Oxígeno y del Partido Liberal.
Gustavo Petro
Petro tiene una fuerte oposición del sector antipetrista y de derecha en Colombia, pero también ha recibido en las últimas semanas apoyos de varios sectores de centro y centroizquierda, como algunos políticos del Partido Alianza Verde y del Nuevo Liberalismo.
“¿Hasta dónde más puede crecer?”, pregunta Salazar. En los “votos de centro progresista que se vincularon finalmente a la campaña”, como el caso de los senadores Ariel Ávila, y Angélica Lozano (Alianza Verde), la excandidata al Congreso Mabel Lara (Nuevo Liberalismo), el exaspirante presidencial de centro Alejandro Gaviria, por ejemplo.
Y si se hablara de matemáticas electorales, para Esteban Salazar hay una posibilidad de que de los 800.000 votos que obtuvo Sergio Fajardo, el candidato de centro que quedó en cuarto lugar, a Petro le lleguen unos 500.000, con lo que llegaría a un techo de 9 millones de votos.
Sin embargo, Silva dice que Petro podría dar una sorpresa en el resultado final, si se tienen los comportamientos que han señalado las encuestas en los últimos tiempos.
“Hace cuatro años su techo estaba definido alrededor de los 8 millones de votos. Ese techo se rompió durante las consultas de marzo”, dijo Silva. “El segundo techo que se ha establecido es entre el 44% y 45% de (intención de) los votantes en segunda vuelta. Las encuestas (para segunda vuelta) están ya presentando 47-48 y hasta 50% (de intención de voto)”.
“Entonces creo que esa idea del techo está muy determinada (por la gente) que nunca votaría por él, pero creo que también podríamos llegar a encontrar sorpresas en términos del resultado final de cara a lo que aparentemente ha sido ese techo histórico que ha tenido el candidato”, aseguró Silva.
El giro hacia lo “institucional” y el “voto de vergüenza”
Pero aquí hay un giro que podría fortalecer a Petro en estas elecciones, según Montilla. Hace cuatro años, Petro significaba para muchos sectores el “salto al vacío”, pues se enfrentaba con candidatos que “se enmarcaban dentro de los moldes políticos”, respaldados por grandes partidos y que tenían trayectorias políticas así fueran cortas, como el caso de Duque.
En cambio, con Rodolfo Hernández, que no es del todo un outsider político porque fue concejal en los 90 y alcalde de Bucaramanga ente 2016 y 2019, “sí representa una completa separación de los partidos políticos tradicionales”, dice Montilla.
“Ahora Petro entra a jugar como esa persona que fue senador, que hizo la Constitución de 1991, que fue un alcalde que… siempre se ha ido por los canales institucionales”, dice Montilla. Y Hernández, entre tanto, representa “incertidumbre”, dice ella, por su falta de experiencia en temas nacionales, y por la falta de conocimiento de los electores hacia él, por lo que Petro podría ganar votos de un sector que vería en él la “institucionalidad”.
Pero hay un riesgo que puede no estar plasmado en las últimas encuestas: el voto vergonzante, dice Salazar.
Ese voto “vergonzante” fue el que se dio en el plebiscito por la paz en 2016 (en el que ganó el no) y en las primera y segunda vuelta de las elecciones de 2018 con Duque, y que, según Salazar, puede no estar puesto en las últimas encuestas que se presentaron.
“Es un voto políticamente incorrecto”, dice él. “Se ve mal que tú digas que vas a votar por el no en el plebiscito, que ibas a votar por (Iván) Duque o, en esta oportunidad, votar por Rodolfo Hernández”.
“No vamos a manifestar públicamente nuestro voto, pero eso no necesariamente quiere decir que no vayamos a votar”, puntualiza Salazar, para quien esto podría distorsionar las encuestas que dan un empate técnico para el 19 de junio en Colombia.
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