Arqueólogos examinan una ciudad de 3.400 años de antigüedad en embalse de Iraq.

(CNN) – Una ciudad de 3.400 años en expansión emergió en Iraq luego de que disminuyera rápidamente el nivel de agua de un embalse debido a la sequía extrema.

Los arqueólogos kurdos y alemanes realizaron las excavaciones en el sitio arqueológico en el embalse de Mosul, a lo largo del río Tigris en la región de Kurdistán, en el norte de Iraq, en enero y febrero. El proyecto se realizó en colaboración con la Dirección de Antigüedades y Patrimonio en Duhok, para preservar el patrimonio cultural del área para las generaciones futuras.

Se cree que el sitio arqueológico, Kemune, es la ciudad Zakhiku de la Edad de Bronce, un centro importante del imperio Mittani que reinó de 1550 a 1350 a. C. (antes de nuestra era, a. n. e). El territorio del reino abarcaba desde el mar Mediterráneo hasta el norte de Iraq, según Ivana Puljiz, profesora junior del departamento de arqueología y asiriología de Oriente Próximo de la Universidad de Friburgo de Brisgovia, Alemania, y uno de los directores del proyecto.

CNNE 1226986 - sequia deja a la vista antigua ciudad milenaria en iraq
Mira cómo la sequía dejó a la vista una ciudad milenaria que quedó hundida bajo el río Tigris
00:43 - Fuente: CNN

Una carrera contra el tiempo

Zakhiku quedó sumergida bajo el agua después de que el gobierno iraquí construyera la presa de Mosul en la década de 1980 y desde entonces apenas ha visto la luz del día.

Cuando Puljiz se enteró de que la ciudad había resurgido, su equipo se apresuró a excavar el lugar porque no se sabía cuándo volvería a subir el nivel del agua.

“Debido a la enorme presión del tiempo, excavamos con temperaturas bajo cero, nieve, granizo, lluvia, incluso tormentas, así como uno que otro día soleado, sin saber cuándo volvería a subir el agua y de cuánto tiempo dispondríamos”, dijo Puljiz.

La antigua ciudad está ahora sumergida de nuevo, pero los investigadores pudieron catalogar gran parte del sitio arqueológico.

Ya se había documentado un palacio cuando la ciudad emergió brevemente en 2018, pero durante la última excavación se documentaron múltiples estructuras adicionales. Algunos de los descubrimientos incluyen una fortificación completa con torres y muros y un edificio de almacenamiento de varios pisos de altura.

Gran parte de las estructuras estaban hechas de ladrillos de barro secados al sol, que normalmente no resistirían bien bajo el agua, dijeron los investigadores. Sin embargo, Zakhiku sufrió un terremoto alrededor del año 1350 a. n. e., y partes de los muros superiores se derrumbaron y cubrieron los edificios.

Preservar el pasado

Se sabe poco sobre el antiguo pueblo Mittani que construyó la ciudad, en gran parte debido a que los investigadores no han identificado la capital del imperio ni han descubierto sus archivos, dijo Puljiz. Sin embargo, ciertos artefactos desenterrados durante la última excavación podrían ayudar a proporcionar información.

Los arqueólogos hallaron cinco vasijas de cerámica que contenían más de 100 tablillas cuneiformes de arcilla, datadas poco después del terremoto. Se cree que pertenecen al periodo asirio medio, que duró entre el 1350 y el 1100 a. n. e., y podrían arrojar luz sobre la desaparición de la ciudad y el ascenso del dominio asirio en la zona, según un comunicado de prensa.

“Es casi un milagro que las tablillas cuneiformes de arcilla sin cocer hayan sobrevivido tantas décadas bajo el agua”, dijo Peter Pfälzner, profesor de arqueología de Oriente Próximo en la Universidad de Tubinga y uno de los directores de la excavación, en un comunicado.

Las tablillas aún no han sido descifradas, pero Puljiz planteó la hipótesis de que pertenecían a un archivo privado.

“Tengo curiosidad por ver lo que el estudio de los textos cuneiformes revelará sobre el destino de la ciudad y sus habitantes tras el devastador terremoto”, dijo.

Todos los artefactos excavados, incluidas las tablillas, se encuentran en el Museo Nacional de Duhok.

Antes de que la ciudad volviera a desaparecer bajo el agua, los investigadores cubrieron las ruinas con lonas de plástico ajustadas y sujetas con piedras y grava. Puljiz espera que estas medidas protejan el sitio arqueológico de la erosión del agua y eviten que desaparezca por completo.