(CNN Español) – El mapa de las elecciones no deja duda alguna: los olvidados de Colombia, y aquellos que votaron “Sí” en el plebiscito por la paz, fueron los que definieron el destino del país, que con Gustavo Petro y Francia Márquez al frente tendrá por primera vez en su historia un Gobierno de izquierda.
“Después de 214 años logramos un gobierno del pueblo, un gobierno popular. El gobierno de la gente, de las manos callosas, el gobierno de la gente de a pie, el gobierno de los nadies y las nadies de Colombia”, dijo Francia Márquez en su primer discurso tras resultar electa como vicepresidenta, la primera mujer negra que ocupará el cargo.
La distribución geográfica del voto a Petro y Márquez parece darle la razón. La fórmula de Pacto Histórico se impuso en la capital, Bogotá, y luego triunfó en la periferia: la costa atlántica, el Pacífico y el sur y suroeste del país.
El “cinturón de la victoria” de Petro y Márquez “es el territorio que históricamente ha sido el territorio que se queda atrás, el territorio donde las grandes inversiones estatales no llegan o se demoran, son los territorios donde la gente se siente olvidada, en donde incluso a hoy los servicios públicos no llegan, como es el caso de Chocó”, explica a CNN en Español el analista político Augusto Reyes. Los electores allí entendieron “reivindicados sus derechos” y que tienen un presidente “que les puede mirar, que les puede cumplir”.
Hernández “no tenía un programa para conquistar el voto afro ni el voto de los indígenas”, dice por su parte a CNN en Español Eduardo Pizano, analista político y exministro. Y pone el ejemplo del Cauca y Nariño, donde más del 60% de la población participó en los comicios, un porcentaje en el entorno de 10 puntos superior al del país.
También señala especialmente el triunfo de Petro en zonas urbanas como los municipios cercanos a Bogotá, donde se impuso mayoritariamente, y pone el ejemplo de Soacha, un municipio de aproximadamente un millón de habitantes que ha concentrado a muchos desplazados. “Llegó mucho mejor a los estratos bajos”, considera.
Fernando Ramos, corresponsal de CNN en Colombia, explica que Petro y Márquez triunfaron en “comunidades excluidas que no han sido escuchadas”, en una “Colombia que muchos no conocen ni siquiera” y que tiene problemas profundos como la falta de inclusión y oportunidades, entre otros. En este sentido, remarca que mientras que Hernández se “desconectó” de los seguidores en último trecho de la campaña y no supo capitalizar los resultados de la primera vuelta, Petro convivió con los votantes, visitando departamentos como el Chocó y Magdalena.
Pizano coincide con que Petro tuvo una campaña “más organizada” en este último trecho y una “estrategia clara” de dónde tenía que buscar los votos.
“Por fin ganó el sí”
Desliza la línea en el centro de la imagen para ver la comparación entre el plebiscito de 2016 y la segunda vuelta en 2022:
“Varias voces ayer decían ‘por fin ganó el sí’ en el sentido de que en esos territorios que votaron por el sí (en el plebiscito de 2016) ayer tuvieron la posibilidad de sentirse ganadores por el presidente por el cual votaron”, explica Reyes.
En 2016, una Colombia profundamente dividida votó sobre el acuerdo de paz con las FARC impulsado por el entonces presidente Juan Manuel Santos. En el plebiscito ganó el “No”, y el mapa de los votantes mostró entonces con claridad que los que quedaron en minoría, a favor del “Sí”, eran aquellos departamentos que más sufrieron el conflicto, la parte del país que históricamente ha sido la víctima de la violencia.
La similitud con la distribución geográfica del voto a favor de Petro es evidente. “Hay casi una coincidencia, es casi calcar el mismo mapa”, dice Pizano, y explica la existencia de dos grupos claramente diferenciados: aquellos propaz con vínculos fuertes con los movimientos sociales de base, que geográficamente coinciden con el apoyo a Petro, y el grupo opuesto que en su momento lideró Álvaro Uribe y tiene su prominencia en otras zonas como Antioquia.
El factor Francia Márquez
La “carga simbólica” de Francia Márquez, dice el analista Augusto Reyes, ayudó a que se consolidara el voto a favor de Petro, especialmente en el territorio del Cauca. “Marquez tiene una carga simbólica demasiado fuerte”, dice, y explica que “sin ser una política de carrera, su trayectoria personal, su causa, su lucha y como ella se enmarca desde muy joven hasta el día de ayer que fue elegida como vicepresidenta transmite lo que es una lucha histórica” por la inclusión.
Francia Márquez fue una “magnífica candidata” para la costa pacífica, para departamentos como el Cauca, Nariño, Chocó, para lugares población de descendencia afro que se sintió identificada, dijo Pizano. Eso mismo, por otra parte, le jugó en contra con la población que se podía sentir muy lejana a ella.
La candidatura de Márquez, dice Juan Carlos López, corresponsal jefe de Washington de CNN, destapó que Colombia es profundamente racista, una realidad quedaba relegada por el clasismo. Petro y Márquez ganaron en las zonas más golpeadas por el conflicto armado, el Pacífico y el sur y allí es donde la vicepresidenta electa hizo la diferencia. El resultado es “un mensaje de cómo las cosas han cambiado” en Colombia, explica.