Nota del editor: Dean Obeidallah, es exabogado y presentador del programa diario de radio SiriusXM “The Dean Obeidallah Show” y columnista de The Daily Beast. Síguelo @DeanObeidallah. Las opiniones expresadas en este comentario son suyas. Ver más opiniones en CNNEE.
(CNN) – Un video inquietante de la Convención Republicana de Texas este fin de semana muestra a los asistentes a la convención burlándose del representante republicano Dan Crenshaw, un veterano de los Navy SEAL que perdió el ojo derecho por una bomba en Afganistán, con el término “parche en el ojo McCain” (algo así como ‘El tuerto’ McCain).
Tucker Carlson de Fox News acuñó el apodo burlón después de que el legislador de Texas se atreviera a expresar su apoyo a la asediada Ucrania tras el bárbaro ataque de Rusia.
Pero aparentemente aún más atroz a los ojos de algunos asistentes es que Crenshaw rechazó las afirmaciones del expresidente Donald Trump de que las elecciones de 2020 fueron robadas. En un video en Internet se puede ver a un hombre con una gorra roja que dice “Make America Great Again” gritando: “¡Dan Crenshaw es un traidor!” y “¡Tiene que ser ahorcado por traición!”.
Tan despreciable como fue el comportamiento hacia Crenshaw, aún más alarmantes fueron las acciones tomadas por el Partido Republicano de Texas y los más de 5.000 delegados de la convención.
La reunión rechazó el resultado de una elección democrática, apoyó la intolerancia hacia la comunidad LGBTQ e impuso a otros creencias religiosas de extrema derecha buscando que se consagraran en la ley. Y eso no fue ni la mitad de todo.
De hecho, la convención nos mostró una cosa: los republicanos de Texas ya no ocultan su extremismo. En cambio, lo están adoptando abiertamente.
El extremismo del Partido Republicano en Texas
Incluso antes del martillazo de apertura, nos dieron una idea del extremismo del partido en el estado al prohibir que los republicanos de Log Cabin instalaran un puesto en la convención.
El presidente del Partido Republicano de Texas, Matt Rinaldi, emitió el voto decisivo sobre la medida para prohibir al grupo que ha defendido a los republicanos LGBTQ durante décadas. “Creo que es inapropiado, dado el estado de nuestra nación en este momento, que juguemos a la política de identidad sexual”, dijo Rinaldi al Fort Worth Star-Telegram.
Una vez que se puso en marcha formalmente, la convención tomó una serie de acciones espantosas y antiestadounidenses. Primero, los delegados aprobaron una medida que declara que el presidente Joe Biden “no fue elegido legítimamente”. En resumen, el Partido Republicano de Texas, como el propio Trump, está aceptando una mentira porque no está contento con los resultados de las elecciones. Dicho más claramente, el Partido Republicano de Texas votó a favor de rechazar la democracia estadounidense.
Los delegados republicanos también abuchearon a John Cornyn, el principal senador estadounidense de Texas, en la convención del viernes debido al papel del legislador republicano al frente de las negociaciones para llegar a un acuerdo en el Senado sobre un proyecto de ley para detener la violencia armada. Esos esfuerzos legislativos siguen al horrible tiroteo del mes pasado que cobró la vida de 19 niños de una escuela primaria y dos maestras en Uvalde, Texas.
La plataforma aprobada en la convención exigía derogar o anular las leyes sobre armas de fuego ya vigentes, como la Ley de Control de Armas de 1968, que impide que los delincuentes y otras personas peligrosas puedan comprar un arma legalmente. Aparentemente, el Partido Republicano de Texas cree que incluso las personas peligrosas deberían tener el derecho constitucionalmente protegido de comprar un arma.
La plataforma del Partido Republicano de Texas también acogió el aumento de la retórica contra el aborto en las escuelas públicas. Por ejemplo, la plataforma establece que “los estudiantes de Texas deben aprender sobre la humanidad del niño no nacido, incluido… que la vida comienza con la fertilización”. Incluso busca obligar a los estudiantes a ver “un ultrasonido en vivo” y a los estudiantes de secundaria a leer un folleto contra el aborto que, según los críticos, “incluye afirmaciones sin respaldo científico y avergüenza a las mujeres que buscan servicios de aborto”, según The Texas Tribune.
Suena como el plan de estudios que podría encontrar en un gobierno teocrático como el talibán, no uno en los Estados Unidos financiado con dólares de los contribuyentes. Pero el Partido Republicano en grandes sectores de este país ya no duda en apoyar leyes para imponer sus creencias religiosas, como vemos con medidas que algunos republicanos defienden que prohibirían totalmente el aborto. El documento de la convención republicana también insta a los funcionarios a “no infringir los derechos de los estudiantes y el personal de las escuelas de Texas a orar y participar en discursos religiosos”.
Las medidas contra la comunidad LGBTIQ+ en la convención republicana
La plataforma del Partido Republicano de Texas también hace todo lo posible para demonizar a la comunidad transgénero. Describe a las personas transgénero como personas que padecen “una condición de salud mental genuina y extremadamente rara”. Y ve la cirugía de reasignación sexual como una forma de negligencia médica.
La plataforma también apunta a los estadounidenses homosexuales con la declaración de que la homosexualidad es “una elección de estilo de vida anormal”. De manera instructiva, la plataforma del Partido Republicano de Texas no incluyó dicho lenguaje en 2018 y 2020.
Esta plataforma nos da una idea de los puntos de vista de la base republicana sobre temas clave que a su vez presionarán a los funcionarios electos del Partido Republicano en Texas —y posiblemente más allá del estado— a adoptar posiciones igualmente extremas o correr el riesgo de ser desafiado en las primarias por un republicano aún más extremista.
¿Qué causó este movimiento hacia la extrema derecha? Brandon Rottinghaus, politólogo de la Universidad de Houston, le dijo a The Texas Tribune sobre la nueva plataforma extrema del Partido Republicano estatal: “Donald Trump radicalizó el partido y aceleró las demandas de la base”. Agregó de manera alarmante: “Simplemente no hay límites ahora sobre lo que la base podría pedir”.
Estoy de acuerdo, en parte. No creo que Trump haya radicalizado a la base, sino que simplemente le dio permiso a la gente para ser quienes siempre quisieron ser.
Pero estoy de acuerdo con Rottinghaus en que ahora no hay límites para lo que la base republicana podría buscar, ya sea rechazar los resultados electorales con los que no está de acuerdo o promulgar más leyes basadas en creencias religiosas extremas. Y eso debería alarmar profundamente a todo estadounidense que quiera vivir en una república democrática.