(CNN Español) – “Vivir sabroso”, el eslogan de Francia Márquez, es más que una consigna repetida en el marco de una campaña política: se trata de una “filosofía de vida” de las comunidades afrocolombianas, dicen estudios académicos, que tiene conceptos hermanos en múltiples lenguas indígenas de Latinoamérica y que incluso podría vincularse con una idea aristotélica, según un filósofo.
¿Qué significa y cuál es su origen?
“Para el pueblo negro en sus entrañas, en nuestra identidad étnica y cultural, se refiere a vivir sin miedo, se refiere a vivir en dignidad, se refiere a vivir con garantía de derechos”, dijo la vicepresidenta electa de Colombia en una entrevista reciente para explicar el concepto de “vivir sabroso” que ha estado omnipresente en su campaña y que desafortunadamente a veces ha sido malinterpretado por periodistas y ciudadanos.
“Vivir sabroso”, una filosofía de vida en el Pacífico
“Vivir sabroso” es “en forma explícita, o velada, una filosofía de vida de las comunidades afrocolombianas, afrodescendientes y algunas africanas”, dicen los investigadores Ángela Mena y Yeison Meneses en un artículo titulado “La filosofía de vivir sabroso” que citó el medio local La Silla Vacía en el marco de la campaña para las elecciones presidenciales que ganó la fórmula de Gustavo Petro y Francia Márquez.
El concepto implica, explican los investigadores, “un modelo de organización espiritual, social, económica, política y cultural de armonía con el entorno, con la naturaleza y con las personas” y es parte del acervo lingüistico del Pacífico, especialmente del departamento del Chocó. A esta misma conclusión llega la antropóloga Natalia Quiceno, según el medio, en su libro de 2016 “Vivir Sabroso: luchas y movimientos afroatrateños, en Bojayá, Chocó, Colombia”.
Vivir sabroso es “vivir en armonía con la naturaleza, la comunidad, las costumbres y las propias tradiciones”, explica por su parte Francisco Cortés Rodas, profesor Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia, en un artículo en la página de la institución que ahonda en esta cuestión.
El cuidado del medio ambiente está en el centro del programa de Petro y Márquez, quien fue galardonada en 2018 con el Premio Goldman, algo así como un ‘Premio Nobel del Medio Ambiente’, por su lucha en la comunidad de La Toma “parar la minería ilegal de oro en su tierra ancestral” que estaba contaminando con mercurio el río en el que pescaba toda su comunidad.
La paz, clave para “vivir sabroso” según Francia Márquez
Francia Márquez ahondó en múltiples ocasiones durante la campaña en el concepto, por ejemplo en una entrevista con Noticias Caracol en marzo en la que subrayó que vivir sabroso implica poder vivir en paz.
“Vivir sabroso no solamente es plata”, respondió ante una pregunta sobre qué implica, “es posibilidades de que la gente no viva con miedo, es posibilidades de que la gente pueda vivir en sus territorios tranquilos, en paz, si la guerra nos ha arrancado las posibilidades de vivir tranquilos”.
Márquez, originaria del Cauca y con una trayectoria de activista, afirmó que “la política de muerte” ha quitado a las poblaciones la posibilidad de “vivir sabroso”. “Nos condenó a vivir en medio del sufrimiento, del dolor, de la tristeza (…) A los jóvenes les impidió seguir viendo, les han arrancado los ojos. A las mamás les quitaron el amor y la alegría de ver crecer a sus hijos, de verles triunfar, de verles hacer sus sueños realidad”, ha dicho.
(El Pacto Histórico ganó, según la distribución geográfica del voto, en las zonas de Colombia más afectadas por el conflicto armado y en las que en 2016 triunfó el “Sí” en el plebiscito sobre el acuerdo de la paz con las FARC que promovió el entonces presidente Juan Manuel Santos).
El vínculo entre “vivir sabroso” y la presencia del Estado en las zonas olvidadas
Este modo de vida también supone “tener unas condiciones de dignidad”, dijo en ese entonces Márquez, lo que implica para ella que el Estado llegue con su presencia a las zonas de Colombia donde no lo ha hecho y garantice los derechos a poblaciones como los jóvenes, mujeres, afrodescendientes, palenqueros, indígenas y raizales.
Este discurso tras el triunfo electoral, justamente, coincide con lo que el analista político Augusto Reyes califica como el cinturón de la victoria” de Petro y Márquez, que es “es el territorio que históricamente ha sido el territorio que se queda atrás, el territorio donde las grandes inversiones estatales no llegan o se demoran, son los territorios donde la gente se siente olvidada”.
Cuando Aristóteles hablaba de la “vida buena”
“‘Vivir sabroso’ como forma de vida —que tiene diferentes nombres y puede expresarse de diferentes maneras— ha sido conocida y practicada en distintos períodos y regiones del mundo”, escribe Cortés Rodas, y se refiere al filósofo de la Grecia antigua Aristóteles que, varios siglos antes de nuestra era, ya hablaba de una “vida buena”.
Y, dice Cortés Rodas, en varias lenguas nativas de Latinoamérica existen expresiones para denominar esta “vida buena”. Qamaña sum en aymara, sumak kawsay en quechua y ñande reko o teko porã en guaraní son algunas de las menciona. También hay expresiones similares en otras comunidades indígenas como los mapuches y los achuar, y hasta en la tradición maya.
En todos los casos implican “vivir en armonía y equilibrio con la naturaleza, el hombre y la sociedad”.
Con información de Melissa Velásquez y Sebastián Jiménez.