(CNN) – Hay un nuevo naufragio más profundo para ser identificado y estudiado, y es el USS Destroyer Escort Samuel B. Roberts (DE-413), conocido como el Sammy B.
Se encuentra a más de seis kilómetros de profundidad bajo el océano Pacífico, partido por la mitad y alojado en un talud.
Victor Vescovo, un explorador que ya ha realizado expediciones a los puntos más profundos del mundo, localizó el naufragio el 22 de junio.
Se encuentra a una profundidad de 6.895 metros, en el mar de Filipinas. En comparación, el pico del monte Kilimanjaro tiene 5.896 metros, mientras que el asentamiento permanente más alto del mundo, La Rinconada en los Andes peruanos, se encuentra a 5.100 metros.
Anteriormente, el naufragio más profundo jamás identificado y estudiado fue el USS Johnston, encontrado el año pasado por Vescovo que se encuentra a 6.469 metros.
Vescovo, el piloto, y el especialista en sonares Jeremie Morizet, se sumergieron para rastrear los restos del naufragio de punta a punta. Se ha roto en dos trozos, que yacen a unos 10 metros de distancia el uno del otro.
El Sammy B. se hundió en la Batalla de Samar, el 25 de octubre de 1944, en la que la Marina de EE.UU. derrotó a la gran flota japonesa, al este de la isla de Samar, en Filipinas. Se enfrentó a tres acorazados japoneses, entre ellos el Yamato, que se decía era el más grande jamás construido. El barco estadounidense llevaba 224 tripulantes, de los cuales 89 murieron. El capitán Robert W. Copeland fue uno de los sobrevivientes.
El barco “luchó ferozmente a pesar de ser completamente superado por los acorazados y cruceros pesados japoneses a los que se enfrentó”, dijo Vescovo a CNN.
“El heroísmo de su capitán y su tripulación es legendario en la Marina, y fue un gran honor encontrar su lugar de descanso final. Creo que ayuda a cerrar la historia del barco, para las familias de los que se perdieron y los que sirvieron en él. Creo que el hecho de que un barco desaparezca en las profundidades para no volver a ser visto nunca más, puede dejar a los relacionados con el barco con una sensación de vacío”.
“El hallazgo de los barcos puede ayudar a pasar página, y también aportar detalles sobre la batalla que quizá no conocíamos antes. Como decimos, ‘el acero no miente’”.
Vescovo, fundador de la empresa de exploración Caladan Oceanic, y un equipo de EYOS Expeditions realizaron seis inmersiones a lo largo de ocho días en busca del barco, así como de otro buque estadounidense, el Gambier Bay.
Los registros anteriores que apuntaban a la ubicación de los barcos habían sido inexactos, pero el equipo contó con la ayuda de un sonar de barrido lateral hecho a medida, así como con una investigación exhaustiva.
En un principio localizaron un lanzatorpedos de tres tubos y lo identificaron como restos del Sammy B., pues era el único de los barcos hundidos en tener dicho elemento. El último día, localizaron los restos del naufragio.
Vescovo calificó de “honor” encontrar el barco, diciendo en un comunicado que localizarlo había dado al equipo la oportunidad de “volver a contar su historia de heroísmo y deber”.
“En tiempos difíciles, es importante reflexionar sobre aquellos que sacrificaron tanto, tan voluntariamente, en tiempos aún más difíciles para asegurar nuestras libertades y forma de vida”, dijo.
“Siempre me asombra la extraordinaria valentía de quienes lucharon en esta batalla contra probabilidades realmente abrumadoras… y ganaron”.
Y dijo a CNN que ni siquiera habían estado seguros de que el viaje fuera a tener éxito.
“El Sammy B. es un buque pequeño en cuanto a barcos militares, y no estábamos realmente seguros de poder encontrarlo en el vasto y extremadamente profundo océano donde se hundió. Pero gracias a la perseverancia, a un gran análisis histórico, a la tecnología de las profundidades marinas y al trabajo duro, pudimos encontrarlo y ofrecer una gran oportunidad para contar su increíble historia”, explicó.
“Es increíblemente emocionante encontrar un naufragio en el fondo del océano, dadas todas las dificultades para tratar de encontrarlos. Es un privilegio inmenso ser la primera persona en verlos después de que se hundieran en batalla hace casi 80 años”.
Kelvin Murray, jefe de Expedición y director de Operaciones de Expedición y Proyectos Submarinos de EYOS, dijo:
“Como siempre, ha habido un increíble y dedicado esfuerzo por parte de todo el equipo: la tripulación del barco, el equipo de submarinos, los historiadores y otros especialistas. Utilizando una combinación de trabajo detectivesco y tecnología innovadora, todos han colaborado para revelar el lugar de descanso final de este barco tan tenaz”.
“Ha sido una expedición desafiante, emocionante y conmovedora, que reconoce a los barcos y marineros de todas las naciones que lucharon tan duro durante esta batalla. Todos estamos orgullosos de lo que se ha conseguido y conmovidos por lo que hemos presenciado”.
El equipo también bajó a más de 7.000 metros para buscar otro buque, un portaaviones, llamado Gambier Bay, pero no pudieron encontrarlo. No buscaron el otro destructor, el USS Hoel, por falta de datos.
No obstante, el Sammy B. podría no ser el naufragio más profundo durante mucho tiempo. El grupo cree que su nuevo sonar de barrido lateral de búsqueda profunda es el sonar más profundo jamás operado en un sumergible, normalmente, llegan hasta los 6.000 metros, pero este ha sido probado hasta los 11.000 metros, o la profundidad total del océano.
El equipo de Caladan Oceanic tiene previsto llevarlo hasta el fondo el mes que viene.