Nueva Delhi (CNN) – Las tensiones religiosas están en aumento en la India tras el homicidio de un hombre hindú presuntamente a manos de dos asaltantes musulmanes, mientras las autoridades intentan evitar que el video del brutal ataque circule por internet.
Las autoridades de la ciudad occidental de Udaipur, en el estado de Rajastán, anunciaron un toque de queda y bloquearon el acceso a Internet después de que los videos del incidente se hicieran virales en las redes sociales, desatando una indignación masiva en todo el país.
En un video se ve a dos hombres que empiezan a atacar a la víctima. En otro, dos hombres musulmanes parecen confesar el crimen y afirman haber “decapitado” al hombre hindú. Sin embargo, la Policía del estado dijo el miércoles a CNN que la víctima tenía cortes profundos por todo el cuerpo, incluidos cortes en el cuello, pero que no había sido decapitado.
El Ministerio del Interior de la India dijo este miércoles que había ordenado a la Agencia Nacional de Investigación, el principal grupo de trabajo antiterrorista del país, que investigara el caso.
“Se investigará a fondo la implicación de cualquier organización y los vínculos internacionales”, dijo en Twitter.
Los dos sospechosos mataron supuestamente a la víctima, un sastre, después de que apareciera en su cuenta de las redes sociales una publicación a favor de la ahora suspendida portavoz nacional del gobernante Partido Bharatiya Janata (BJP) de la India, Nupur Sharma, quien hizo comentarios despectivos sobre el profeta Mahoma del islam, dijo el miércoles a CNN Hawa Singh Ghumaria, funcionario de la Policía de Rajastán.
La víctima fue detenida el 12 de junio por presunta “exacerbación de los sentimientos religiosos” y fue puesta en libertad bajo fianza, dijo Ghumaria.
Los dos sospechosos fueron detenidos y se está llevando a cabo una investigación, según escribió el martes en Twitter el ministro principal del estado, Ashok Gehlot.
Las autoridades del estado han respondido desplegando más de 600 policías en la zona.
“Este incidente es muy lamentable”, dijo Ghumaria durante una rueda de prensa el martes, antes de instar al público a no ver los videos y hacer un llamamiento a mantener la calma.
“Habrá tensión. Siempre la hay después de un incidente así, pero todo está bajo control”, dijo.
El asesinato ha reavivado el fuego de una situación ya de por sí volátil entre la mayoría hindú de la India y su comunidad minoritaria musulmana, que representa alrededor del 14% de los 1.300 millones de habitantes del país.
Asaduddin Owaisi, legislador y presidente del partido político All India Majlis-e-Ittehadul Muslimeen, condenó el homicidio y exigió la “acción más estricta posible” contra los sospechosos.
“No puede haber ninguna justificación para ello”, escribió en Twitter el martes. “La postura constante de nuestro partido es oponerse a este tipo de violencia. Nadie puede tomarse la justicia por su propia mano”.
El líder del partido de la oposición Congreso Nacional Indio, Rahul Gandhi, dijo estar “profundamente conmocionado” por el incidente.
“No se puede tolerar la brutalidad en nombre de la religión”, escribió en Twitter. “Tenemos que unirnos para vencer el odio. Hago un llamamiento a todos para que, por favor, mantengan la paz y la hermandad”.
Las tensiones entre hindúes y musulmanes han sido una constante a lo largo de la historia moderna de la India, y ocasionalmente han estallado en violencia, pero analistas y activistas afirman que las relaciones han empeorado desde que el primer ministro Narendra Modi y su partido, BJP, ascendieron al poder con un programa nacionalista hindú en 2014.
Desde entonces, el partido gobernante ha sido acusado en repetidas ocasiones por grupos de derechos, activistas y partidos de la oposición de avivar el sentimiento antimusulmán.
El BJP dijo en una declaración en su sitio web, a principios de este mes, que el partido respetaba todas las religiones. “El BJP denuncia enérgicamente los insultos a personalidades religiosas de cualquier religión”, decía.
A principios de este mes, la India se esforzó por contener las consecuencias diplomáticas cuando al menos 15 países de mayoría musulmana condenaron los comentarios de Sharma sobre el profeta Mahoma. El incidente provocó un gran revuelo entre los principales socios comerciales árabes de la India y llamamientos en todo el golfo Pérsico a boicotear los productos indios.
Las protestas por sus comentarios se volvieron mortales en la India después de que dos niños musulmanes fueran asesinados en el estado oriental de Jharkhand este mes, con una investigación en curso para determinar quién disparó las balas mortales.
El BJP suspendió a Sharma, y el Ministerio de Relaciones Exteriores de la India emitió un comunicado en el que afirmaba que sus comentarios “no reflejan en modo alguno la opinión del Gobierno de la India”.