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Delta voló un avión exclusivamente con 1.000 maletas perdidas desde Londres a EE.UU.
00:55 - Fuente: CNN

(CNN) – “Ahora el verano de nuestro descontento”. No es exactamente lo que escribió Shakespeare en “Ricardo III”, pero para los viajeros de las aerolíneas de EE.UU. y Europa eso es precisamente lo que está ocurriendo este verano.

Los vuelos están desapareciendo de los itinerarios, algunos de último minuto, a medida que las aerolíneas no ofrecen los servicios por los que los viajeros han gastado importantes cantidades de dinero, muchas veces con la esperanza de disfrutar de su primera escapada en años. Solo en EE.UU. se cancelaron más de 1.500 vuelos el sábado y el domingo pasados, y EE.UU. se acerca a su ajetreado fin de semana festivo del 4 de julio.

Delta Air Lines redujo unos 100 vuelos diarios de su programa en julio para “minimizar las interrupciones” y emitió una exención para los viajeros del 4 de julio mientras se prepara para un volumen de pasajeros “no visto desde antes de la pandemia”. Air Canada dijo que cancelará hasta el 10% de los vuelos en julio y agosto, unos 150 al día.

En los aeropuertos, las escenas de pasajeros haciendo fila en las puertas de las terminales o acampando en los pasillos de salida son cada vez más familiares, ya que los retrasos en la seguridad, los registros e inmigración se suman al caos.

Se ha pedido a los pasajeros que lleguen aún más temprano para tomar su vuelo, y luego, para aumentar la confusión, se les pide de nuevo que no lleguen demasiado temprano. “Por favor, tenga en cuenta que solo se le puede recibir en la sala de salidas 4 horas antes de su vuelo”, avisaba esta semana el aeropuerto Schipol de Ámsterdam.

Y luego está el problema del equipaje. En el aeropuerto londinense de Heathrow, las fotografías que muestran enormes pilas de maletas separadas de sus dueños se han convertido en el emblema de las experiencias de muchos viajeros que se enfrentan a la frustración de intentar reclamar sus posesiones perdidas o esperar días para reencontrarse con ellas.

Sin soluciones inmediatas

Los aeropuertos y las compañías aéreas han tenido dificultades para sustituir a los trabajadores capacitados que fueron despedidos durante la pandemia.

En definitiva, viajar en avión es una pesadilla -incluso una apuesta- en estos momentos. Y la temporada alta apenas comienza.

Parece que no hay soluciones inmediatas. Esta semana, la aerolínea alemana Lufthansa advirtió a los pasajeros en un correo electrónico que era “improbable que la situación mejore a corto plazo”, insistiendo en que la estabilidad solo se alcanzará en invierno.

“Todavía hay demasiados empleados y recursos no disponibles, no solo en nuestros socios de infraestructura, sino también en algunas de nuestras propias áreas”, dijo. “Casi todas las empresas de nuestro sector están contratando nuevo personal, con varios miles previstos solamente en Europa”.

Incluso cuando el problema está relacionado principalmente con los aeropuertos, también puede significar retrasos y cancelaciones de vuelos. Recientemente, la compañía holandesa KLM se vio obligada a cancelar todos los vuelos europeos con destino a Ámsterdam, al parecer por la saturación del aeropuerto.

Entonces, ¿qué está pasando? Gran parte de la aviación comercial es casi una verdadera carrera de obstáculos, pero el conjunto de problemas que experimentan actualmente las aerolíneas y los aeropuertos se aleja de eso. Se trata más bien de un problema empresarial mucho más normal: la contratación de personal.

Y el sector de la aviación debería haberlo visto venir.

“No es una sorpresa”

Las multitudes y las filas en las terminales de los aeropuertos se están convirtiendo en una característica de los viajes aéreos en el verano de 2022.

“Entre sus propias investigaciones, las que han realizado mi empresa y otras y sus sistemas de reservas, los ejecutivos de las aerolíneas deberían haber visto -y, por tanto, deberían haber sabido- que habría una fuerte demanda para viajar de nuevo”, dice Henry Harteveldt, director de la empresa de investigación de mercados y asesoramiento Atmosphere Research.

“O no miraron sus propios datos, o los leyeron o interpretaron mal, pero nada de esto debería haber sido una sorpresa para las aerolíneas”.

En casi todos los casos, el problema es que se despidió a demasiada gente con experiencia durante la pandemia -despedida o salida voluntaria- y que las aerolíneas, los aeropuertos y otras partes clave del sistema de aviación no han contratado y capacitado a suficiente gente para sustituirlos.

Este punto de capacitación es importante. Como saben muy bien las aerolíneas y los aeropuertos, hay todo un proceso para conseguir el tipo de pase de seguridad que permite trabajar en un avión o en la puerta de un aeropuerto.

En el Reino Unido, también está el hecho de que no pueden recurrir a la reserva de trabajadores de la Unión Europea después del Brexit.

También suele haber una formación bastante complicada para realizar el trabajo, sobre todo porque el aspecto de muchos sistemas informáticos de los viajes aéreos parece más propio de los años 80 que del mundo moderno del iPhone o Android.

Addison Schonland, socio de la empresa de análisis e informes de aviación AirInsight, resume que los sectores probablemente afectados son “cualquier parte del sistema de viajes aéreos que tenga empleados”.

“Los despidos son fáciles, traer a la gente de vuelta con la autorización de seguridad adecuada es difícil”, dice Schonland. “Además, las aerolíneas estadounidenses, en particular, tienen fama de ser empleadores poco fiables -los ciclos de auge y decadencia significan carreras inestables-, además de que el trabajo requiere personas capacitadas y es un trabajo agotador. Estas personas tienen probablemente opciones más atractivas ahora”.

Algunos de los problemas giran en torno a la excesiva subcontratación.

Receta para el desorden

Las pilas de maletas separadas de sus dueños en el aeropuerto londinense de Heathrow se han convertido en el emblema de los actuales problemas del transporte aéreo.

En muchos aeropuertos, sobre todo en Europa, tareas clave como el registro, la seguridad, el equipaje, las puertas de embarque y las operaciones aeroportuarias son realizadas por personal que trabaja para empresas externas que las aerolíneas y los aeropuertos contratan. A menudo los verá con un uniforme poco llamativo que no es el mismo que el de los propios empleados de la aerolínea.

Esta gente hace un trabajo que en algunos casos es bastante duro, como levantar maletas al aire libre bajo la nieve y el sol, trabajar antes del amanecer y hasta altas horas de la noche, y tratar con pasajeros cada vez más frustrados.

En parte, también es una verdadera cuestión de relaciones laborales.

Por ejemplo, durante la pandemia, British Airways pidió a algunos empleados del Reino Unido que aceptaran un recorte salarial del 10%. Desde entonces, a algunos trabajadores se les ha subido el sueldo, pero no al personal de registro (o check-in) de Heathrow, que ahora está dispuesto a hacer huelga para conseguirlo. British Airways dijo que está decepcionada con la medida y espera encontrar una forma de evitar la huelga.

Sea cual sea el lado del Atlántico en el que te encuentres, es una receta para el desorden.

En Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación (FAA) se enfrenta a problemas por la escasez de controladores aéreos, afirma Harteveldt, de Atmosphere Research.

“Las restricciones sanitarias relacionadas con covid-19 limitaron la capacidad de la FAA para contratar y formar nuevos controladores aéreos en 2020 y 2021”, afirma. “Además, los controladores aéreos deben jubilarse a los 56 años, y el calendario no se detuvo durante esos dos años”.

“La FAA está contratando activamente a personas para que se conviertan en controladores aéreos, pero el proceso de formación lleva su tiempo. Mientras tanto, las compañías aéreas programan más vuelos a algunos destinos, especialmente a Florida, de los que la FAA puede atender.

“Así que incluso cuando el clima es bueno, la FAA en ocasiones tiene que dar a algunos vuelos rutas más largas y menos directas que pueden provocar retrasos, con el fin de repartir la carga entre sus centros de control de tráfico aéreo”.

¿Qué deben hacer los pasajeros?

El mejor consejo que puedo darles, como periodista de aviación que nunca ha visto tantos disturbios, es que reserven de manera defensiva.

– Considera alternativas al vuelo, si tu viaje es posible en menos de ocho horas en tren, barco, autobús o automóvil. Si no viajas con personas que tienen que volver a la escuela en otoño, considera un viaje en septiembre u octubre en lugar de julio o agosto.

– Si tienes que volar, elige vuelos sin escalas en lugar de vuelos con conexiones, si están disponibles y son asequibles. Las conexiones añaden complejidad y aumentan la posibilidad de cancelaciones o retrasos, sobre todo en los vuelos que pasan por lugares que pueden sufrir graves problemas meteorológicos en verano.

– En Europa, elige los centros de operaciones más pequeños con buena reputación por su eficiencia y sin que se hayan registrado recientemente grandes perturbaciones: Múnich, Zúrich y Viena son las apuestas más seguras.

– Elige los vuelos más temprano en el día en lugar de más tarde: eso significará más opciones para viajar ese mismo día en caso de que tu vuelo se cancele o se retrase significativamente. En la medida de lo posible, evita las conexiones cortas (menos de un par de horas).

– Opta por aerolíneas que ofrezcan muchos vuelos al día en una ruta, en lugar de las que solo tienen uno o dos.

– Investiga qué otras opciones hay en una ruta. Si te presentas el día y hay tormentas en Dallas o Houston, ¿puedes pedir al agente de la aerolínea que te haga pasar por Chicago, Filadelfia o Dulles en su lugar?

– Algunas aerolíneas ofrecen registro y seguridad rápidos, acceso a la sala VIP y embarque prioritario como un extra de compra, y eso es una oferta mucho mejor que nunca. O, en EE.UU., considera el TSA PreCheck. Accede a tu reserva cada pocas semanas para ver si hay opciones de mejora con descuento: es un buen momento para derrochar en comodidad extra y beneficios rápidos.

– Únete al programa de viajero frecuente de tu aerolínea. No solo obtendrás algunas millas, sino que la mayoría de los sistemas de cambio de reserva darán prioridad a los pasajeros frecuentes de alguna manera, incluso a aquellos cuyos saldos de millas son bajos. Utiliza también la aplicación de la aerolínea, que facilitará cualquier cambio de reserva.

– En el caso de que las opciones de cambio de reserva en la aplicación no funcionen, las llamadas telefónicas o las redes sociales pueden funcionar. Las aerolíneas suelen responder a los mensajes directos a través de Twitter. La plataforma también es buena para las actualizaciones de la aerolínea, el aeropuerto o incluso el clima.

– Empaca ligero y opta por llevar solamente el equipaje de mano, si puedes. Si necesitas registrar las maletas, guarda la ropa de un par de días y cualquier elemento esencial en tu equipaje de mano. Lleva bocadillos, cargadores y carga tus dispositivos con televisión y películas. Y lleva lo más importante este verano -y en cualquier momento que viajes-: paciencia.

Buena suerte, y no dudes en hacer preguntas en Twitter, donde puedes encontrarme como @thatjohn.

El periodista de aviación John Walton está especializado en la experiencia de los pasajeros. Con más de una década de experiencia en aeronaves, asientos, cabinas, conectividad, digital, diseño, marketing y branding, tiene una perspectiva única de lo que hace funcionar a la mayor industria del mundo. Se le puede encontrar en Twitter en @thatjohn.