Colombo, Sri Lanka (CNN) – Sri Lanka está “en bancarrota”, dijo este martes el primer ministro Ranil Wickremesinghe, mientras el país sufre su peor crisis financiera en décadas, dejando a millones luchando para comprar alimentos, medicinas y combustible.
Wickremesinghe dijo a los legisladores que las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reactivar la economía “colapsada” del país son “difíciles”, porque la nación del sur de Asia, que tiene 22 millones de habitantes, entró en las conversaciones como un país en bancarrota, en lugar de uno en desarrollo.
“Ahora estamos participando en las negociaciones como un país en bancarrota. Por lo tanto, tenemos que enfrentar una situación más difícil y complicada que las negociaciones anteriores”, dijo Wickremesinghe en el Parlamento.
“Debido al estado de quiebra en el que se encuentra nuestro país, tenemos que presentar un plan sobre la sostenibilidad de nuestra deuda (al FMI) por separado”, agregó Wickremesinghe. “Solo cuando estén satisfechos con ese plan podemos llegar a un acuerdo a nivel de personal. Este no es un proceso sencillo”.
La crisis financiera y la bancarrota de Sri Lanka
Sri Lanka se encuentra en medio de su peor crisis financiera en siete décadas, luego de que sus reservas de divisas se desplomaran a mínimos históricos, con dólares agotándose para pagar las importaciones esenciales, incluidos alimentos, medicinas y combustible.
Las escuelas han sido suspendidas y el combustible se ha limitado a los servicios esenciales. En varias ciudades importantes, incluida la capital comercial, Colombo, cientos siguen haciendo cola durante horas para comprar combustible, a veces chocando con la policía y el ejército mientras esperan.
El domingo, el ministro de Energía de Sri Lanka, Kanchana Wijesekera, dijo que al país le quedaba menos combustible para un día.
“En términos de combustible y alimentos, nuestro país iba a tener que enfrentar esta crisis en algún momento. El combustible escaseaba. Los precios de los alimentos subieron”, dijo, y agregó que las crisis internacionales como la guerra de Rusia en Ucrania han empeorado las cosas.
“Debido a las recientes crisis mundiales, esta situación se ha agudizado y los que estábamos en la sartén caímos en el horno”, dijo Wijesekera.
El martes, el primer ministro Wickremesinghe dijo que esperaba que en agosto se presentara al FMI un informe sobre la reestructuración y la sostenibilidad de la deuda. Una vez que haya un acuerdo, se prepararía un programa integral de asistencia crediticia por un período de cuatro años, dijo Wickremesinghe.
Su discurso en el parlamento fue interrumpido por legisladores de la oposición que coreaban gritos de “Gota go Home”, una referencia al presidente Gotabaya Rajapaksa, que estaba presente.
Durante meses, un gran número de habitantes de Sri Lanka ha pedido la dimisión de Rajapaksa por acusaciones de mala gestión económica.
Wickremesinghe dijo que para finales de este año la inflación subirá al 60%.
“Este será un viaje difícil y amargo”, dijo Wickremesinghe. “Pero podemos obtener alivio al final de este viaje. Se puede avanzar”.
El gobierno británico dijo el martes que ahora está desaconsejando todos los viajes a Sri Lanka, excepto los esenciales, debido al impacto de la crisis económica.