(CNN) – La tercera ola de calor del aún joven verano está abrasando el sur de Estados Unidos, y “empeorará… antes de mejorar”, advierte el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
Más de 65 millones de personas en 16 estados estaban bajo alerta de calor, con índices de calor mayores a 38 grados Celsius que se esperaban en ciudades como Dallas; St. Louis; Memphis, Tennessee; Little Rock, Arkansas; Birmingham, Alabama; Atlanta; y Raleigh, Carolina del Norte.
La más reciente ola de calor continúa con una tendencia que se ha dado en las últimas semanas en todos los continentes del hemisferio norte, y que será más frecuente con el cambio climático inducido por el hombre, dijeron este jueves los expertos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus.
Las temperaturas por encima de lo normal estaban previstas a dispararse este jueves hasta los 32 y 38 grados Celsius desde el centro y el sur de las Llanuras hasta el sureste. Junto con la incómoda humedad alta, se tuvo una sensación entre 43 y 46 grados en algunos lugares.
Y se pronostican temperaturas por encima de lo normal hasta bien entrada la próxima semana en todo el sur, mucho más que el promedio de cuatro días. Dallas ya ha visto varios días por encima de 38 grados y se espera que continúe la tendencia hasta por lo menos mediados de la semana, poniendo a este periodo en la carrera por la racha consecutiva más larga de 38 grados de la ciudad desde 2011.
“Igual de preocupante es que las temperaturas bajas seguirán siendo muy cálidas durante la noche, proporcionando poco alivio a las condiciones sofocantes del día”, dijo el Centro de Predicción Meteorológica.
Más de 100 récords de temperaturas bajas y cálidas podrían empatarse o romperse durante las próximas tres mañanas, con mínimas entre los 21 y los 27 grados. Memphis y Tulsa, Oklahoma, son algunos de los lugares donde se espera que las mínimas nocturnas se mantengan por encima de los 27 grados.
“El calor excesivo es especialmente peligroso para las poblaciones vulnerables”, advierte el centro de predicción.
El calor es la primera causa de las muertes relacionadas con el clima en Estados Unidos, y las personas que se encuentran en lugares en los que la temperatura va a aumentar deben estar atentas a las dolencias relacionadas con el calor, como calambres, agotamiento e insolación. El calor puede incluso matar.
El calor excesivo también puede dañar los cultivos, herir o matar al ganado y aumentar el riesgo de incendios forestales. Además, puede provocar cortes de electricidad, ya que el aumento de la demanda de aire acondicionado pone a prueba la red eléctrica, según la Agencia de Protección del Medio Ambiente.
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Las olas de calor globales son consecuencia del calentamiento del clima
La última ola de calor de Estados Unidos se suma a una serie de olas de calor mundiales relacionadas con el calentamiento del clima, según el informe mensual del Servicio de Cambio Climático de Copernicus. Este año, el planeta ha experimentado el tercer mes de junio más caluroso del que se tiene constancia, mientras las olas de calor de principios de verano afectaban a partes de Europa, Asia y América del Norte, según el informe.
En las regiones en las que se produjeron estas olas de calor —zonas terrestres no tropicales del hemisferio norte—, las temperaturas de junio se calentaron aproximadamente el doble de rápido que en todo el mundo desde la década de 1970, señala el informe.
El mes pasado se batieron decenas de récords de calor en Estados Unidos, Europa occidental, Japón y el norte de China.
El este y el centro de EE.UU. se calentaron durante gran parte de junio en medio de olas de calor consecutivas. La persistente cúpula de calor provocó cientos de récords desde las Llanuras hasta el sur.
Una localidad del sur de Francia superó los 40 grados Celsius el 16 de junio, la primera vez que Francia continental alcanzó esa marca. Días más tarde, varias localidades del país batieron récords de temperatura en junio, y algunas incluso establecieron récords históricos.
Japón terminó el mes con una ola de calor que batió el récord y que también incluyó la temperatura de 40 grados más temprana del país, un récord que se había establecido en 1875.
Las olas de calor en Europa y Asia son excepcionales pero no inesperadas, según el informe de Copernicus.
“En consonancia con las pruebas presentadas en el último informe de evaluación (del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, o IPCC por sus siglas en inglés), se observa un aumento de la frecuencia e intensidad de las olas de calor y que este aumento, según el IPCC, puede atribuirse al cambio climático inducido por el hombre y se prevé que continúe en el futuro a medida que el clima siga calentándose a nivel mundial”, señala el informe Copernicus.
“Se espera que olas de calor similares a las observadas este año sean más frecuentes y graves en los próximos años, tanto en Europa como en otros lugares”, dijo Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus.