(CNN Español) – La vaquita marina, una rara especie marina que habita en el alto golfo de California, en México, está al borde de desaparecer y su población se ha reducido en un 98,6% en la última década, según un estudio publicado en The Royal Society Open Science.
De no terminar con la pesca ilegal, los científicos advierten que su extinción podría ser inminente después de que se identificaran solamente unas 10 vaquitas marinas en las aguas del mar de Cortés, su refugio entre Baja California y Puerto Peñasco en Sonora.
A propósito del Día Internacional de la Vaquita Marina, que se celebra el 18 de julio, conoce las razones por las que la marsopa más pequeña del mundo podría desaparecer muy pronto, cuántas quedan actualmente y de qué depende su conservación.
La pesca ilegal, su mayor enemigo
El destino de la vaquita marina —Phocoena sinus, una especie de marsopa, que es a su vez una familia de cetáceos— depende de otro animal marino que habita en la misma región: el pez totoaba, que es similar al róbalo y tiene una vejiga natatoria muy codiciada en China.
¿Pero por qué está amenazada? Lo que sucede es que las vaquitas marinas son capturadas accidentalmente y se ahogan tras quedar atrapadas en las redes de enmalle que se colocan de manera ilegal para atrapar al totoaba, calificado también como vulnerable en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Y es que en la medicina tradicional china se cree que los buches de pescado secos son afrodisíacos y ofrecen un sinfín de beneficios para la salud. En el mercado negro de ese país, el kilogramos de buche se puede vender hasta por US$ 8.000, según el Gobierno de México. No en vano se le ha denominado “la cocaína del mar”.
¿Cuántas vaquitas marinas quedan y dónde habitan?
La vaquita marina es una especie endémica del golfo de California, también conocido como mar de Cortés, en el noroeste de México, lo que quiere decir que solo vive allí. Específicamente su rango de distribución se halla “al norte de una línea imaginaria que conecta Puertecitos en Baja California y Puerto Peñasco en Sonora”, según la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp) de México.
La cifra de vaquitas marinas es alarmantemente baja, así como la rapidez con la que decreció la población de este mamífero: en 1997 se estimaba que había poco más de 560 ejemplares, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la cifra descendió a 200 para 2005 y unos 15 años después queda cerca de una decena.
En el recuento más reciente, de 2021, los investigadores estiman que había cerca de 10 vaquitas marinas en la zona de tolerancia cero, polígono de 288 kilómetros cuadrados en el alto Golfo de California donde la pesca está prohibida al igual que el acceso a cualquier embarcación, salvo que cuente con autorización.
¿De qué depende su conservación?
Aunque suene a una solución obvia, los científicos no paran de advertir que la única manera de conservar a esta especie es poniendo fin a la pesca ilegal.
En 1997 quedaban 567 vaquitas marinas, lo que motivó la creación del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), conformado por científicos expertos en cetáceos que tenían el objetivo de asesorar al Gobierno de México para crear un plan de recuperación.
Desde su primera reunión, el CIRVA concluyó que las redes de enmalle eran la mayor amenaza para la vaquita marina por lo que desde entonces enfatizó en la necesidad de reducir a cero la captura accidental de vaquitas y el desarrollo de artes de pesca alternativas.
“En un periodo muy breve, una serie de eventos accidentales en cierto lugar y momento podrían generar la desaparición definitiva de la especie; el riesgo es inminente de seguir la pesca ilegal como hasta ahora”, señaló Luis Medrano González, investigador y profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de México.
México ha prohibido la pesca del totoaba y ha hecho ilegal la pesca con redes de enmalle en los lugares donde viven las vaquitas, pero la práctica continúa sin cesar.
“El problema de la vaquita es claro: su altísima mortalidad en las redes de pesca, específicamente las usadas para la totoaba, un pez que también está en ese riesgo y del cual en principio está prohibida su captura”, agregó Medrano González.
En 2021, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del Gobierno de México informó que definió nuevos indicadores “para la verificación, vigilancia y supervisión” de la pesca en el norte del golfo de California.
Con información de Ashley Strickland y Ángela Reyes