(CNN)– El quidditch, el deporte de la vida real inspirado en el juego aéreo que practican los jóvenes magos de “Harry Potter”, abandona su nombre extravagante. Ahora, los atletas se montarán en escobas para jugar al quadball.
El US Quadball y la Major League Quadball, los dos organismos que rigen este deporte en Norteamérica, han anunciado esta semana el nuevo nombre de “quadball”, que entrará en vigor este verano. La Asociación Internacional de Quidditch tiene previsto adoptar también el nuevo nombre, según las organizaciones.
El cambio de nombre se debe a dos razones, según los organismos rectores: el deporte quería separarse de la autora de “Harry Potter”, J.K. Rowling, y de su retórica antitransgénero. Además, ninguna de las dos organizaciones era propietaria de la marca “quidditch”. (Warner Bros., que posee la marca “quidditch”, y CNN comparten la empresa matriz Warner Bros. Discovery).
Rowling ha compartido cada vez más opiniones que apuntan a las personas transgénero, especialmente a las mujeres trans. Sus comentarios han alejado a muchos de sus fans y a varios de los actores que han llevado sus historias a la pantalla, como Daniel Radcliffe y Emma Watson, que han apoyado públicamente a las personas trans.
Ambas organizaciones denunciaron sus posiciones, afirmando que el deporte era “uno de los más progresistas del mundo en cuanto a la igualdad de género”, en referencia a una regla que exige a los equipos no tener más de cuatro jugadores del mismo género en el campo a la vez.
Así, el pasado mes de diciembre, los entonces dirigentes del “quidditch” decidieron encontrar un nuevo nombre para el deporte mediante una encuesta a los jugadores. Las opciones de entonces incluían quadraball, quidball y el eventual ganador, quadball, entre otras.
“Este cambio de nombre supone un cambio de juego para nosotros, y queremos aprovecharlo al máximo”, dijeron los fundadores de la Major League Quadball en una carta abierta a los jugadores.
El deporte antes conocido como quidditch llegó al mundo “muggle” en 2005, cuando dos estudiantes del Middlebury College comenzaron a jugarlo en su campus. El juego es una mezcla de rugby y “quemados”, entre otros, y cuenta con aros por los que los jugadores deben pasar las pelotas. Los jugadores deben ir montados en palos de escoba durante todo el partido.
Desde su fundación, este deporte se ha extendido a 40 países y a casi 600 equipos, según sus comisiones rectoras.