(CNN Español) – Con las estufas prendidas y bebidas calientes en las manos, desde el Cono Sur observamos con atención las olas de calor que están causando estragos en Europa y Estados Unidos y nos preguntamos: ¿qué nos deparará el verano? Todavía es demasiado pronto para hacer pronósticos confiables de cara a diciembre, pero las similitudes y diferencias entre los hemisferios nos dan algunas pistas.
“Las olas de calor están siendo mucho más recurrentes en el contexto de cambio climático y se está viendo que hay cada vez más olas de calor en prácticamente todo el mundo, no solamente en Europa, acá también los eventos de olas calor van en aumento”, explicó a CNN Cindy Fernández, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional de Argentina.
El último verano en su país es la prueba: hubo una ola de calor que duró 20 días y batió 80 récords de temperatura.
Existe una diferencia clave entre el norte y el sur: el agua
Sin embargo, al analizar el fenómeno de las olas de calor hay que tener en cuenta que existe una “gran diferencia”, explica Fernández, sobre todo en términos de intensidad, entre el norte y sur: la masa de agua.
El norte es “más continental”, es decir que hay una mayor superficie de tierra, “mientras que prácticamente todo el hemisferio sur es océano”, añade la meteoróloga.
Y esta diferencia puede impactar en las olas de calor porque “el agua actúa como un modulador o moderador de las temperaturas, hace que los valores extremos no se disparen tanto”.
Diferentes, pero inmersos en la misma realidad del cambio climático
Pese a las diferencias, sur y norte comparten la realidad del cambio climático que, como han explicado los expertos en la materia, aumenta la probabilidad de que sucedan eventos meteorológicos extremos, categoría en la que entran las olas de calor que ya se han cobrado cientos de vida este 2022.
“Tener olas de calor es mucho más probable y mucho más posible en la actualidad” y si bien todavía es temprano para decir cómo se comportará el tiempo el próximo verano austral “no nos debería sorprender si tenemos olas de calor cada vez más extremas o similares a las que está viviendo Europa”, afirma Fernández.
¿Cuánto ha aumentado la temperatura en la región?
Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú son algunos de los países de Sudamérica que sufrieron olas de calor el año pasado, según el reporte sobre el Estado del clima en América Latina y el Caribe publicado por la OMM recientemente, que permite visualizar en este mapa interactivo los eventos registrados.
En la región, el aumento de temperaturas promedio ha sido de 0,2 ºC por década entre 1991 y 2021, el doble del que se registró entre 1961 y 1990, que fue de 0,1 ºC por década.
La temperatura por encima de los promedios prevaleció en todo el continente. En partes del centro de Brasil, Colombia, el centro de Chile y el centro y Sur de Argentina se registraron temperaturas de entre uno y dos grados Celsius por encima de la media, mientras que en otras áreas hubo registros por debajo del promedio.
Horizonte 2050
Las perspectivas para el mediano plazo en Sudamérica, como es de esperar, no son alentadoras.
La revista Nature publicó en 2019 una investigación titulada “Observaciones y proyecciones de las olas de calor en Sudamérica” que permite anticipar cómo se verá afectada la región según dos escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero establecidos por el Panel intergubernamental de expertos sobre cambios climáticos.
En el escenario más moderado de los dos, se espera que el porcentaje de días de calor extremo aumente entre cinco y 10 veces en el norte de Sudamérica y el desierto de Atacama y que los días de olas de calor por temporada se incrementen de menos de tres en el período 1961-1990 a entre 15 y 30 entre 2045 y 2055.
En el sur de la región la proyección es más moderada. En la Patagonia, por ejemplo, se espera que los días de calor extremo en verano suban de un 5% a cerca del 10% en los períodos mencionados anteriormente y los días de ola de calor lleguen a los cinco.
En el escenario más pesimista de emisiones la situación se torna mucho más drástica. Para fines del siglo, según el estudio, el porcentaje de días extremadamente calurosos podría alcanzar el 100% en el norte de la región y más del 80% en el desierto del Atacama.
Las olas de calor y los récord de temperatura diarios afectarán fuertemente a las grandes ciudades tropicales, según el estudio.
Con información de Carolina Melo.