(CNN) – Las concentraciones más elevadas de tetrahidrocannabinol o THC, la parte de la planta de marihuana que produce la sensación de estar drogado, están provocando que más personas se vuelvan adictas en muchas partes del mundo, según una nueva revisión de estudios.
En comparación con las personas que consumen productos de menor potencia (normalmente de 5 a 10 miligramos por gramo de THC), las que consumen cannabis de mayor potencia tienen más probabilidades de sufrir adicción y consecuencias para la salud mental, según el estudio publicado el lunes en la revista académica Lancet Psychiatry.
Los científicos establecieron una “unidad de THC estándar” de 5 miligramos de THC para la investigación. Se dice que esa cantidad produce una intoxicación leve para los consumidores no habituales.
“Uno de los estudios de mayor calidad incluidos en nuestra publicación descubrió que el consumo de cannabis de alta potencia, en comparación con el de baja potencia, estaba relacionado con un riesgo cuatro veces mayor de adicción”, dijo el coautor del estudio Tom Freeman, profesor titular del departamento de psicología y director del grupo de adicción y salud mental de la Universidad de Bath, en el Reino Unido, en un correo electrónico.
En Estados Unidos, alrededor de 3 de cada 10 personas que consumen marihuana padecen un trastorno por consumo de cannabis, el término médico para referirse a la adicción a la marihuana, según los Centros de Enfermedades y Prevención de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
El Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA, por sus siglas en inglés) constató un aumento del 76% de las personas que inician tratamiento por adicción al cannabis en la última década, “mientras que la potencia del cannabis siguió aumentando durante el mismo periodo”, señaló Freeman.
Además, “un informe de las Naciones Unidas reveló que en las últimas dos décadas, la proporción de personas que buscan tratamiento por adicción al cannabis ha aumentado en todas las regiones del mundo, excepto en África”, dijo.
Un aumento anual de la potencia
En un gramo de hierba de cannabis, la parte superior seca y cosechada de las plantas de marihuana hembra que se suele fumar, las concentraciones de THC aumentan aproximadamente 2,9 miligramos cada año, según un estudio realizado en 2020 por Freeman y su equipo de la Universidad de Bath.
En la resina de cannabis, la savia marrón y pegajosa de la planta con la que se elaboran extractos y concentrados, los niveles de THC aumentaron aproximadamente 5,7 miligramos cada año desde 1975 hasta 2017, según el estudio.
Los productos concentrados pueden alcanzar niveles extremadamente altos de THC.
Los expertos temen que este aumento anual de la potencia no esté claro para los consumidores. A pesar de que la etiqueta de un producto podría decirle a una persona la “potencia precisa” de THC en una tienda donde se vende legalmente la marihuana, “las personas que compran cannabis ilegalmente pueden no poder acceder a información confiable sobre la potencia del producto que están usando”, dijo Freeman.
“Sin embargo, ciertos tipos de cannabis suelen ser más potentes que otros: los extractos de cannabis suelen ser más potentes que la flor de cannabis”, añadió.
Aunque la gente intenta ajustar su consumo cuando la potencia de su cannabis varía, “por ejemplo, añadiendo menos cannabis a su porro o inhalando menos profundamente”, estos esfuerzos no funcionan del todo, dijo Freeman. Esto significa que “los productos de mayor potencia siguen suministrando una mayor dosis de THC a los consumidores que los productos de menor potencia”, dijo.
La salud mental se ve afectada
A medida que la marihuana se volvió más potente, aumentaron los casos de psicosis asociados a la marihuana, según la revisión. La psicosis es una “pérdida de contacto con la realidad” que puede caracterizarse por escuchar voces y tener delirios, dijo Freeman.
“Las pruebas que relacionan la potencia del cannabis con la adicción y la psicosis son muy claras”, dijo.
Los consumidores de cannabis de alta potencia parecen tener un aumento significativo de la probabilidad de desarrollar un trastorno de ansiedad generalizada que los que fuman tipos de marihuana menos intensas, según un estudio de 2020.
Sin embargo, la nueva revisión de estudios encontró una conexión “más variada” entre el aumento de la potencia de la marihuana y la depresión y la ansiedad, “lo que significa que el impacto no está claro para estos otros resultados de salud mental”, dijo Freeman.