Riverside, California (CNN) – Durante 17 años, Ana Duran trabajó a tiempo completo como agente de viajes. A finales del año pasado perdió ese trabajo, poco antes de ver el precio de los huevos subir a US$ 7,99 la docena y el precio de un solo aguacate subir a US$ 2,99 en su tienda local. En junio, llenar el tanque de gasolina le costó US$ 94, en lugar de los US$ 50 que le costaba el año pasado.
Duran recibe un subsidio por desempleo y trabaja a medio tiempo como cuidadora de un residente en un hogar para la tercera edad. Para llegar a fin de mes, también ha estado vendiendo sus propias joyas de oro y recogiendo latas de aluminio para reciclarlas y conseguir un dinero extra.
Es una de las muchas personas que hacen lo que pueden para salir adelante en Riverside, California, que forma parte de la región conocida como Inland Empire, donde se registró una tasa de inflación anual del 9,4% en mayo, una de las más altas del país. La tasa de inflación media en todas las zonas urbanas de EE.UU., medida por el índice de precios al consumo del Departamento de Trabajo, fue del 8,6% en mayo.
Uno de los factores clave que contribuyen a una mayor inflación en el Inland Empire es el crecimiento de la población durante la pandemia. La gente se trasladó de las grandes ciudades a condados vecinos relativamente más asequibles, como los de Riverside y San Bernardino. Ello estimuló la demanda de bienes y servicios en una región en la que la oferta no se ha puesto al día.
En California, donde el precio medio de la gasolina ya era el más alto del país, el impresionante aumento del precio de los alimentos y el combustible en la zona ha hecho que residentes como Duran, junto con las organizaciones que tratan de ayudar a residentes como ella, encuentren nuevas formas de llegar a fin de mes.
Recortar gastos y encontrar dinero extra
“Ya no compro pollo. Ya no compro carne. Solo como atún”, dijo Duran a CNN.
Aunque el precio de la gasolina ha bajado ligeramente en el último mes, el costo medio de un galón de gasolina normal en Riverside el 25 de julio seguía siendo de más de US$ 5,60, según la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA, por sus siglas en inglés). El costo de los alimentos y de la gasolina la ha obligado a recortar gastos. Atrás quedaron los viajes al centro comercial para pasear o refrescarse. Hace los mandados por teléfono, siempre que es posible, en lugar de ir a un negocio o a otro lugar.
También empezó a recoger materiales reciclables para entregarlos y obtener un dinero extra. Duran dijo que obtiene un mejor trato del centro de reciclaje si lo entrega los domingos. Recibe US$ 1,37 por aproximadamente medio kilo de material reciclable, lo que hace que las latas de aluminio sean las más valiosas, ya que pesan más que el plástico.
Duran también ha vendido algunas de las joyas de oro que se compró en tiempos mejores.
“Pienso en el duro trabajo que hice para comprarme algo que me merecía, y ahora vinieron otros obstáculos, y tengo otras prioridades”, dijo.
Comprar alimentos con descuento cerca de la fecha de caducidad
Mientras que Duran necesita estar cerca de casa para ahorrar en gastos de combustible, a Lily Yu, residente en Riverside, no le importa conducir su auto híbrido a 112 kilómetros de distancia, hasta Palmdale, California, en busca de alimentos con descuento.
Un puñado de tiendas de la cadena Vallarta Supermarkets se asoció con Flashfood, una aplicación que ofrece una lista de alimentos que están cerca de su fecha de caducidad con grandes descuentos. Aunque Flashfood lleva mucho tiempo asociándose con tiendas de comestibles en Canadá y en algunas partes de Estados Unidos, la empresa apenas hizo su debut en California a principios de junio.
Yu, creadora de contenidos en las redes sociales, fue contactada por Flashfood para convertirse en embajadora de la marca. A través de un intérprete de lengua de señas, Yu dijo a CNN que frecuentemente compra pollo, hummus, pan y otros artículos con un 50% de descuento, solo porque están cerca de la fecha de caducidad.
Los alimentos que irían a parar al vertedero pueden ahora guardarse y venderse a los compradores que buscan una oferta, explica el CEO de Flashfood, Josh Domingues.
“Tenemos compradores que se ahorran anualmente entre US$ 5.000 y US$ 10.000 en sus compras. Tenemos historias de personas que compran neveras para ponerlas en su sótano porque están ahorrando mucho dinero en cosas como carne, y simplemente la echan en la nevera”, dijo Domingues.
Además de ahorrar dinero, Yu dijo que la aplicación también le ayuda a reducir el desperdicio de alimentos.
“No hay tanta comida que vaya a la basura y a los vertederos. Así puedo ayudar al clima y ahorrar dinero”.
Los bancos de alimentos dependen de los vecinos
Todos los miércoles por la mañana, Duran va a la Central Community Christian Fellowship de Riverside para recoger alimentos donados en su mayoría por Feeding America Riverside San Bernardino.
“Recibimos carne congelada y algunas verduras. Pero últimamente creo que ha sido muy difícil para ellos”, dijo Duran.
La sucursal de Inland Empire del banco de alimentos dijo a CNN que en el último año, varios socios de la tienda de comestibles han optado por no participar en las campañas, o han retirado su compromiso de donación debido a las limitaciones de su propia cadena de suministro.
Esto plantea un nivel de incertidumbre para la organización, donde el 90% de los alimentos de su almacén suelen ser donados, no comprados.
Para suplir la posible escasez de donaciones, Feeding America Riverside San Bernardino puso en marcha un proyecto de recogida de productos excedentes de las granjas urbanas y los huertos de los residentes.
En un caluroso martes de julio, los voluntarios de Feeding America se unieron a los voluntarios del jardín comunitario de Huerta del Valle en Jurupa Valley para recoger betabeles, zanahorias, cebollas, lechugas y limoncillo de su granja urbana.
“Con esta oportunidad de espigar, es una opción suplementaria para nosotros para asignar más productos, más bienes nutritivos de nuevo a la comunidad”, dijo Annissa Fitch, coordinador de comunicaciones para Feeding America Riverside San Bernardino. “Entendemos que hay desafíos cuando se trata de acceso a frutas y verduras frescas, y queremos proporcionar una opción para las familias que enfrentan el hambre”.
Las familias se enfrentan al mayor aumento de los precios de los alimentos en 40 años
Todo ello se produce en un momento en el que el aumento de la inflación ha reducido el presupuesto de muchos hogares para alimentos. En los 12 meses que terminaron en junio, los precios generales de los alimentos aumentaron un 10,4%, el mayor incremento anual desde febrero de 1981, según la Oficina de Estadísticas Laborales.
Joshua Dietrich, que se encarga de la distribución del banco de alimentos, dijo que el número de familias que ha visto en los últimos meses es un 25% mayor que en la misma época de 2021.
Para residentes como Durán, quien dijo que siempre ha podido mantener a su familia, las donaciones de alimentos son un salvavidas.
“Ahora estoy muy limitada. Siento que estoy un poco desamparada. Sientes que no puedes depender de ti misma. Tienes que depender de otros para sobrevivir”, dijo.