(CNN) – Un pasajero que viajaba de Bali, Indonesia, a Australia tendrá que pagar un alto precio por llevar un desayuno de McDonald’s.
El viajero, cuyo nombre no fue revelado, recibió una multa de 2.664 dólares australianos (US$ 1.874) después de que encontraran en su equipaje dos McMuffins de huevo y salchicha de ternera no declarados y un croissant de jamón al llegar al aeropuerto de Darwin, en el Territorio del Norte del país, la semana pasada.
El incidente se produjo días después de que las autoridades australianas introdujeran nuevas y estrictas normas de bioseguridad tras el brote de fiebre aftosa en Indonesia, que se extendió a Bali, un destino popular para los turistas australianos.
El Departamento de Agricultura, Pesca y Silvicultura de Australia dijo que un perro detector de bioseguridad llamado Zinta detectó en la mochila del pasajero una “gama de productos de riesgo no declarados”, entre ellos los artículos de comida rápida.
“Esta será la comida de ‘Maccas’ más cara que tenga este pasajero”, dijo Murray Watt, ministro de Agricultura, Pesca y Silvicultura, en un comunicado.
“Esta multa es el doble del costo de un pasaje de avión a Bali, pero no tengo ninguna simpatía por las personas que deciden desobedecer las estrictas medidas de bioseguridad de Australia, y las recientes detecciones demuestran que serán atrapadas”.
Medidas estrictas de bioseguridad
El comunicado continúa confirmando que el pasajero recibió “un aviso de infracción de 12 unidades por no declarar artículos de alto riesgo potencial para la bioseguridad y proporcionar un documento falso y engañoso”. Los productos incautados van a ser sometidos a pruebas de detección de la fiebre aftosa antes de ser destruidos.
“Australia está libre de fiebre aftosa, y queremos que siga siendo así”, añadió Watt.
El mes pasado, el gobierno ejecutivo federal de Australia anunció un paquete de medidas de bioseguridad por valor de US$ 9,8 millones, con nuevas medidas introducidas en todas las fronteras del país, incluyendo alfombras sanitarias para los pies en todos los aeropuertos internacionales y perros de bioseguridad tanto en el aeropuerto de Darwin como en el de Cairns, después de que la enfermedad, altamente contagiosa, comenzara a propagarse a través del ganado en Indonesia.
Los expertos estiman que un brote en Australia podría suponer un golpe económico de hasta US$ 80.000 millones.
“Los viajeros procedentes de Indonesia estarán sometidos a un escrutinio de bioseguridad mucho más estricto debido a la presencia de la fiebre aftosa en el país”, se lee en un comunicado publicado por el Departamento de Agricultura, Pesca y Silvicultura el 19 de julio.
“No declarar los riesgos de bioseguridad supondrá un incumplimiento de las leyes de bioseguridad de Australia, y cualquiera que se encuentre en infracción podría recibir un aviso de infracción de hasta 2.664 dólares australianos”.
“A los viajeros que entren en Australia con visados temporales se les puede cancelar el visado y, en ese caso, se les denegará la entrada en Australia”.
Aunque la fiebre aftosa es relativamente inofensiva para el ser humano, provoca ampollas dolorosas y lesiones en la boca y las patas de los animales de pezuña hendida, como el ganado vacuno, las ovejas, los cerdos, las cabras y los camellos, impidiéndoles comer y causándoles una grave cojera y la muerte en algunos casos.
La enfermedad puede ser transmitida por animales vivos, en la carne y los productos lácteos, así como en la ropa, el calzado o incluso el equipaje de las personas que han estado en contacto con animales infectados.
“Las consecuencias para los ganaderos si la fiebre aftosa entra en escena son demasiado desgarradoras como para contemplarlas”, declaró el mes pasado a CNN Fiona Simson, presidenta de la Federación Nacional de Agricultores.
“Pero no se trata solo de los agricultores. Eliminar US$ 80.000 millones del PIB australiano sería un desastre económico para todos”.
– Hilary Whiteman de CNN contribuyó con este reportaje.