(CNN Español) – El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, es el primer líder de izquierda que gobernará el país en su historia. Petro se posesiona este 7 de agosto, según dicta la tradición política del país, para entrar a la Casa de Nariño y ejercer el cargo de presidente hasta 2026. Ese mismo día, el presidente Iván Duque termina su mandato.
¿Por qué la toma de posesión se hace en esa fecha?
El 7 de agosto se conmemora la Batalla de Boyacá, uno de los principales momentos fundacionales de Colombia pues concluyó la campaña independentista en 1819. El llamado Ejército Libertador, que Francisco de Paula Santander organizó en los años previos por orden de Simón Bolívar, logró la victoria militar ese día y después se constituyó la Gran Colombia —que incluía los territorios que hoy son Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá— hasta 1830.
¿Qué pasa en la posesión del presidente?
La toma de posesión es un acto protocolario con varios momentos importantes. Empieza con el himno nacional, pero su elemento central es el juramento del nuevo presidente. El mandatario electo debe posesionarse ante el Congreso de la República y recitar: “Juro a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia”, según establece la Constitución. La carta política también advierte que si por cualquier motivo el mandatario no puede posesionarse ante el Congreso, “lo hará ante la Corte Suprema de Justicia o, en defecto de esta, ante dos testigos”.
Luego del juramento, se impone la banda presidencial y se procede a que el vicepresidente, en este caso la vicepresidenta Francia Márquez, tome juramento.
El evento, que se realiza tradicionalmente en la Plaza de Bolívar de Bogotá, también incluye un discurso del presidente del Congreso y del presidente electo, que suelen ser extensos por el momento que marcan. Además, asisten líderes y presidentes de otros países, cuyas invitaciones y confirmaciones de asistencia empiezan a conocerse en las semanas siguientes.
También ese día, el presidente saliente deja la Casa de Nariño, residencia y sede de Gobierno, para entregarla al nuevo mandatario que gobernará desde allí.