(CNN) – El aguacate, conocido como “oro verde”, ha aumentado su popularidad en los últimos años. Según el Foro Económico Mundial, se consumen anualmente unas 5.000 toneladas de esta fruta en todo el mundo.
Sin embargo, nuestro amor por los aguacates tiene un costo importante para el medio ambiente: para cultivar un solo kilo de aguacates se utilizan aproximadamente 2.000 litros de agua y los bosques se están talando para dejar espacio a los aguacateros.
Por eso, la investigadora y diseñadora londinense Arina Shokouhi decidió desarrollar una alternativa ecológica al aguacate: el “Ecovado”, que espera que inspire a los consumidores a pensarlo dos veces antes de rebanar la fruta para la tostada del desayuno o hacer puré la próxima tanda de guacamole.
“En realidad puede ser una solución positiva y deberíamos adoptarla porque sabemos que no podemos seguir viviendo así”, dice Shokouhi.
Un diseño “verde”
A primera vista, no se puede distinguir un Ecovado de un aguacate auténtico. el Ecovado no se distingue del auténtico. Fabricado con cera de abeja y colorantes alimentarios naturales con polvos de espinacas y carbón vegetal, la piel del Ecovado imita la cáscara del aguacate. La carne de la fruta alternativa se elabora con cuatro sencillos ingredientes: habas como base, manzana para la frescura, aceite de canola prensado en frío para la cremosidad y una pizca de avellana. Para el hueso o pepa se utiliza una castaña o avellana entera.
El Ecovado se desarrolló como parte del máster Material Futures de Shokouhi en la escuela de arte Central Saint Martins. Tras idear el concepto al final de su primer año, colaboró con el científico de la Universidad de Nottingham Jack Wallman, que había estudiado las propiedades moleculares de los aguacates para entender qué les da su textura cremosa. Tardaron ocho meses en perfeccionar la receta, dice Shokouhi.
Crear un sustituto del aguacate sostenible y atractivo fue todo un reto.
“Para empezar, la elección de los ingredientes era muy limitada porque quería que fuera 100% local. Esa fue mi primera prioridad”, dice Shokouhi, y añade que llama a esto la versión “británica”.
Shokohui quería que el Evocado ofreciera los beneficios para la salud y el medio ambiente que conlleva el consumo de alimentos de origen local.
Los chícharos y el brócoli fueron los primeros candidatos a la receta, dice Shokouhi, pero su producción local era escasa. Las habas constituyen la base del Ecovado y son relativamente fáciles de cultivar; en el Reino Unido se cosechan unas 740.000 toneladas al año.
Sin embargo, las habas son molecularmente diferentes a los aguacates y enmascarar su “olor amargo” era difícil, dice. Al final, Wallman y su equipo encontraron la forma de equilibrar los ingredientes y crear una alternativa convincente al aguacate.
Cubiertos de aguacate
Aunque ceñirse a los ingredientes locales y resaltar las dietas basadas en plantas es clave para reducir las emisiones de carbono, la producción sostenible de alimentos también se cruza con cuestiones complejas como el uso de la tierra, el abastecimiento ético y los derechos laborales, dice el Dr. Wayne Martindale, profesor asociado de conocimientos sobre alimentos y sostenibilidad en la Universidad de Lincoln del Reino Unido.
Los avances en la recopilación de datos y la tecnología blockchain en la última década han facilitado el seguimiento y el registro de las múltiples facetas de la producción de alimentos, afirma. Martindale señala la iniciativa “Responsible Commodities Facility”, adoptada en 2021 como compromiso con el cultivo de soja de deforestación cero en Brasil. La certificación beneficia económicamente a los agricultores al tiempo que ofrece garantías a los clientes.
Martindale cree que podría hacerse lo mismo con los aguacates, porque “la gente quiere saber que esos aguacates se han cultivado en tierras gestionadas de forma responsable”.
Su equipo está investigando los usos de los subproductos del aguacate, incluidos los cubiertos reciclables hechos con huesos de aguacate y los aceites de la cáscara y la pulpa para su uso en lubricantes y alimentos.
En lugar de omitir por completo las frutas y verduras importadas, Martindale cree que la moderación es un paso en la dirección correcta. El Ecovado de Shokouhi muestra una “creatividad increíble”, dice, pero se pregunta si el producto puede ampliarse para convertirse en una alternativa viable a las importaciones de aguacates.
Desde que se graduó, el producto de Shokouhi ha despertado el interés de posibles inversores, dice. Aunque todavía está perfeccionando el Ecovado, espera que acabe vendiéndose en los supermercados a un precio similar al de los aguacates de verdad. Shokouhi también ha experimentado con granos de edamame japoneses y le intriga la idea de producir el Ecovado en otros países utilizando diferentes ingredientes locales en el futuro.
Espera que los escépticos den una oportunidad al Evocado.
“El sabor tal vez no sea 100% exacto al del aguacate”, dice Shokouhi, “pero eso no importa como alternativa mientras puedas comerlo con tu masa madre, y sepa bien y tenga el mismo aspecto y sea saludable”.