El Dr. Ricardo Cruciani sale del centro de justicia penal en Filadelfia el 21 de noviembre de 2017, tras declararse culpable de cargos menores por manosear a mujeres en una clínica.

(CNN) — Ricardo Cruciani, un neurólogo de Manhattan condenado recientemente por agredir sexualmente, abusar y violar a seis pacientes, fue hallado muerto en la cárcel de Rikers Island, en Nueva York, este lunes, informaron las autoridades.

Cruciani, de 68 años, fue acusado de violar a algunas de sus pacientes y les recetó poderosos analgésicos en exceso para mantener su control sobre ellas. El neurólogo murió en las instalaciones de la prisión a las 6:30 a.m., según un comunicado del Departamento de Correccionales de la Ciudad de Nueva York. De acuerdo a la agencia, la causa de la muerte se encuentra bajo investigación.

Equipos médicos de emergencia acudieron la cárcel cuando se encontró a un recluso ––luego identificado como Cruciani–– que estaba inconsciente con un paro cardíaco a las 5:50 a.m., según un portavoz del Departamento de Bomberos de Nueva York. Al hombre lo declararon muerto en el lugar, indicó el portavoz.

Cruciani permanecía detenido en Rikers Island a la espera de su sentencia, programada para septiembre. Esta muerte se suma a por lo menos otras 10 que han ocurrido en una instalación del Departamento de Correccionales de la Ciudad de Nueva York en lo que va 2022. Y también marca el deceso más reciente en una serie de muertes en Rikers, una prisión conocida por reportes de violencia y condiciones brutales.

Piden “una investigación inmediata” sobre la muerte

El abogado de Cruciani, Frederick Sosinsky, confirmó la muerte y agregó que había solicitado que al médico lo pusieran bajo custodia protectora y bajo vigilancia suicida cuando recibió la condena el pasado 29 de julio.

“Hasta donde sabemos, ninguna de estas condiciones se cumplió nunca”, dijo Sosinsky en un comunicado. “Si se hubiera hecho, no estaríamos teniendo esta terrible discusión. Pedimos una investigación inmediata y objetiva sobre las circunstancias reales de la muerte de Ricardo. Incluida, más fundamentalmente, por qué en el mundo de las correccionales no siguió las órdenes de la corte con respecto a la ubicación de Ricardo”, añadió.

El Departamento de Correccionales informó en un comunicado que se llevará a cabo una investigación para determinar las circunstancias que rodearon la muerte de Cruciani.

“Me entristece profundamente saber de la muerte de esta persona bajo custodia”, dijo el comisionado del departamento, Louis Molina, en un comunicado. “Llevaremos a cabo una revisión interna preliminar para determinar las circunstancias que rodearon su muerte. Nuestras oraciones están con sus seres queridos”, añadió.

La Asociación Benéfica de Funcionarios de Correccionales, sindicato que representa a los agentes dentro de las instalaciones del Departamento de Correccionales, entre ellas Rikers Island, dijo que Cruciani no estaba bajo vigilancia suicida.

“Por lo general, cuando un recluso pasa a nuestra custodia por primera vez y se enfrenta a un delito grave de alto perfil, se le pone bajo vigilancia suicida, lo que requiere un funcionario adicional para supervisar a ese recluso”, explicó el presidente del sindicato, Benny Boscio, en un comunicado.

“El hecho de que a este recluso no lo hayan puesto bajo vigilancia suicida plantea serias dudas. Nuestros funcionarios no son responsables de este trágico incidente, que claramente fue una falla de gestión”, señaló.

Los antecedentes de Ricardo Cruciani

Cruciani recibió su sentencia el mes pasado, después de que un jurado considerara que manipuló y abusó de seis pacientes en un hospital de la ciudad de Nueva York, así como en instalaciones en Nueva Jersey y Pensilvania, según un comunicado del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, en el momento de la condena.

El neurólogo, que se suponía ayudaría a sus pacientes a lidiar con enfermedades de dolor crónico, manoseaba y besaba a la fuerza a sus víctimas antes de usar su entrenamiento psiquiátrico para manipularlas, dice el comunicado. Cruciani también recetó potentes analgésicos en exceso a las mujeres, tanto que se volvieron adictas, pero solo podían acudir a él, pues ningún otro médico les recetaba la cantidad que necesitaban para mantener la adicción, según el pronunciamiento.

Después de un juicio de un mes que incluyó el testimonio de las víctimas, Cruciani fue declarado culpable de 12 cargos, incluidos cargos relacionados con agresión sexual, abuso sexual y violación, según el fiscal de distrito de Manhattan.

Cruciani, quien también fue presidente del Departamento de Neurología de la Universidad de Drexel, se había declarado culpable antes en Filadelfia de siete cargos de conducta sexual inapropiada con pacientes. Por ese caso lo sentenciaron a siete años de libertad condicional en 2017.