CNNE 1255450 - conoce el centro cultural de tabasco que gana reconocimientos mundiales
Así es la Casa de Cultura y Escuela de Música de Nacajuca, donde la comunidad transmite su herencia cultural
03:52 - Fuente: CNN

(CNN Español) – En Nacajuca, México, donde la música ocupa un lugar destacado en la vida de la comunidad, existe un punto de encuentro de puertas abiertas que une lo tradicional y lo nuevo para ponerlo al servicio público: la Casa de Cultura y Escuela de Música.

“Nacajuca es un lugar con muchísima riqueza cultural, de muchos años, tradiciones y fiestas, y la escuela creemos pues va a ser un punto de encuentro”, explica a CNN en Español el arquitecto Carlos Facio, del colectivo C733, encargado de este espectacular proyecto en el estado mexicano de Tabasco que hoy compite en la XII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo.

Reconocer y cuidar la memoria

La Casa de Cultura y Escuela de Música, finalizada en 2021, es un proyecto que, según explican sus arquitectos, buscó reconocer la memoria de la comunidad y construir a partir de lo que ya existía apelando a materiales como la madera local de coco, el tabique y las tejas de barro.

“Creemos que la buena arquitectura es producto de atacar o de intervenir con inteligencia un sitio. De observarlo, de reconocer su memoria, de entender la parte medioambiental y obviamente la condición colectiva de una comunidad en específico”, dice la arquitecta Gabriela Carrillo, quien como su colega se formó en la Universidad Nacional Autónoma de México.

No se trató de derrumbar y construir de cero, sino que utilizaron la cimentación del edificio que existía previamente para crear el nuevo Centro Comunitario, que tiene un espacio amplio para encuentros sociales y un área de servicios con cocina, bodegas y baños.

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Para la Escuela de Música, el otro edificio que conforma el complejo, también apostaron en “reciclar” todo lo posible, dice Carrillo, y el resultado es una construcción con ocho salones, una cafetería y servicios.

Entre medio de ambas estructuras hay una rambla de tránsito abierto.

La obra, además de su valor estético, cumple una función de regulación de la temperatura: las estructuras son altas para que el calor suba y pueda funciona en todo momento sin climatización y promueve la ventilación cruzada, explica Carrillo.

La importancia de lo público

Para el equipo de arquitectos una de las cuestiones clave de este proyecto es que sea de servicio público.

“Hace falta tener más espacios públicos, más espacios creativos, más espacios inclusivos, espacios que generen intimidad y pertenencia de la gente”, dice Carrillo.

Facio secunda: “El que sea un punto de encuentro público, gratuito y que tenga esta vocación nos parece fundamental y sí fue desde el día uno parte de lo que más nos motivó a pensar cómo tenía que ser cada uno de estos espacios”.

Cambiar la relación con un recurso vital: el agua

La escuela tenía una relación “muy desafortunada” con el pequeño arroyo que se encuentra en un lado, que se usa como un basurero, explica Facio.

Trabajar para mejorar la gestión del agua fue parte de su visión y, como resultado, esta construcción es la primera de Nacajuca que vierte agua limpia a los ríos.

“Toda la techumbre es un captador pluvial. Entonces, toda el agua de lluvia se capta, se almacena y se puede utilizar para el uso del edificio y de sus servicios”, explica Facio. Luego pasa a un sistema de biodigestores y biofiltros a través de humedales para que “todos los residuos del edificio puedan limpiarse en un sistema pasivo con vegetación”, agrega. Finalmente vuelve a los cursos de agua.

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Apuesta por la madera de coco

La madera de coco que se utilizó para la obra es “altamente sustentable”, dice la descripción de la obra en el sitio de la bienal, “debido a que es un recurso abundante y renovable” por lo que se evitan talar otras especies de árboles. “Durante su vida captura enormes cantidades de CO2 y su producción y traslado deja una huella de carbono mínima comparado con otros materiales”, explican al respecto.

Además usaron materiales que produce la propia comunidad y eso “hace que tengan su propia identidad, sus propias características”, dice Carrillo.

Para los arquitectos no se trata solo de la imagen que proyecta el centro, sino de la “atmósfera que se produce a partir de los sonidos y de cómo están incorporados todos los elementos tradicionales, de la historia, de la memoria”, explica por su parte Facio.