(CNN Español) – La diócesis de Matagalpa informó en su cuenta de Facebook que la Policía Nacional de Nicaragua ingresó en la madrugada de este viernes a la curia episcopal, donde se encontraba el obispo de esa diócesis, Rolando Álvarez Lagos, con otros sacerdotes y seminaristas, quienes cumplieron 16 días sitiados por ese cuerpo de seguridad.
Hasta el momento se desconoce la ubicación y el estado de monseñor Álvarez y sus compañeros.
La Policía no emitió ningún informe y .CNN está tratando de obtener información a través de las autoridades, pero no han respondido.
Esto se produjo después de que Monseñor Álvarez se opusiera al cierre de emisoras de radio católicas en la Diócesis de Matagalpa.
Monseñor Álvarez dijo que no sabía por qué estaba siendo investigado. Durante sus homilías y en sus cuentas de redes sociales, ha instado a la oración y al diálogo en el país.
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio José Báez, tuiteó este viernes: “Con el corazón indignado y dolido, condeno el secuestro de Monseñor Álvarez. ¡Los que saben, digan dónde está mi hermano obispo! ¡Que sus secuestradores respeten su dignidad y lo liberen! Una vez más, la dictadura supera su propia maldad y su espíritu diabólico”.
El 5 de agosto, la Policía Nacional informó en un comunicado del inicio de investigaciones contra quienes intentan “organizar grupos violentos, incitándolos a ejecutar actos de odio en contra de la población, provocando un ambiente de zozobra y desorden, alterando la paz y la armonía en la comunidad, con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”.
Antes de que se reportara el ingreso de la Policía a la curia, monseñor Álvarez había dicho desconocer por qué se le investiga. Tanto en sus homilías cómo desde la curia y a través de medios digitales ha instado a la oración y al diálogo en el país.
Este miércoles, 25 exjefes de Estado y de Gobierno de América Latina y España, miembros de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), rechazaron en una declaración conjunta lo que calificaron como un acto de represión hacia la iglesia católica en Nicaragua, al tiempo que pidieron al Papa Francisco “adoptar una postura firme en defensa del pueblo nicaragüense” y su libertad religiosa.
Las conferencias episcopales de Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, México, Perú y Ecuador se han solidarizado con Álvarez y las autoridades religiosas nicaragüenses.
“Condenamos el secuestro de Monseñor Rolando Álvarez y otros sacerdotes y laicos esta mañana en la curia episcopal de #Matagalpa por parte de las fuerzas represivas del régimen Ortega-Murillo en #Nicaragua . Exigimos su inmediata libertad y la de todos los presos políticos. #OEAconNica”, tuiteó el viernes el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.
La Santa Sede también ha expresado su preocupación por los últimos acontecimientos en la nación centroamericana. Al intervenir el 11 de agosto en una sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) centrada en la situación de Nicaragua, el observador permanente del Vaticano, monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, hizo un llamamiento a las partes “para que encuentren caminos de entendimiento, basados en el respeto y la confianza mutua, buscando ante todo el bien común y la paz”.
El conflicto entre el Gobierno y la iglesia católica se profundizó luego del inicio de las protestas antigubernamentales en abril de 2018, cuando los obispos de la Conferencia Episcopal participaron como mediadores en el primer intento de diálogo nacional, con el cual diversos sectores sociales y el gobierno buscaban una solución pacífica al conflicto político del país.
En reiteradas ocasiones, el presidente Daniel Ortega ha señalado a los obispos de apoyar lo que consideró un intento de golpe de Estado.