(CNN Español) – Un juez de distrito le concedió este miércoles una suspensión definitiva al exprocurador de México, Jesús Murillo Karam, contra la vinculación a proceso por los delitos de tortura, contra la administración de justicia, y desaparición forzada de personas relacionados con el caso Ayotzinapa dentro de la causa penal que se le abrió.
CNN obtuvo acceso al expediente.
Sin embargo, por el momento el exfuncionario no saldrá del reclusorio norte, porque la fiscalía general de México puede apelar esta decisión del juzgado para que el caso se turne a un tribunal que determinará si confirma, modifica o revoca el fallo.
El 24 de agosto, un juez federal de México determinó que existían elementos suficientes para procesar al exprocurador general de México por la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, ocurrida el 26 de septiembre de 2014.
Durante una audiencia celebrada en el Reclusorio Norte, donde está detenido Murillo Karam y en la que estuvieron presentes varios medios de comunicación, el juez Marco Antonio Fuerte Tapia decidió que el exfuncionario enfrentará un juicio penal por la supuesta comisión de los delitos de desaparición forzada, tortura y obstrucción de la justicia.
Los abogados de Murillo no reconocen la existencia de tales delitos.
Más temprano, la defensa de Murillo Karam había argumentado que los delitos imputados a su defendido no se sostenían ya que, según sus abogados, estaban sustentados en dichos, versiones y conferencias de prensa que dio en su momento el exprocurador sobre el caso y que “fueron sacadas de contexto”.
Sin embargo, los fiscales del caso afirman que las pruebas están bien sustentadas y prueban la culpabilidad del detenido.
Murillo Karam fue procurador general de la República durante la presidencia de Enrique Peña Nieto y dirigió la investigación sobre la desaparición de los estudiantes.
También es el autor de la “verdad histórica”, que la Fiscalía considera una fabricación. Es la primera versión de las autoridades sobre los hechos, que sostiene que los estudiantes fueron secuestrados por miembros del grupo criminal Guerrero Unidos, quienes después los asesinaron e incineraron en un basurero del municipio de Cocula, en el sureño estado de Guerrero.
Durante la audiencia, Murillo Karam se refirió a la “verdad histórica”. Dijo que pudo haber errores o fallas pero que nadie ha podido desecharla.