(CNN) – Por primera vez en 50 años, la NASA está a punto de lanzar un cohete diseñado para llevar astronautas a la Luna. Pero en lugar de dejar solo banderas y huellas en una loca carrera para vencer a la Unión Soviética, la NASA tiene un nuevo rival y nuevos objetivos en su carrera por establecer una presencia humana permanente en la Luna.
“Hay una nueva carrera espacial, esta vez con China”, dijo el administrador de la NASA Bill Nelson al periódico alemán Bild en julio. “Debemos estar muy preocupados porque China está aterrizando en la Luna y diciendo: ‘Ahora es nuestra y ustedes se quedan fuera’”.
Tanto EE.UU. como China lideran un duelo para construir bases en el polo sur de la Luna —que es rico en hielo— en la década de 2030. China anunció el año pasado sus planes de construir una “Estación Internacional de Investigación Lunar” con Rusia, mientras que más de 20 países se han adherido al programa Artemis, dirigido por Estados Unidos, para explorar la Luna.
“No son solo nuestras máquinas o nuestra gente lo que enviamos al espacio. Son nuestros valores. Es lo que somos. Son cosas como el estado de derecho, la democracia, los derechos humanos y la economía de libre mercado”, declaró a CNN Scott Pace, director del Instituto de Política Espacial de la Universidad George Washington. “Veo a Artemis y nuestra expansión humana en el espacio como una proyección de nuestros valores estadounidenses. Se trata de dar forma diplomática a este nuevo dominio del que dependemos”.
China insiste en que sus esfuerzos lunares tienen fines puramente científicos y pacíficos, y Beijing discrepó cuando Nelson acusó a su agencia espacial civil de ser un “programa espacial militar”.
“No es la primera vez que el jefe de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos ignora los hechos y habla de forma irresponsable sobre China”, dijo en julio Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China. “La parte estadounidense ha construido constantemente una campaña de desprestigio contra los esfuerzos normales y razonables de China en el espacio exterior, y China se opone firmemente a esos comentarios irresponsables”.
El representante estadounidense Robert Aderholt, republicano de Alabama, está de acuerdo con el administrador de la NASA, que anteriormente sirvió en el Senado de EE.UU. como demócrata, en que EE.UU. está en una segunda carrera espacial, e incluso argumentó en julio que la “carrera espacial de hoy tiene mucho más en juego”.
Desde el punto de vista militar, la Luna podría convertirse en el punto culminante de un posible conflicto futuro en el espacio debido a su ubicación. También podría servir como punto de partida crítico para futuras misiones tripuladas a Marte, ya que el agua y el hielo recogidos en el polo sur lunar contienen los elementos necesarios para crear propulsores para cohetes (hidrógeno y oxígeno).
Pero Pace, que fue secretario ejecutivo del Consejo Nacional del Espacio en el gobierno de Trump, describe la rivalidad como una “competencia estratégica” diferente a la carrera espacial de los años 60 e incluso ve el potencial de “niveles más bajos de cooperación mutuamente beneficiosa” en la Luna.
“No se trata de una burda carrera para plantar bandera”, dijo Pace. “El Tratado del Espacio Exterior de 1967 dice que el espacio le incumbe a toda la humanidad. China tiene derecho a explorar y utilizar el espacio. Simplemente no quiero que estén allí sin nosotros”. (China, la Federación Rusa y Estados Unidos son signatarios del tratado).
El primer vuelo de prueba del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) del programa Artemis está programado para lanzarse desde el Centro Espacial Kennedy el lunes 29 de agosto. Si la misión de 42 días sin tripulación alrededor de la Luna y de regreso es un éxito, mantendrá a la NASA en el camino de cumplir su objetivo de llevar de nuevo a los astronautas estadounidenses a la Luna en 2025.
China tiene como objetivo aterrizar en la Luna en 2030 con sus astronautas, llamados Taikonauts. El ingeniero y diseñador del programa lunar chino Ye Peijian declaró en noviembre a la cadena estatal china CCTV: “Personalmente creo que, mientras continúe la investigación tecnológica para los alunizajes con tripulación, mientras el país esté decidido, un alunizaje chino con tripulación es totalmente posible para 2030”, según SpaceNews.
Dado que el cohete lunar de la NASA ya está en la plataforma de lanzamiento y el de China aún está en desarrollo, Estados Unidos tiene la ventaja inicial. Pero el ex administrador asociado de la NASA, Doug Loverro, dice que la cuestión de qué país está ganando esta segunda carrera espacial depende del objetivo final.
“Si el objetivo es aterrizar en la Luna y volver, está claro que Estados Unidos le va a ganar a China. No hay duda de ello”, dijo Loverro a CNN. “Pero si el objetivo es aterrizar los primeros humanos en Marte, la respuesta es mucho menos evidente”.
Tampoco está claro qué coalición tiene la ventaja cuando se trata de construir la primera base en la Luna. Las ambiciones lunares de China no se ven limitadas por los cambios de administración y las prioridades presupuestarias del Congreso.
“Nuestra capacidad para construir una base en la Luna está muy limitada por la forma en que estamos utilizando los recursos financieros para llegar a la Luna”, dijo Loverro.
Los tres primeros vuelos del cohete SLS de la NASA costarán US$ 4.100 millones cada uno, según el inspector general de la NASA, que dijo en marzo al Congreso de Estados Unidos que el precio era “insostenible”.
A diferencia de SpaceX, de Elon Musk, que está desarrollando un cohete lunar totalmente reutilizable llamado Starship, el cohete SLS de la NASA es totalmente consumible, lo que significa que solo puede utilizarse una vez. La posibilidad de reutilizar los cohetes hace que el costo por lanzamiento se reduzca drásticamente, y China está considerando desarrollar un cohete de carga pesada totalmente reutilizable para futuros proyectos a la luna y más allá, según SpaceNews.
“La verdadera carrera es quién va a ser la primera nación en Marte”, dijo Loverro. “Al igual que el liderazgo del siglo XX se enmarcó en quién fue el primero en llegar a la luna, creo que el liderazgo del siglo XXI se enmarcará en quién es el primero en llegar a Marte”.