(CNN) — Las lluvias torrenciales recientes, junto con años de problemas con el sistema de agua, han resultado en una crisis en Jackson, Mississippi, donde la ciudad no tiene suficiente agua para combatir incendios, descargar inodoros o incluso distribuirla a los residentes que la necesitan.
La instalación principal de tratamiento de agua de Jackson comenzó a fallar este lunes, según el gobernador Tate Reeves. Se llamó a la Guardia Nacional para ayudar a distribuir agua embotellada mientras los equipos trabajan para que la planta de tratamiento vuelva a estar en funcionamiento, dijeron funcionarios estatales.
Pero la distribución en sí misma resultó insostenible. Se vio a residentes de todas las edades esperando en filas de más de un kilómetro de largo en el aeropuerto Hawkins Field durante al menos dos horas el martes por solo una caja de agua embotellada. Se suponía que el evento duraría tres horas, pero apenas duró dos, ya que las personas finalmente fueron rechazadas cuando se agotaron las 700 cajas de agua.
“Sigo diciendo que vamos a ser el próximo Michigan”, dijo Jeraldine Watts, de 86 años, quien pudo conseguir agua en una tienda de comestibles el lunes por la noche. “Y parece que eso es exactamente a lo que nos dirigimos”.
El alcalde de Jackson, Chokwe Antar Lumumba, le dijo a Pamela Brown de CNN que la ciudad está trabajando en la creación de más eventos de distribución de agua. La Agencia de Manejo de Emergencias de Mississippi (MEMA, por sus siglas en inglés) proporcionará cerca de 30 camiones cisterna para ayudar a complementar los eventos de la ciudad, dijo el alcalde.
“MEMA me aseguró que complementarán esos lugares con alrededor de 28 camiones cisterna distribuidos en varios puntos de la ciudad”, dijo Lumumba a CNN.
Las explicaciones de la falla del sistema de Jackson son complicadas: los daños este verano a las bombas en la instalación principal de tratamiento de agua hicieron que la falla fuera cada vez más probable a medida que avanzaba el verano, dijo el gobernador; y la inundación del río Pearl luego de las fuertes lluvias de la semana pasada afectaron los procesos de tratamiento y, por lo tanto, la cantidad de agua corriente que puede proporcionar el sistema, dijo Lumumba.
Los problemas de esta semana se producen cuando el sistema de agua ha estado plagado de problemas durante años y la ciudad ya está bajo aviso de hervir el agua desde finales de julio por lo que el estado llamó un problema de calidad del agua.
El estado está “aumentando nuestros recursos para la instalación de tratamiento de agua de la ciudad y comenzando el mantenimiento, las reparaciones y las mejoras de emergencia”, dijo el gobernador Reeves, y agregó: “Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para restaurar la presión del agua y hacer que el agua fluya de regreso a la gente de Jackson”.
El agua para aquellos en la ciudad más poblada del estado tendría que ser proporcionada “por un período de tiempo desconocido”, dijo Reeves.
Se espera que la escasez de agua dure “los próximos días”, según la oficina del alcalde.
Lumumba también anunció el lunes que el director de obras públicas de la ciudad, un cargo que supervisa las instalaciones de tratamiento de agua, ha sido reasignado. En cambio, Marlin King se desempeñará como subdirector y Jordan Hillman, director de planificación y desarrollo de la ciudad, será el director interino de obras públicas, según Melissa Payne, portavoz del alcalde.
King no respondió a las solicitudes de comentarios de CNN. Payne dijo que la reasignación de King “es parte de la reestructuración” y no es el resultado de la actual crisis del agua.