(CNN Business) – El cohete lunar nuevo de la NASA se topó con otro obstáculo durante el último intento de la agencia de lanzar una misión de prueba sin tripulación, y pasarán al menos unas semanas —en lugar de días— antes de que el cohete pueda hacer su siguiente intento.
El retraso puede atribuirse a varios factores, como las peculiaridades de la programación, el posible tráfico en el lugar de lanzamiento y el deseo de la NASA de asegurarse de que ha resuelto los últimos problemas de fugas de combustible.
Recapitulemos lo sucedido el sábado 3 de septiembre: los responsables del lanzamiento llegaron confiados al intento de lanzar el cohete llamado Sistema de Lanzamiento Espacial o SLS, este fin de semana. Pero entonces, cuando el cohete se estaba cargando de nuevo con un propulsor de hidrógeno líquido superfrío, se produjo una gran fuga. Y la NASA dijo el martes que empezaría a intentar corregir esos problemas mientras el cohete está todavía en la plataforma de lanzamiento.
Sin embargo, la agencia espacial tendrá que hacer rodar el cohete de vuelta al cercano Edificio de Ensamblaje de Vehículos, un viaje de cerca de siete km que dura aproximadamente 10 horas, con el fin de “restablecer las baterías del sistema”, según una publicación del blog de la NASA.
Y a la hora de fijar una nueva fecha de lanzamiento, el calendario será complicado.
El timing puede serlo todo
En un día determinado, hay intervalos de tiempo específicos —o “ventanas de lanzamiento”— en los que el cohete puede lanzarse, y que pueden oscilar entre media hora y varias horas al día. Pero incluso esas ventanas no están disponibles todos los días. También hay “periodos de lanzamiento”, que son periodos de días en los que la Luna se alinea con la Tierra de forma favorable para esta misión.
El último período de lanzamiento terminó el martes 6 de septiembre, y la NASA había dicho que no había forma de que el SLS estuviera listo para volar en ese momento.
El próximo periodo de lanzamiento va del 19 de septiembre al 4 de octubre. Pero hay otro problema potencial: la NASA tiene previsto lanzar su misión Crew-5, que llevará una nueva tripulación de astronautas a la Estación Espacial Internacional a bordo de un cohete de SpaceX, el 3 de octubre. Y la NASA tendrá que trabajar para asegurarse de que un lanzamiento no entre en conflicto con otro.
Más adelante, en octubre, se iniciará otro período de lanzamiento, del 17 al 31. Este período ofrecerá 11 posibles ventanas de lanzamiento para el SLS. (No hay horarios de lanzamiento disponibles los días 24, 25, 26 y 28 de octubre).
El período y la ventana a los que se dirija la NASA dependerán de una serie de factores, como la coordinación con SpaceX en relación con el lanzamiento de Crew-5 y el tiempo que el cohete SLS permanezca en la plataforma de lanzamiento mientras los ingenieros resuelven el problema de la fuga, según Jim Free, administrador asociado de la NASA para el desarrollo de sistemas de exploración.
Combustible superfrío
Cuando el cohete SLS se llena de combustible, necesita cantidades gigantes de oxígeno líquido superfrío e hidrógeno líquido para que sean bombeados a los tanques del cohete. Al cargar el hidrógeno, el combustible comienza a bombearse lentamente, pero luego aumenta su velocidad en lo que se denomina “llenado rápido”. Y fue durante ese llenado rápido cuando se produjo una “gran fuga”, mayor incluso que las fugas que la NASA identificó durante el intento de lanzamiento del 29 de agosto.
Por ello, los responsables del lanzamiento quieren asegurarse de que se ha encontrado una solución y la raíz del problema antes de realizar el siguiente intento. Hasta el sábado, una de las conjeturas era que un problema con una válvula podría haber causado que el hidrógeno se sobrepresurizara.
Hasta el sábado, la NASA también había intentado solucionar varios problemas que encontró durante el primer intento de lanzar el cohete SLS el 29 de agosto. Abordó algunas fugas que se produjeron durante el abastecimiento de combustible y evaluó los riesgos de un problema con el sistema de refrigeración del motor y una grieta en la espuma que recubre uno de los tanques del cohete.
Es posible que la NASA decida volver a examinar estos problemas en su próximo intento de lanzamiento.
El tiempo precario de Florida complica aún más la selección de la próxima fecha de lanzamiento. Para cualquier lanzamiento de un cohete, los vientos fuertes, los relámpagos u otras condiciones desfavorables pueden forzar más retrasos. El final del verano y el principio del otoño también pueden traer huracanes a la costa de Florida, donde se encuentra el SLS.
La NASA está estudiando las posibilidades, y el público puede esperar más respuestas en los próximos días y semanas.
Esto es ciencia espacial
Como ya han dicho los responsables de la NASA, esperan transmitir que estos retrasos y problemas técnicos no apuntan necesariamente a un problema importante con el cohete.
Antes del SLS, el programa del Transbordador Espacial de la NASA, que voló durante 20 años, tuvo frecuentes interrupciones en los lanzamientos. Los cohetes Falcon de SpaceX también tienen un historial de lanzamientos interrumpidos por problemas mecánicos o técnicos.
Al fin y al cabo, se trata de ciencia espacial.
“Puedo decir que estos equipos saben exactamente lo que están haciendo, y estoy muy orgulloso de ellos”, dijo el sábado el administrador de la NASA, Bill Nelson. “Intentamos recalcar que esto es una prueba y que una prueba tiene cierto riesgo, y lo recalcamos en todos los comentarios públicos que hicimos para que las expectativas se ajustaran a la realidad”.
Free, el administrador asociado de la NASA, añadió que su equipo siempre irá a un intento de lanzamiento optimista de que se producirá el despegue.
“Estoy seguro de que habrá una pregunta: ‘¿Estamos seguros?’”, dijo. “De hecho, me encanta esa pregunta porque es como (preguntar): ‘¿Estabas seguro de que vas a salir de la cama esta mañana?’”.
Se espera que esta misión, denominada Artemis I, allane el camino para otras muchas misiones a la Luna. La misión Artemis II, prevista para el año que viene, seguirá una trayectoria de vuelo similar alrededor de la Luna, pero con tripulación a bordo. Y a finales de esta década, se espera que Artemis III aterrice con astronautas en la superficie lunar por primera vez desde el programa Apolo de la NASA a mediados del siglo XX.
Ashley Strickland, de CNN, contribuyó a este artículo.