(CNN) – Muchas personas consumen la mayor parte de sus calorías por la noche, limitando el desayuno debido a las ajetreadas mañanas debido al trabajo y los colegios, y los expertos han pensado durante mucho tiempo que comer tarde favorecía el aumento de peso o dificultaba la pérdida de peso. Según investigaciones anteriores, hay que comer poco por la noche y hacer que el desayuno sea la comida más importante, para que el cuerpo tenga tiempo de quemar el exceso de calorías a lo largo del día.
El argumento que prevalece es que comer más calorías más temprano “cambia el metabolismo” de manera que favorece una mayor pérdida de peso, dijo el Dr. David Katz, fundador y exdirector del Centro de Investigación de Prevención Yale-Griffin de la Universidad de Yale, por correo electrónico.
Sin embargo, comer un gran desayuno en lugar de una comida más abundante al final del día no influyó en la pérdida de peso, según un nuevo ensayo clínico que comparó a las personas que consumían la mayor parte de sus calorías diarias en el desayuno con las que lo hacían en la cena.
“Ya sea que se consuma la mayor cantidad de calorías por la mañana o por la noche, los investigadores encontraron una pérdida de peso casi idéntica”, dijo Katz, que no participó en el estudio. Además, “cualquier efecto mágico” de comer temprano en el metabolismo del cuerpo fue desacreditado, dijo, describiendo la investigación como “extremadamente rigurosa”.
“Por lo tanto, este estudio desmiente la afirmación de que comer temprano altera el metabolismo de una manera que favorece una mayor pérdida de peso”, dijo Katz.
El estudio, publicado este viernes en la revista Cell Metabolism, fue un ensayo aleatorizado “cruzado”. Treinta personas con sobrepeso u obesidad, pero por lo demás sanas, pasaron cuatro semanas comiendo el 45% de las calorías asignadas en la comida de la mañana, el 35% en el almuerzo y el 20% en la cena. A continuación, el mismo grupo pasó a cuatro semanas en las que la comida de la noche tenía más calorías: 20% por la mañana, 35% en el almuerzo y 45% en la cena.
“Los participantes recibieron todas sus comidas durante ocho semanas”, dijo en un comunicado Alexandra Johnstone, coautora del estudio y profesora de medicina en el Instituto Rowett de la Universidad de Aberdeen, Escocia, “y se controló su gasto energético y su composición corporal para detectar cambios”.
Investigaciones contradictorias
Sin embargo, hay buenas noticias para los que consumen grandes desayunos. Si tu perdición es tener hambre todo el tiempo, comer mucho por la mañana podría ayudarte a frenar tu apetito, según el estudio.
“Sabemos que el control del apetito es importante para lograr la pérdida de peso, y nuestro estudio sugiere que los que consumían más calorías por la mañana sentían menos hambre, en contraste con cuando consumían más calorías en el período nocturno”, dijo Johnstone.
“Si bien se cuestionan las afirmaciones sobre las ventajas ‘metabólicas’ de las calorías consumidas a primera hora del día, este trabajo establece una alternativa plausible: una posible ventaja para la pérdida de peso… a través de una mayor saciedad y menos hambre”, dijo Katz.
La tasa metabólica de un cuerpo está determinada por la rapidez (o lentitud) con la que convierte las calorías en energía. Para perder peso, el cuerpo debe gastar más energía que las calorías consumidas. “Cuanto más activo seas, más calorías quemarás”, según la Clínica Mayo.
El ejercicio aeróbico es la forma más eficaz de quemar calorías, pero el entrenamiento de fuerza también es importante, dicen los expertos. Esto se debe a que el músculo quema más calorías que la grasa, tanto en reposo como durante el ejercicio.
Investigaciones anteriores, llevadas a cabo con grupos más grandes de personas durante periodos de tiempo más largos, han descubierto que las personas que consumen el mayor número de calorías por la mañana sí pierden peso.
Es posible que ocho semanas no hayan sido suficientes para que la pérdida de peso se observe en la nueva investigación, según los autores del estudio, o que otros estudios no hayan medido la composición corporal y el gasto energético de la misma manera.
En cualquier caso, los resultados de la nueva investigación no deberían utilizarse para “refutar la importancia del desayuno para las personas hambrientas, ni tampoco aborda la diferencia entre desayunar y ‘saltarse’ el desayuno en cuanto al peso”, dijo Katz.
Simplemente sugiere que consumir más calorías en el desayuno y menos en la cena “puede favorecer tener menos hambre, más saciedad durante la pérdida de peso”, dijo, suponiendo que las comidas sean equiparables nutricionalmente.