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Perder a una esposa y a un hijo: la trágica realidad de la depresión posparto
06:18 - Fuente: CNN

(CNN) –  Estar embarazada ya es bastante duro, pero con la presión añadida del trabajo, una economía inestable y los riesgos de covid-19, puede parecer abrumador. Pero, si es posible, las futuras madres deberían intentar hacer un balance de su estrés y buscar ayuda para reducir la frecuencia con la que el recién nacido puede experimentar emociones negativas, según un nuevo estudio.

El estudio, publicado el miércoles en la revista académica Infancy, encontró que los bebés de las madres que experimentaron más fluctuaciones de estrés durante el embarazo mostraron más miedo, tristeza y angustia a los tres meses que los de las madres menos estresadas.

Las mujeres con mayores fluctuaciones eran más propensas a informar que sus bebés parecían enojados, lloraban o se quejaban al dejarlos en la cuna; mostraban angustia cuando estaban cansados y se aferraban a uno de los padres cuando se les presentaba un adulto desconocido, señala el estudio.

“Sabemos que los bebés que experimentan una estimulación crónica del sistema de respuesta al estrés (una elevación crónica del cortisol), o ‘estrés tóxico’, sin la mediación de un adulto que los cuide, tienen un impacto en el desarrollo temprano del cerebro, el sistema inmunológico y la epigenética”, dijo la Dra. Marian Earls, presidenta del Consejo de Desarrollo Mental y Emocional Saludable de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), en un correo electrónico. Ella no participó en el estudio.

La investigación sobre los bebés de madres con depresión posparto también arroja luz sobre otros impactos potenciales. Por ejemplo, los hijos de madres deprimidas son más propensos a tener niveles más altos de cortisol, la hormona del estrés, cuando son preescolares, “y estos cambios en los niveles están relacionados con la ansiedad, la desconfianza social y el retraimiento”, según la declaración de política de la AAP sobre la depresión posparto.

Estos niños pueden tener “poco autocontrol, malas relaciones con los compañeros, problemas escolares y agresión”, así como trastornos de apego, problemas de conducta y depresión y otros trastornos del estado de ánimo, dice la declaración.

Sin embargo, un estudio de 2019 descubrió que si un niño tiene un adulto que lo cuide y le proporcione una relación de crianza segura y estable, muchas adversidades de la infancia pueden modificarse.

Recopilación de datos sobre el estrés en tiempo real

Los investigadores hicieron que 72 mujeres completaran encuestas sobre sus niveles de estrés hasta cuatro veces al día durante un período de 14 semanas durante el embarazo. Cuando sus bebés cumplieron 3 meses, las madres rellenaron el Cuestionario de Comportamiento Infantil, una encuesta que mide el temperamento de los bebés.

Medir los altibajos del estrés en tiempo real durante el embarazo permitió a los científicos ver una imagen más completa de los niveles de tensión de las mujeres.

Las fluctuaciones altas podrían significar que “las personas tienen más inestabilidad en las circunstancias de su vida actual, o que esas personas podrían tener una tendencia a percibir que sus circunstancias son menos estables o que tienen más dificultades para regular sus emociones”, dijo la autora principal del estudio, Leigha MacNeill, profesora asistente de investigación de ciencias sociales médicas en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago.

Estos cambios frecuentes pueden tener implicaciones importantes para el desarrollo emocional de los niños, dijo MacNeill.

El siguiente paso en la investigación es observar cómo cambia la biología de la madre a medida que su estrés fluctúa, para que los investigadores puedan aprender más sobre cómo afecta al bebé, dijo.

Además, es normal experimentar algo de estrés durante el embarazo, por lo que se necesitan más datos para determinar qué tipos y niveles de estrés afectan a la madre y al bebé, dijo MacNeil.

La pandemia no afectó los patrones de estrés

Si bien los investigadores no tenían la intención de realizar este estudio durante una pandemia, fue un feliz accidente porque les permitió examinar si los niveles de estrés eran diferentes en las mujeres embarazadas antes y durante el covid-19.

“Descubrimos que las participantes informaron niveles similares de patrones de estrés, independientemente de si sus mediciones de estrés se tomaron antes o durante la pandemia”, dijo MacNeill.

Sin embargo, el estudio es limitado porque la mayoría de las mujeres eran de clase media a alta, tenían pareja y tenían un buen nivel educativo, lo que podría haberlas protegido de gran parte del estrés que sintieron las familias durante la pandemia, dicen los autores.

Cómo puedes reducir el estrés antes y después del embarazo

Es natural sentirse estresada durante el embarazo, pero existen estrategias para evitar que afecte negativamente a las mujeres y sus bebés.

Las futuras mamás pueden intentar ejercicios de respiración profunda para reducir el estrés y disminuir el ritmo cardíaco. Una técnica se llama respiración abdominal, que consiste en inhalar por la nariz durante cinco segundos y luego exhalar por la nariz durante otros cinco segundos.

Hacer ejercicio durante al menos 150 minutos por semana puede disminuir el riesgo de desarrollar depresión y reducir la ansiedad y el estrés durante el embarazo, según un informe de 2019 publicado en la revista Medicine.

Una actividad como el yoga puede fortalecer los músculos que se usan durante el parto y disminuir la gravedad de afecciones médicas como náuseas y dolor de espalda, según la Clínica Mayo. El yoga también es una forma relajante de actividad física, que puede mejorar su salud mental al liberar endorfinas u hormonas para sentirse bien.

Las mujeres deben hablar con su ginecólogo para asegurarse de que la actividad física sea segura durante el embarazo, dijo Mayo Clinic.

Participar en actividades para reducir el estrés después del parto también puede ser beneficioso tanto para las mamás como para sus bebés. La investigación ha demostrado que permitir que las madres primerizas tengan más oportunidades para “vincularse, amamantar y simplemente acariciar a sus hijos” puede ayudar a los bebés a reducir “sus respuestas al estrés de manera más efectiva”, señaló la AAP en una declaración de política sobre la prevención del estrés tóxico en la infancia.

Los eventos de la vida, tanto positivos como negativos, pueden moldear el futuro de un niño, afirmó la AAP, y agregó que los estudios han demostrado que las experiencias positivas como la lectura de libros con “cuidadores comprometidos y receptivos”, el juego apropiado para la edad con otros niños y el cuidado diurno de calidad y la educación preescolar “están asociados con impactos positivos en el aprendizaje, el comportamiento y la salud”.