(CNN Español) – Unos ocho millones de cubanos podrán participar este domingo de un referéndum que busca actualizar el Código de las Familias, que data de 1975. La votación definirá —por mayoría simple— si se legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo, medidas de protección a las mujeres en casos de violencia de género intrafamiliar y si se habilita la gestación subrogada, entre otras novedades.
Se trata de un procedimiento atípico, ya que es apenas la tercera vez que los cubanos son convocados a un referéndum en 46 años. Anteriormente hubo dos procesos similares pero para modificar la Carta Magna, uno en 1976 y otro más reciente, en febrero de 2019, que muchos consideran como el antecedente inmediato del proceso actual y que tendrá carácter vinculante.
“A 47 años de la promulgación del Código de Familia vigente, se hace imprescindible introducir las modificaciones…”, se afirma el preámbulo del nuevo Código de las Familias que fue publicado en la Gaceta Oficial el mes pasado tras un proceso de deliberaciones. En efecto, la que se votará el domingo es la versión número 25 del texto, aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular —el poder legislativo de la isla— después de un proceso de deliberaciones que se desarrolló entre febrero y abril de 2022, informó Granma.
¿Cuándo?
El domingo 25 de septiembre, según informa el diario oficial Granma, los ciudadanos deberán acercarse a los centros de votación entre las 6 de la mañana y las 7 de la tarde. Durante toda la semana anterior, estuvieron habilitadas a hacerlo, de acuerdo con documentos publicados por el Consejo de Estado, sólo los ciudadanos viviendo en el exterior que se encuentren “en misiones diplomáticas y laborales”, de acuerdo a la misma fuente.
En todos los casos, los cubanos responderán a la pregunta: ¿Está usted de acuerdo con el Código de las Familias?.
Los puntos más significativos del nuevo Código de las Familias
-Matrimonio entre personas del mismo sexo:
De imponerse el Sí este domingo, Cuba se convertirá en el noveno país de América Latina en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, detrás de Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Colombia, Ecuador, Costa Rica y México.
Mientras que el código anterior se refería al matrimonio como “la unión voluntariamente concertada de un hombre y una mujer”, el nuevo texto lo nombra como “la unión voluntariamente concertada de dos personas con aptitud legal para ello, con el fin de hacer vida en común, sobre la base del afecto, el amor y el respeto mutuos”.
Junto con esa disposición, el nuevo código de las familias reconocerá una diversa gama de filiaciones que trascienden la consanguinidad.
-Fin del matrimonio infantil:
El Código de 1975 habilita la posibilidad excepcional de formalizar un matrimonio infantil con el visto bueno de los padres, “siempre que la hembra tenga, por lo menos, 14 años cumplidos y el varón 16 años”, según constaba en el texto original. Por el contrario, en el nuevo proyecto se afirma que “la capacidad de las personas para formalizar matrimonio se alcanza a los dieciocho (18) años”.
El matrimonio infantil despoja a las niñas de su infancia, y pone su vida y su salud en peligro, según UNICEF. Además, las niñas que contraen matrimonio antes de cumplir los 18 años corren un mayor riesgo de sufrir violencia doméstica y tienen menos probabilidades de seguir asistiendo a la escuela.
-Disposiciones ante la violencia de género
El nuevo Código reconoce los episodios de discriminación y la violencia en el ámbito familiar y afirma que los mismos “constituyen expresiones de violencia familiar el maltrato verbal, físico, psíquico, moral, sexual, económico o patrimonial, la negligencia, la desatención y el abandono, ya sea por acción u omisión, directa o indirect”.
Además, establece que se trata de “asuntos de urgencia” y que, por tanto, son de tutela urgente. “Quien se considere víctima tiene derecho a denunciar y a solicitar protección inmediata de las autoridades correspondientes”, añade el articulado que se someterá a votación popular este domingo.
-Legalización de la gestación subrogada:
Nombrada en el nuevo texto como “Gestación solidaria” y conocida popularmente como “alquiler de vientres”, Cuba podría sumarse a la acotada lista de países que reconocen la gestación subrogada, ampliamente cuestionada por los conflictos éticos que conlleva.
Sin embargo, el nuevo código plantea una serie de condiciones para llevarse adelante, entre ellos, que debe ser por motivos altruistas y de solidaridad humana y que no puede estar mediada por ningún “tipo de remuneración, dádiva u otro beneficio”.
Adhesiones y rechazos al proyecto
El texto y su aprobación han sido objeto de una intensa campaña por parte de las autoridades cubanas, que han inundado las redes sociales con los hashtags #CódigoSí y #YoVotoSí.
“El Código de las Familias es la esperanza de miles de personas marcadas por dolorosas historias de exclusión y silencio. Seres humanos que han sufrido y sufren los vacíos de nuestras leyes. El 25 de septiembre yo voto Sí. Por ellos y por Cuba”, escribió el presidente Miguel Díaz-Canel días antes del referéndum en su cuenta de Twitter.
“Voto Sí por un Código que garantiza el bienestar y la felicidad de todas las personas y todas las familias. Voto Sí por una norma que reconoce a niñas, niños y adolescentes como sujeto de derechos #YoVotoSi #CódigoSí”, escribió por su parte la diputada Mariela Castro Espin, hija de Raúl Castro, sexóloga y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).
Sin embargo, las voces contrarias al referéndum se hicieron escuchar, y podrían expresarse este domingo a través del ‘No’ o de la abstención.
El pasado 12 de septiembre, la Iglesia católica de Cuba difundió una carta firmada por un grupo de obispos en que afirmaron que ven “con desilusión” la incorporación en el Código de una serie de propuestas que, afirman, son “notoriamente cuestionadas por parte de la sociedad” y “polémicas al sentir mayoritario del texto”. Además, rechazaron los elementos provenientes de lo que ellos definieron como “ideología de género”.
Ante la ausencia de encuestas confiables, la nula cobertura de medios opositores y la escasa presencia de organizaciones internacionales, los resultados de la votación de este domingo permanecen inciertos. Pero expertos anticipan que un rechazo al nuevo texto podría ser utilizado por el Estado como un argumento en favor del funcionamiento de las instituciones democráticas cubanas.