Londres (CNN) – Este viernes se anunciará el Premio Nobel de la Paz, en Noruega, mientras la mayor guerra de Europa en siete décadas hace estragos en el continente.
El actual conflicto de Rusia en Ucrania hace que el anuncio de este año figure entre las decisiones más vigiladas –y complicadas– para el Comité Noruego del Nobel en los últimos tiempos.
La concesión del Nobel de la Paz, uno de los galardones más codiciados de la humanidad, suele ser un destello de esperanza en tiempos inciertos. Pero los expertos en los campos de la paz y la seguridad advierten que el sombrío panorama geopolítico puede enturbiar el premio de 2022.
“A veces, es difícil saber quién puede recibir el premio porque hay muchos candidatos posibles”, dijo Dan Smith, director del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés)
“Este año, es difícil predecir quién podría recibir el premio porque hay muy pocas cosas buenas que estén sucediendo en el mundo de la paz y la seguridad”, dijo Smith a CNN.
Los Nobel son notoriamente difíciles de predecir, y el proceso de deliberación detrás de cada selección está envuelto en un velo de hermetismo. Sin embargo, los expertos destacan una pequeña lista de favoritos, si bien se reservan el derecho a ser sorprendidos por una decisión inusual.
El impacto de la guerra en Ucrania
El Nobel de la paz no se concedió durante la mayor parte de la Primera y Segunda Guerras Mundiales, y en un puñado de otras ocasiones. Pero el premio se ha utilizado con frecuencia para resaltar otros conflictos en curso, o para proporcionar un faro de esperanza cuando el mundo se enfrenta a tiempos sombríos.
Esta cuestión ha estado en el centro de la atención de los responsables en Oslo, a quienes se les ha encomendado la tarea de elegir un símbolo de la paz, incluso cuando un país fronterizo está en guerra en el continente.
El conflicto “pesará enormemente en sus mentes”, dijo Smith.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, encabeza la lista de favoritos de muchas casas de apuestas para ganar el premio, y algunas empresas también incluyen como favoritos a la población general de Ucrania y al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ha ayudado a las personas desplazadas por la guerra.
Ha habido ocasiones anteriores en las que el comité se ha involucrado en conflictos en curso.
“A veces el premio trata de enviar un mensaje en un sentido bastante específico”, dijo Smith, citando el galardón concedido en 1993 a Nelson Mandela y Frederik de Klerk, que en aquel momento estaban negociando las primeras elecciones abiertas de Sudáfrica tras el fin del apartheid.
“Ese proceso estaba en marcha y el comité de entonces quería influir en él”, explicó.
Pero las apuestas de las casas de apuestas no suelen ser una guía fiable sobre quién resultará ganador, dicen los expertos, porque tienden a exagerar la relevancia de los acontecimientos de actualidad.
Y un premio que se involucre directamente en el conflicto de Ucrania es poco probable.
“Zelensky es un líder de guerra, y lo que está ocurriendo en este momento es la guerra. Se puede admirar o no la acción que está llevando a cabo, pero se trata de una guerra y de la defensa armada de su país”, dijo Smith. “Ese es un hecho que debe ser respetado en sí mismo”.
“Esperemos que la guerra llegue a su fin y que hagan la paz”, añadió. “Si Zelensky o alguien más puede contribuir a hacer esa paz, entonces habrá tiempo para reconocer ese enorme logro”.
Críticas al Kremlin muy señaladas
Los críticos del régimen ruso y sus aliados están entre los que muchos esperan que se lleven el premio.
Alexey Navalny, el crítico del Kremlin y líder de la oposición –condenado a prisión por cargos de fraude por un tribunal de Moscú este año–, encabeza las predicciones de muchos expertos.
Navalny es el crítico interno más destacado del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su disenso casi le cuesta la vida. Fue envenenado con un agente neurotóxico conocido como Novichok, en 2020, un ataque que varios funcionarios occidentales y el propio Navalny atribuyeron abiertamente al Kremlin. Rusia ha negado cualquier implicación.
Tras una estancia de cinco meses en Alemania recuperándose del envenenamiento con Novichok, Navalny regresó el año pasado a Moscú, donde fue detenido inmediatamente por violar las condiciones de libertad condicional impuestas por un caso de 2014.
Pero algunos predicen que no será tan sencillo que obtenga un premio. “Creo que Navalny es un héroe, pero es un líder político”, dijo Smith. Eso no ha impedido que algunos políticos, como Barack Obama, expresidente de Estados Unidos, hayan sido galardonados, pero con Navalny encarcelado, su oportunidad de impulsar la paz en el mundo real puede considerarse demasiado pequeña.
“Es un premio que se otorga no por lo grande que eres, sino por lo grande que son las cosas que has hecho”, dijo Smith.
La líder de la oposición en Belarús, Sviatlana Tsikhanouskaya, también está considerada como una fuerte candidata.
La disidente se vio obligada a exiliarse en Lituania tras postularse a las elecciones de agosto de 2020 contra el autócrata y aliado de Putin, Alexander Lukashenko. Esos comicios fueron denunciados por la comunidad internacional por no ser ni libres, ni justos.
Henrik Urdal, director del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo, que elabora anualmente una lista de candidatos al premio, pronostica una victoria conjunta de Tsikhnouskaya y Navalny.
“Tanto Tsikhanouskaya como Navalny son críticos de la invasión rusa de Ucrania”, escribió Urdal este año. “Un Premio Nobel de la Paz compartido entre ellos se vería como una clara protesta por la agresión rusa y la ayuda de Belarús, y como un apoyo a las alternativas democráticas y no violentas a Lukashenko y Putin”.
Siempre es posible llevarse una sorpresa
El Premio Nobel de la Paz no es siempre un galardón reaccionario, y sigue existiendo una gran posibilidad de que el comité mire más allá del actual clima geopolítico y destaque otro campo.
Algunos sugirieron que la pandemia de covid-19, que ha sacudido la seguridad mundial durante los dos últimos años, sería un factor que influiría en la mentalidad de los responsables del Nobel en los dos últimos años, pero en su lugar, los premios de 2020 y 2021 destacaron la inseguridad alimentaria y las amenazas a la libertad de prensa, respectivamente.
Este podría ser el año en que se reconozcan los esfuerzos para acabar con la pandemia, pero sentaría un fuerte precedente, ya que ningún premio anterior se ha centrado específicamente en el ámbito de la salud pública, dijo Smith.
Cuando hay pocas personas obvias que se espera que ganen, las instituciones mundiales se han beneficiado con frecuencia. Las Naciones Unidas, y varios de sus organismos humanitarios relacionados se han llevado el galardón, siendo el más reciente el Programa Mundial de Alimentos en 2020.
Urdal ha sugerido a la Corte Internacional de Justicia (ICJ, por sus siglas en inglés) como la ganadora de este año, si el comité decide destacar la resolución de conflictos.
“Aunque un Premio Nobel de la Paz a la ICJ se consideraría en gran medida poco controvertido, el 16 de marzo el tribunal ordenó a Rusia ‘suspender inmediatamente las operaciones militares’ en Ucrania. El Comité del Nobel podría destacar este fallo como un intento de detener la guerra ilegal”, escribió.
Urdal también sugirió como ganador al activista indio de derechos humanos Harsh Mander, y mencionó a los manifestantes prodemocráticos de Hong Kong y a las figuras que se resisten a la represión de los uigures por parte de China como otros grupos dignos de reconocimiento.
El comité podría volver a tratar el tema del cambio climático si tiene dificultades para encontrar un logro de pacificación alcanzado en el último año. La activista adolescente Greta Thunberg se plantea siempre como candidata, junto con otros activistas del clima.
Pero sigue siendo muy probable que el nombre, o nombres, que se lean el viernes sean poco conocidos por los expertos o los espectadores.
“Una de las cosas que el Comité de la Paz ha sabido hacer muy bien, cuando ha querido, ha sido sorprendernos a todos”, dijo Smith. Y puso como ejemplo la victoria de Nadia Murad, en 2018, por trabajar para acabar con la violencia sexual.
“Tal vez tomen a alguien que ha estado trabajando en silencio y sin mucha visibilidad por la paz, tal vez a nivel comunitario, y centren la atención en eso”, sugirió. “Los admiro bastante por la forma en que lo hacen”.