(CNN) – El Gobierno de Haití solicitó ayuda militar internacional para hacer frente a una serie de crisis sanitarias, energéticas y de seguridad concurrentes, según un comunicado de Jean-Junior Joseph, asesor del primer ministro de Haití.
“Después de serias reflexiones, frente a una grave crisis humanitaria en Haití, donde los hospitales no tienen suficiente energía para funcionar, el cólera está de nuevo dentro de los barrios, se decidió en el Consejo de Ministros de anoche, 7 de octubre, solicitar ayuda militar a la comunidad internacional para hacer frente a tan increíble crisis humanitaria”, menciona el comunicado enviado a CNN este jueves.
No estaba claro a qué países solicitó el gobierno la asistencia militar.
La solicitud se produjo después de que el primer ministro de Haití Ariel Henry pidiera ayuda internacional durante un discurso televisado a la nación el miércoles por la noche.
“Pido a la comunidad internacional que nos ayude, que nos apoye en todo lo necesario para evitar que la situación empeore. Necesitamos poder distribuir agua y medicamentos, ya que el cólera está reapareciendo”, dijo Henry.
“Necesitamos reabrir los negocios y despejar las carreteras para que los médicos y las enfermeras puedan trabajar. Pedimos su ayuda para poder distribuir el combustible y para que las escuelas vuelvan a abrir”, añadió.
Se han diagnosticado decenas de casos más de cólera en Haití, lo que añade una nueva urgencia a las advertencias sobre el descenso del país caribeño hacia el caos en medio de la crisis política y económica.
La infección mortal ya ha cobrado la vida de ocho personas, según el Ministerio de Sanidad de Haití, y en la primera semana de octubre se han identificado 68 nuevos casos, según el grupo médico humanitario Médicos Sin Fronteras (MSF).
Esta nueva emergencia de salud pública no podría llegar en peor momento.
Las protestas antigubernamentales, que ya van por la séptima semana, han paralizado el país, con las escuelas, los negocios y el transporte público cerrados en su mayoría. Desde el 22 de agosto, los haitianos se han manifestado contra la violencia crónica de las bandas, la pobreza, la inseguridad alimentaria, la inflación y la escasez de combustible.
La furia de la población se avivó aún más el mes pasado cuando el primer ministro Ariel Henry anunció que recortaría los subsidios a los combustibles para financiar al gobierno, una medida que duplicaría los precios en las gasolineras. Las poderosas bandas de Haití han agravado la crisis del combustible bloqueando el principal puerto del país en la capital, Puerto Príncipe.
Miles de haitianos siguen protestando en varias ciudades del país, exigiendo la dimisión del gobierno.