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El tenso rescate de caballos en peligro en medio de las inundaciones en Melbourne, Australia
00:47 - Fuente: CNN

(CNN) – Tres navegantes se aferraron a una balsa improvisada hecha de hieleras y se defendieron de los ataques de tiburones y las picaduras de medusas en aguas cercanas a Empire, Louisiana, hasta que fueron rescatados 28 horas después, todo gracias a un mensaje de texto milagroso.

Los tres viejos amigos partieron el 8 de octubre para pescar pargo rojo como lo habían hecho muchas veces antes de eso. Pero rápidamente, el mar embravecido comenzó a sacudir su bote de pesca, permitiendo que el agua se colara dentro del barco.

“En el momento en que vimos que la parte trasera del bote había comenzado a llenarse de agua, lo supe”, dijo Phong Le al programa “Today” de NBC el miércoles. “Fue la tormenta perfecta para el accidente perfecto”.

La parte delantera del bote estaba amarrada a una plataforma petrolera, pero las olas empeoraron y comenzaron a chocarlo con fuerza. Los hombres tuvieron unos dos minutos para reaccionar antes de que su bote con consola central de 7 metros y medio se hundiera alrededor de las 10 a.m., según una entrevista con “Good Morning America”.

Rápidamente, los hombres crearon una balsa improvisada, atando dos hieleras con el pañuelo de Le. “Cada vez que voy a pescar, llevo un pañuelo porque siempre pierdo un sombrero”, dijo Le.

Intentaron impulsarse hacia la plataforma petrolera para pedir ayuda.

“Las plataformas petroleras tienen algún tipo de espuma, o algo así, así que pensamos que podríamos llegar y hacer una llamada de socorro”, dijo Le. Pero nunca lo lograron.

Un tiburon ataca

A medida que el cielo se oscurecía, los tres hombres se aferraron a los refrigeradores, mientras la luna les daba algo de consuelo.

“Menos mal que había luna llena porque teníamos luz”, dijo Luan Nguyen a NBC. “Apenas podíamos ver, así que nos desviamos por la noche”.

Hasta que llegó un visitante no deseado. Un tiburón golpeó a Nguyen y se produjo una lucha por la supervivencia.

Uno de los salvavidas de los sobrevivientes, atacado por tiburones.

“El tiburón golpeó mi chaleco salvavidas y traté de empujarlo. No se iba, así que lo pinché en los ojos”, dijo Nguyen a NBC. “Le puse los pulgares en los ojos y se fue. Tengo un par de pequeñas cicatrices, pero ya sabes”.

Otras criaturas marinas también les hicieron notar su presencia, haciendo las cosas aún más difíciles para los hombres que estaban flotando.

“Cada 15 o 20 minutos, las medusas nos picaban”, dijo Le a NBC. “En medio de la noche, me desperté con una medusa así de grande justo en mi regazo”, agregó Le, señalando durante la entrevista que la medusa era tan ancha como él.

Los hombres permanecieron mayormente en silencio durante todo el tiempo que estuvieron allí, balanceándose en el agua.

“Hacía mucho frío, así que solo tratábamos de mantenernos calientes, nos abrazábamos para mantenernos calientes”, dijo Le.

Fueron vistos desde el aire

Le se separó del grupo a la mañana siguiente. Quería nadar unos 8 kilómetros hasta un barco camaronero y pedir ayuda, le dijo a NBC. Pero cuando se alejó aproximadamente un kilómetro y medio, el camaronero se fue, dijo.

Tratando de averiguar su ubicación, Le sacó su teléfono celular, protegido por una funda impermeable: tenía menos del 5% de batería y estaba en modo avión para ahorrar carga.

“Abrí mi teléfono y fue entonces cuando, de repente, entraron todos los mensajes de texto”, dijo Le. “Durante todo el tiempo que estuve flotando no tuve señal, pero en medio del Golfo de México, la señal apareció”.

Le no perdió el tiempo. Dijo que tomó una imagen de su ubicación en un mapa y se la envió por mensaje de texto a un amigo. El teléfono murió poco después.

El amigo recibió el mensaje y contactó a la Guardia Costera con la ubicación de los navegantes.

Los sobrevivientes son atendidos por la Guardia Costera, tras el rescate.

Los hombres no lo sabían, pero antes de que se enviara el mensaje de texto milagroso, la Guardia Costera ya estaba en camino, dijo a CNN el jueves la teniente Katy Caraway de Air Station New Orleans. Ella era la copiloto de un helicóptero Jayhawk que ayudó a rescatar a los hombres.

Cinco minutos después de su vuelo, Caraway dijo que recibieron la transmisión de radio de que había nueva información que podían usar en la búsqueda. Les tomó 25 minutos llegar a la ubicación enviada en el mensaje de texto.

Después de unos 15 a 20 minutos de búsqueda, un piloto de un avión de la Guardia Costera que navegaba a una altitud de 300 metros, vio a uno de los hombres saludando desde el agua, dijo Caraway.

“Le fue el primer sobreviviente que recogimos y en realidad fue el que se separó del resto de su grupo porque había intentado nadar hacia un bote camaronero para pedir ayuda”, dijo Caraway a CNN.

Un nadador de rescate saltó del helicóptero y nadó para ver cómo estaba Le, dijo Caraway.

“Él no hablaba en absoluto”, dijo. “Estaba completamente exhausto”.

Caraway se colocó en posición, dejó caer la cesta de rescate y subió a Le al helicóptero.

Fue en ese momento que la tripulación del helicóptero escuchó que los otros dos navegantes habían sido encontrados a un kilóemtros y medio de distancia, dijo Caraway. Entonces, volaron al bote de respuesta para ayudar.

Dos navegantes fueron rescatados de tiburones

El marinero de la Guardia Costera Andrew Stone estaba en un bote de respuesta cuando recibió la llamada sobre los otros dos hombres.

“Estaban siendo acosados ​​por tiburones cuando nos acercamos”, dijo Stone.

Nguyen estaba sangrando, sus manos estaban cubiertas de mordeduras de tiburones de aleta negra, dijo Stone a CNN el martes.

“Su salvavidas naranja había sido rasgado a la mitad por el pez”, dijo Stone.

Stone llevó a Nguyen al bote primero.

“Solo recuerdo que me levantó, me sacó del agua, fue como ‘wow, lo logré’”, dijo Nguyen a “Today” con lágrimas en los ojos.

Los suboficiales Joshua Mcanally y Cooper Butcher sacaron al segundo hombre del agua, dijo Stone.

“Estos muchachos sufrían una exposición bastante severa. Estaban muy deshidratados, hambrientos, por supuesto”, dijo Stone.

Los navegantes también estaban quemados por el sol y sufrían hipotermia cuando fueron rescatados el domingo, dijo.

Una estación de la Guardia Costera

“La temperatura del agua del Golfo, donde estaban, (era) de 25 grados Celsius, lo que suena cálido, pero cualquier cosa por debajo de la temperatura del cuerpo roba calor”, dijo Stone.

La tripulación de la Guardia Costera reunieron a los hombres que sacaron del agua con Le, quien ya estaba en el helicóptero, dijo.

Un rescate único

Los miembros de la Guardia Costera entrenan para este tipo de eventos, pero este rescate fue todo menos ordinario, dijo Caraway.

“Gente como esta que ha estado en el agua durante mucho tiempo, que ha sido desplazada de su embarcación sin ningún tipo de comunicación, es casi imposible encontrarla y recuperarla”, dijo Caraway. “Este rescate es único”.

La miembro de la Guardia Costera Katy Caraway junto a los sobrevivientes Phong Le, a la izquierda, y Luan Nguyen.

“La probabilidad de encontrar a estas personas antes del mensaje de texto”, agregó Caraway, “era mínima o nula. Después del mensaje de texto, todavía era pequeña”.

“Llevar a esas personas con sus familias es algo para lo que entrenamos todas las semanas y hacerlo de manera operativa y, de hecho, salvar a tres sobrevivientes… es probablemente la mejor sensación que puedes tener como operador de la Guardia Costera”, dijo Caraway.

El Sector de la Guardia Costera de Nueva Orleans está planeando una reunión entre los sobrevivientes y todas las unidades de respuesta que formaron parte del rescate.

“Simplemente lo veo como hacer mi trabajo”, dijo Caraway. “Estoy feliz de que puedan pasar el resto de sus vidas con sus familias”.

Jamiel Lynch, Jennifer Henderson y Melissa Alonso contribuyeron con este artículo.