(CNN Business) – China retrasó abruptamente la publicación de datos económicos clave, un día antes de su lanzamiento programado, mientras el gobernante Partido Comunista se reúne en una importante reunión política en el contexto de una economía tambaleante.
La Oficina Nacional de Estadísticas del país actualizó su cronograma este lunes, con las fechas de una serie de indicadores económicos, incluido el muy seguido crecimiento del PIB, marcados como “retrasados”. Los indicadores, cuya publicación estaba prevista para este martes, también incluyen las ventas minoristas trimestrales, la producción industrial y las tasas mensuales de desempleo.
La oficina de estadísticas no dio una razón por la demora ni fijó una nueva fecha de publicación.
Por separado, la autoridad aduanera del país también pospuso la publicación de los datos comerciales mensuales, que inicialmente estaban programados para publicarse el viernes.
El retraso de los datos tan esperados coincide con el 20º Congreso Nacional del Partido Comunista de una semana de duración en Beijing, donde se espera que el líder chino Xi Jinping asegure un tercer mandato en el poder que rompa las normas. Las prioridades presentadas en la reunión también establecerán la trayectoria de China durante al menos los próximos cinco años.
“La demora sugiere que el gobierno cree que el 20º Congreso del Partido es lo más importante que está sucediendo en China en este momento y le gustaría evitar otros flujos de información que podrían generar mensajes contradictorios”, dijo Iris Pang, economista jefe para la Gran China en ING Group, en una nota de investigación el martes.
Otros analistas creen que podría deberse a que los conjuntos de datos no son bonitos.
“Mi pronóstico es de una nueva caída del 1,2% [sobre una base trimestral del PIB de China]. Esto significaría que China se ha unido a EE.UU. en una recesión técnica”, dijo Clifford Bennett, economista jefe de ACY Securities.
El retraso tendría sentido “desde la perspectiva de la gestión de imágenes”, dijo. Algunos economistas llaman a dos trimestres consecutivos de contracción una recesión técnica.
El PIB de China disminuyó un 2,6 % en el segundo trimestre con respecto al anterior, revirtiendo un crecimiento del 1,4 % en el período de enero a marzo. En términos interanuales, la economía se expandió un 0,4% en el segundo trimestre.
Los analistas esperaban ampliamente que el crecimiento del tercer trimestre se mantuviera débil, ya que las restricciones estrictas de covid, una crisis cada vez más intensa en el sector inmobiliario y la desaceleración de la demanda mundial continúan ejerciendo presión sobre la economía.
Los desafíos para la economía china
Los economistas encuestados por Reuters esperaban que el PIB de China creciera un 3,4% en el tercer trimestre con respecto al año anterior. Eso estaría muy por debajo del objetivo de crecimiento anual del gobierno de alrededor del 5,5%.
Muchas organizaciones internacionales, incluidos el FMI y el Banco Mundial, han rebajado recientemente las previsiones de crecimiento del PIB de China para este año.
Bennett esperaba que los datos del PIB del tercer trimestre se publicaran después del Congreso del Partido.
“Cada vez que ocurra la publicación, todos debemos estar preparados para alguna reacción del mercado financiero global si las dos economías más grandes del mundo están en recesión este año”, dijo.
La economía de China se enfrenta a desafíos cada vez mayores. El crecimiento se ha estancado, el desempleo juvenil está en un nivel récord y el mercado de la vivienda está en ruinas. Los confinamientos constates por covid no solo han causado estragos en la economía, sino que también han provocado un creciente descontento social.
En el informe del 20º Congreso del Partido publicado el domingo, Xi renovó su compromiso de convertir a China en un “país desarrollado medio” para 2035.
Eso significaría que China necesita crecer a una tasa de crecimiento promedio de alrededor del 4,7% anual a partir de 2021 a 2035, según Larry Hu, economista jefe para China de Macquarie Group.
Hu agregó que el objetivo podría ser difícil de cumplir, ya que la economía enfrenta varios obstáculos estructurales, como la caída de la propiedad, el envejecimiento de la población y el aumento de las tensiones entre EE.UU. y China.