(CNN) – Varias después de que declararan a Luiz Inácio Lula da Silva ganador de las elecciones presidenciales de Brasil de 2022, el mandatario en ejercicio Jair Bolsonaro aún no ha reconocido públicamente su derrota.
La demora de Bolsonaro para conceder la victoria ha alimentado los temores de que el actual presidente no coopere con una transferencia de poder. Antes de la segunda vuelta electoral de este domingo, Bolsonaro y algunos de sus aliados hicieron afirmaciones infundadas sobre fraude electoral y trato injusto por parte de la prensa.
Este lunes, en las primeras declaraciones públicas de un miembro del círculo íntimo de Bolsonaro desde su derrota, el senador e hijo mayor del mandatario Flavio Bolsonaro envió un mensaje en Twitter. ”¡Gracias a todos los que nos ayudaron a rescatar el patriotismo, que oraron, oraron, salieron a las calles, dieron su sudor por el país que está trabajando y le dieron a Bolsonaro el voto más grande de su vida! ¡Levantemos la cabeza y no renunciemos a nuestro Brasil! ¡Dios está a cargo!”, escribió.
Algunos de los seguidores de Bolsonaro todavía esperan saber de él: camioneros bloquearon avenidas y carreteras principales en al menos 12 estados de Brasil este lunes, mientras afirmaban que los resultados fueron demasiado reñidos y que querían escuchar Bolsonaro, según CNN Brasil.
Pero los expertos apuntan a que la concesión, pública o no, ya está fuera de las manos del presidente saliente.
El Tribunal Superior Electoral de Brasil es el que valida oficialmente los resultados de las elecciones y los comunica al Senado, la Cámara de Diputados y las Asambleas Estatales.
Un funcionario de prensa de la autoridad electoral le indicó a CNN que los resultados de la votación se consideran validados desde la declaración del tribunal este domingo. Una sesión judicial posterior confirmará formalmente la victoria, pero aún no se ha fijado una fecha para eso, añadió.
El presidente del Tribunal Superior Electoral, Alexandre de Moraes, llamó personalmente este domingo tanto a Lula da Silva como a Bolsonaro para informarles los resultados y felicitarlos por su participación en el proceso democrático, según un comunicado de prensa.
De Moraes también dijo que no veía mucho margen para que la elección se impugnara. “El resultado ha sido proclamado, aceptado y quienes resultaron electos tomarán posesión el 1 de enero”, sostuvo en el comunicado.
El presidente del Senado de Brasil, Rodrigo Pacheco, ya felicitó públicamente a Lula da Silva y sus partidarios, al igual que el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, un aliado cercano de Bolsonaro.
Además, líderes extranjeros de todo el mundo también expresaron su apoyo a la victoria de Lula da Silva y emitieron rápidamente declaraciones en las que lo reconocían como presidente electo.
“Envío mis felicitaciones a Luiz Inácio Lula da Silva por su elección para asumir como el próximo presidente de Brasil luego de votaciones libres, justas y creíbles”, dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, después de los comicios de este domingo.
Y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, envió sus felicitaciones en un mensaje que reportó la agencia de noticias estatal rusa TASS. “Los resultados de la votación confirman su alta autoridad política”, indicó en la comunicación.
Ahora bien, el trabajo diplomático del presidente electo ya está en marcha, pues Lula da Silva se reunirá con el presidente de Argentina, Alberto Fernández, uno de los primeros líderes extranjeros en felicitarlo, en Sao Paulo este lunes.
Negativas anteriores a conceder la derrota en Brasil
Por lo menos dos veces antes, los líderes de Brasil se han negado a participar en la transferencia del poder.
Al comienzo de la república brasileña a fines del siglo XIX, el mariscal del ejército Floriano Peixoto no asistió a la toma de posesión de su sucesor, Prudente de Moraes.
Y casi un siglo después, el último de los presidentes militares no electos, João Batista Figueiredo, desairó la toma de posesión de su sucesor José Sarney.
En los dos casos, el boicot fue simbólico, en gran parte. Lo mismo ocurriría si Bolsonaro se negara a conceder la presidencia en una declaración pública, según el experto legal Augusto de Arruda Botelho.
“No reconocer el resultado es un fracaso desde el punto de vista político, porque en últimas, es el Tribunal Electoral el que entrega el poder al ganador de la elección”, dijo a CNN.
“[Bolsonaro] puede patear y gritar tanto como quiera”, agregó.
Además, a Bolsonaro le interesa políticamente parecer un buen perdedor, señaló a CNN la politóloga Camila Rocha.
La investigación de Rocha muestra que negarse a conceder la victoria sería perjudicial para la imagen pública de Bolsonaro entre sus propios seguidores. “Incluso los partidarios a favor Bolsonaro más extremos, como los que entrevisté el año pasado en Santa Catarina para mi investigación, dicen que si Bolsonaro perdía, habría tenido que aceptar el resultado”, dijo a CNN.
“Entonces, está muy claro que si Bolsonaro se niega a aceptar la victoria de Lula, podría tener un impacto negativo incluso entre sus seguidores. Sin duda sería percibido como un mal perdedor”, añadió.
Marcia Reverdosa y Rodrigo Pedroso en Sao Paulo contribuyeron a este reporte