Seúl, Corea del Sur (CNN) – En un enorme gimnasio de Seúl este martes, las familias en duelo inspeccionaron las ordenadas filas de pertenencias dejadas atrás en la escena del mortal aplastamiento en Itaewon.
Zapatos, bolsos, anteojos, cuadernos, carteras, tarjeteros y sombreros de colores estaban colocados en mesas improvisadas y colchonetas a lo largo del suelo, a la espera de ser reclamados por los familiares de las 156 víctimas que murieron en la avalancha humana del sábado por la noche.
“Lo encontré. Creo que es éste”, dijo una mujer al reconocer un abrigo negro, abrazándolo mientras lloraba.
La mujer de mediana edad, que había llegado con su marido, se derrumbó en el suelo llorando tras descubrir un par de botas hasta la rodilla. Estaba entre hileras de botas negras, tacones de aguja y zapatillas deportivas. En muchos casos, solo había un zapato.
Otra mujer más joven, que llevaba un yeso en el brazo izquierdo, entró al gimnasio para encontrar su zapato perdido. Esta mujer, que no quiso ser nombrada, dijo que estaba frente a un bar en el callejón cuando se produjo el atropello.
Atrapada entre la multitud, la mujer dijo que se desmayó por asfixia “hasta el punto en que pensé que estaba muerta, pero un extranjero me gritó que me despertara”. Su brazo quedó muy magullado durante el incidente y, tras volver en sí, la mujer dijo que se limitó a aguantar hasta que la multitud se calmó y pudo ser rescatada.
Los familiares entraron en el gimnasio, uno a uno y en pequeños grupos, escoltados por funcionarios que se apresuraron a ponerse guantes blancos y les mostraron las mesas, para que pudieran inspeccionar y reclamar las posesiones cuidadosamente ordenadas.
Corea del Sur está de luto por las 156 personas muertas, entre ellas 26 extranjeros, en la aglomeración del sábado por la noche, cuando hasta 100.000 personas se reunieron en las estrechas calles de Itaewon para celebrar Halloween.
Las autoridades esperaban un gran número de personas debido a la popularidad de la zona para las fiestas de Halloween en los años anteriores a la celebración, pero la policía admitió que no estaba preparada para la multitud de este año.
En declaraciones a los medios de comunicación este martes, Yoon Hee-keun, jefe de la Agencia Nacional de Policía, se inclinó profundamente al comenzar una conferencia de prensa, admitiendo por primera vez fallos por parte de la policía en la capital esa noche.
Yoon dijo que los agentes no respondieron adecuadamente a las llamadas de emergencia que inundaron el centro de llamadas de la policía antes del desastre.
“Las llamadas se referían a emergencias que indicaban el peligro y la urgencia de la situación, ya que se habían reunido grandes multitudes antes de que ocurriera el accidente”, dijo Yoon. “Sin embargo, creemos que la respuesta policial a las llamadas al 112 (número de teléfono de emergencia) fue inadecuada”.
La policía surcoreana recibió al menos 11 llamadas de personas en Itaewon sobre su preocupación ante un posible aplastamiento hasta cuatro horas antes de que se produjera el incidente del sábado por la noche, según muestran los registros facilitados a CNN por la Agencia Nacional de Policía.
La primera llamada se hizo a las 18:34 horas del sábado desde un lugar cercano al Hotel Hamilton, que colinda con el callejón donde se produjo la oleada mortal, según los registros.
“La gente está subiendo y bajando por el callejón ahora, pero parece muy peligroso. La gente no puede bajar pero la gente sigue subiendo (por el callejón), así que temo que la gente pueda quedar aplastada”, dijo una persona que llamó, según el registro.
“Logré salir, pero hay demasiada gente. Creo que hay que controlar esto. Nadie está controlando (la multitud). Creo que los agentes de policía deberían estar aquí y deberían mover a algunas personas para que otras puedan pasar por el callejón. La gente ni siquiera puede pasar, pero hay más gente bajando”, añadió el comunicante.
A continuación, a las 20:09, otra persona de Itaewon informó que había tanta gente en la zona que se estaban cayendo y haciéndose daño. La persona que llamó pidió que se controlara el tráfico, según el registro.
La oleada mortal de gente tuvo lugar justo después de las 10 de la noche.
Este lunes, Oh Seung-jin, director de la división de investigación de delitos violentos de la agencia, dijo que se habían desplegado unos 137 efectivos en Itaewon esa noche, en comparación con los entre 30 y 90 efectivos de años anteriores, antes de la pandemia.
“Para el festival de Halloween de esta vez, como se esperaba que se reuniera mucha gente en Itaewon, entiendo que se preparó poniendo más efectivos policiales que otros años”, dijo Oh.
Sin embargo, la policía presente en el lugar se encargó de reprimir las actividades ilegales, como el consumo de drogas y los abusos sexuales en la zona, “más que de controlar el lugar”, dijo Oh.
Este martes, el primer ministro de Corea del Sur, Han Duck-soo, dijo que la “falta de conocimiento institucional y de consideración para la gestión de las multitudes” fue en parte culpable de la aglomeración de gente.
“Una de las razones fue la falta de conocimiento institucional profundo y de consideración para la gestión de las multitudes. Sin embargo, la policía está investigando”, dijo Han.
“Aunque se hubiera asignado a más agentes (en el lugar), parece que la situación ha sido extrema, ya que no tenemos un sistema de gestión de multitudes, pero tendremos que esperar a la investigación policial para averiguar la causa”, añadió.
En una reunión del gabinete celebrada este martes, el presidente Yoon Suk Yeol instó a la necesidad de establecer sistemas para evitar tragedias similares.
“Además de las calles laterales donde se produjo el gran desastre de esta vez, es necesario establecer medidas de seguridad en los estadios, lugares de actuación, etc., donde se reúnen las multitudes”, dijo, y añadió que el gobierno celebrará pronto una reunión de inspección del sistema de seguridad nacional con los ministros y expertos pertinentes.
