(CNN Español) –– Fue una reunión que marcó la pauta para el nuevo camino de las relaciones entre Colombia y Venezuela: los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro terminaron su encuentro en Caracas ––algo sin precedentes en años–– con un mensaje de unidad. Los líderes se comprometieron a fortalecer y mantener los vínculos entre las dos naciones.
En su declaración conjunta al final de la jornada, Petro invitó a los países de la región a reintegrar a Venezuela. “Queremos invitar a Chile, Ecuador, Bolivia, Perú a que acepten el reintegro de Venezuela a la Comunidad Andina como miembro con todos sus derechos y deberes”, dijo el mandatario colombiano. Y luego solicitó que ese país pueda integrarse al Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
También sostuvo que “es antinatural, en términos más humanos, antihistórico el que Colombia y Venezuela se separen. Ocurrió en un mal momento y no debe ocurrir porque somos el mismo pueblo, lazos de sangre nos juntan”.
En ese sentido, Petro se refirió a los desafíos pendientes en la frontera, que dijo “está en manos de las mafias”.
“Aquí estamos para recomenzar un camino, que es difícil, pero que hay que andar. Ese camino comienza por reconstruir la frontera. La frontera está en manos de las mafias”, apuntó. Y explicó que con Venezuela “vamos a reconstruir incluso las relaciones que había a nivel de inteligencia para poder golpear ya no tanto al obrero del narcotráfico que por ahí anda, si no a los dueños del capital, que son los que casi nunca se han golpeado, que son peligrosos para la estabilización política”
Por su parte, Maduro calificó el encuentro de “fructífero, con buenos resultados”. Incluso, anticipó que “en lo que resta de este año 2022 habrá buenas noticias para ambas poblaciones”. El presidente de Venezuela explicó que durante la reunión se conversó “ampliamente sobre las relaciones comerciales, sobre las relaciones económicas, sobre los nuevos pasos hacia una apertura total y asegurada de las fronteras entre Colombia y Venezuela. Hemos conversado sobre la seguridad y el funcionamiento debido y correspondiente de esa frontera”.
Las apuestas de Petro
La llegada de Petro a Venezuela este martes es clave debido a otra de las grandes apuestas de su gobierno: los diálogos de paz con el ELN, pues Venezuela es sede y país garante de este proceso de paz que se espera inicie en los próximos días.
El 14 de septiembre de 2022, el presidente Gustavo Petro pidió a Maduro ser garante en un eventual proceso de paz con el grupo guerrillero. Una petición a la que Maduro accedió de inmediato.
En los protocolos pactados con el gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018) se estableció que Venezuela era el país acordado para el retorno de los delegados de paz del ELN en caso de que el proceso se rompiera o si necesitaban regresar para hacer consultas con sus tropas.
Y el papel de este país en la paz de Colombia ha sido muy importante. No solo ha sido mediador, sino observador y acompañante en otros intentos de diálogos de paz con grupos armados y los gobiernos de Colombia, como en la paz con las FARC firmada en 2016, en la liberación de secuestrados en la primera década de 2000 y las negociaciones de paz del M-19 en la década de 1990.
La Amazonía, un tema destacado antes de la COP 27
“Hemos conversado sobre los planes para la recuperación del Amazonas, el fortalecimiento de la organización del Tratado Amazónico Suramericano. Hemos conversado sobre la necesidad de llevar una posición común como América del Sur, como América Latina y el Caribe, a la COP 27 en Egipto, y todos los temas del cambio climático como temas fundamentales hoy por hoy, de supervivencia de la especie humana”, dijo Maduro durante la declaración conjunta al final de la reunión con Petro.
Algo sobre lo que el mandatario colombiano insistió en su intervención: “Un esfuerzo común de los países que tenemos responsabilidad sobre la selva amazónica en la COP 27 –– que se reúne la otra semana en Egipto–– es uno de nuestros acuerdos. Que Venezuela nos ayude, nos ayudemos mutuamente. Ojalá Brasil se integre porque es fundamental y determinante a una lucha que tiene que ser de la humanidad, que es la defensa, la revitalización, la recuperación de la selva amazónica como un pilar climático fundamental para la existencia humana”.
Con el retorno de Luíz Inácio Lula Da Silva tras su victoria en las elecciones de Brasil este fin de semana, Petro ha hablado de una “red integrada de energía eléctrica de América con energías limpias” y la “integración económica latinoamericana”, puesto que el bloque latinoamericano ahora ha girado hacia gobiernos de izquierda en su mayoría. Además dijo que la investigación científica y el “rescate” Amazonas será uno de los temas clave con Brasil, una región que también comparte con Venezuela.
Y Diosdado Cabello ha “imaginado” una cumbre donde estén presentes Lula, Petro y Maduro.
Una reunión sin precedentes
Gustavo Petro y su equipo llegaron a Caracas minutos antes de las 2 p.m. para reunirse con Maduro. Esta es la primera reunión de los presidentes desde que el mandatario colombiano llegó a la Casa de Nariño el 7 de agosto.
“El encuentro hace parte del liderazgo del presidente Gustavo Petro para impulsar la economía de la región y socializar su agenda a favor de los intereses del bloque latinoamericano y la protección de la Amazonía, y como parte de las reuniones preliminares a la COP 27”, indicó un comunicado previo de la Presidencia de Colombia al anunciar la reunión.
La reunión ocurrió en un momento clave para la restauración de relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela, justamente una de las apuestas principales del gobierno Petro, con acciones que iniciaron en agosto de este año: primero con el nombramiento de embajadores en los dos países y luego, restableciendo el comercio fronterizo, cerrado durante años.
La última vez que presidentes de los dos países se reunieron fue en agosto de 2016 cuando Maduro y el entonces presidente Juan Manuel Santos se reunieron en Puerto Ordaz, Venezuela, en una reunión privada con sus respectivas cancilleres, María Ángela Holguín y Delcy Rodríguez.
Para ese momento de la reunión de Santos y Maduro, ya había pasado un año del cierre de fronteras, en una decisión de Venezuela tras un enfrentamiento entre fuerzas de seguridad venezolanas y civiles, que Maduro atribuyó al “paramilitarismo” en Colombia y por el cual culpó al expresidente Uribe, que en su momento negó las acusaciones.
Venezuela también deportó a más de 1.000 ciudadanos colombianos que vivían en territorio venezolano en el marco de esta crisis.
Se espera que esta reunión sea un paso más hacia la recuperación de las relaciones de los dos países, que estuvieron en su peor momento en los últimos cuatro años, especialmente en 2019 cuando activistas opositores intentaron enviar camiones de ayuda desde Colombia. El gobierno de Maduro dijo que era una fachada para un intento de golpe de Estado, reportó Reuters.