(CNN) – Por muy sabroso que parezca, debes abstenerte de lamer el sapo del desierto de Sonora, advirtió el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos (NPS por sus siglas en inglés).
El martes, el NPS advirtió en Facebook a los transeúntes que tuvieran cuidado con el sapo del desierto de Sonora, también conocido como sapo del río Colorado.
El anfibio es uno de los sapos más grandes que se encuentran en América del Norte, ya que mide hasta 18 cm, según la publicación de Facebook. El sonido que emite es un característico “chillido de tono bajo”, dice el NPS.
Pero estos sapos, que se encuentran en todo el suroeste de Estados Unidos, también tienen otra característica única: tienen “glándulas parótidas prominentes que segregan una potente toxina”, de acuerdo con el NPS. Las glándulas parótidas están situadas justo detrás de los ojos del sapo.
Estas toxinas pueden enfermar a los humanos si tocan el sapo o se meten uno en la boca.
Por ello, el servicio recomienda a las personas que se encuentren con el sapo que “se abstengan de lamerlo”.
Las toxinas del sapo son especialmente peligrosas para otros animales. Las toxinas emitidas por un sapo del desierto de Sonora pueden ser suficientes para matar a un perro adulto, según el Museo del Desierto de Arizona-Sonora, un zoológico acreditado por la Asociación de Zoológicos y Acuarios.
Pero, entre los humanos, las toxinas se han explotado con otros fines. Cuando se fuman, las toxinas son un potente psicodélico, de acuerdo con el Zoológico de Oakland, también acreditado por la Asociación de Zoológicos y Acuarios.
Fumar las secreciones del sapo del desierto de Sonora provoca euforia y fuertes alucinaciones auditivas, dice el zoológico de Oakland.
Poseer el veneno del sapo, conocido como bufotenina, es ilegal en California, según el zoológico.