Londres (CNN) – Si alguna vez te has preguntado de dónde proviene el agua de la Tierra, una nueva investigación sobre un meteorito que cayó en el patio delantero de una familia en Inglaterra el año pasado podría tener la respuesta.
Los investigadores del Museo de Historia Natural de Londres y de la Universidad de Glasgow, en Escocia, estudiaron un meteorito encontrado en la localidad de Winchcombe, en Gloucestershire, y descubrieron que contenía agua similar a la que se encuentra en la Tierra.
“Es una ventana cristalina a nuestro sistema solar primitivo”, dijo este jueves a CNN Luke Daly, coautor del estudio y profesor de Geociencia Planetaria en la Universidad de Glasgow.
El estudio publicado este miércoles en la revista académica Science Advances revela que las rocas extraterrestres pueden haber traído componentes químicos vitales, como el agua, a nuestro planeta hace miles de millones de años, dando pie a los océanos y toda la vida en la Tierra.
Aproximadamente el 71% de la superficie de la Tierra está cubierta de agua, y los océanos contienen alrededor del 96,5% de toda el agua, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Las imágenes y el análisis químico del meteorito de Winchcombe revelaron que contiene alrededor de un 11% de agua y un 2% de carbono en peso, lo que lo convierte en el primero de este tipo encontrado en el Reino Unido.
El equipo, que midió la proporción de isótopos de hidrógeno en el agua, descubrió que se parecía mucho a la composición del agua en la Tierra, según un comunicado de prensa del Museo de Historia Natural.
En los extractos de la roca también se encontraron aminoácidos extraterrestres, lo que la convierte en la prueba más sólida de que el agua y el material orgánico llegaron al planeta a través de asteroides como el que se desprendió de Winchcombe.
El meteorito fue identificado como una condrita carbonosa CM, un tipo de meteorito pétreo que contiene una alta composición de componentes que preceden a la formación del sistema solar.
El meteorito fue recuperado a las 12 horas de su aterrizaje con la ayuda de la UK Fireball Alliance, una organización cuyo objetivo es recuperar meteoritos recién caídos en el Reino Unido, por lo que tuvo muy poco tiempo para ser alterado por la atmósfera terrestre.
“Sabemos que (esto significa) que todo lo que hay en su interior es 100% extraterrestre, incluyendo el 11% de agua que contiene”, dijo Daly.
“La mayoría de las condritas CM tienen agua ‘parecida a la de la Tierra’, pero estas rocas se alteran y degradan a los pocos días (o) semanas de estar en la Tierra, por lo que podrían ser solo parecidas a la Tierra porque absorbieron agua de lluvia o algo similar”, explicó.
Natasha Almeida, conservadora de meteoritos en el Museo de Historia Natural y coautora del estudio, dijo en un comunicado este miércoles que el “espécimen increíblemente fresco seguirá siendo uno de los meteoritos más prístinos de las colecciones de todo el mundo”.
Daly considera que fue una suerte el hallazgo del meteorito de Winchcombe. Su tamaño de apenas una pelota de baloncesto implica que si hubiera viajado a otra velocidad o en un ángulo diferente, se habría quemado todo.
También afirma que fue una gran colaboración de la red de cosmoquímica del Reino Unido que “se unió para darlo todo en el estudio de esta roca”.
Aunque este trabajo es el primero de los muchos que se están preparando sobre el meteorito, Daly asegura que los mantendrá ocupados durante años. “Seguro que hay muchas más historias y secretos que guarda esta piedra tan especial”, añadió.