(CNN) – El presidente del Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE) rechazó este miércoles la solicitud de Jair Bolsonaro, presidente saliente, para impugnar los resultados de la segunda vuelta electoral y anular algunas papeletas.
Alexandre De Moraes, cabeza del TSE, calificó de “ridícula e ilícita” la solicitud. En su documento de decisión también dijo que la petición es “aparentemente conspirativa hacia el estado democrático de derecho”. En ese sentido, destacó que todos los modelos de papeletas electrónicas son “perfectamente identificables de forma clara, segura e integral”.
Este martes, el Partido Liberal de Bolsonaro presentó ante las autoridades electorales un recurso que impugnó formalmente los resultados de las votaciones que el mandatario perdió ante Luiz Inácio Lula da Silva. De ahí que Moraes condenara al Partido Liberal a una multa de 22.000.000 de reales (alrededor de US$ 4.000.000) por “litigio de mala fe”.
En su solicitud, Bolsonaro y el líder de su partido político alegan que algunas máquinas de votación fallaron y, por lo tanto, los votos emitidos a través de ellas deberían anularse. Citando un análisis realizado por una empresa contratada por el partido de Bolsonaro, la denuncia también alega que con la sustracción de esos votos, el mandatario habría ganado las elecciones.
Las autoridades electorales anunciaron a Luiz Inácio Lula da Silva como el ganador de las elecciones presidenciales pocas horas después del cierre de las urnas el 30 de octubre. La toma de posesión de Lula está programada para el 1 de enero en Brasilia.
Las autoridades electorales respondieron el martes a la petición diciendo que dado que se usaron las mismas máquinas de votación en la primera vuelta de las elecciones, Bolsonaro y su partido deben modificar su denuncia para incluir esos resultados a fin de que el proceso llegue a los tribunales, informó la afiliada de CNN Brasil.
Alexandre Moraes, presidente del Tribunal Supremo Electoral, dio 24 horas a los peticionarios para modificar su solicitud.
La decisión también se produjo pocas horas después de una conferencia de prensa realizada por el Partido Liberal de Bolsonaro para reafirmar su sospecha de que una gran cantidad de papeletas utilizadas en la segunda vuelta de las elecciones podrían estar sujetas a error.
Las acaloradas elecciones del mes pasado se produjeron en medio de un clima político tenso y polarizado en Brasil, que ha estado luchando contra la alta inflación, el crecimiento limitado y el aumento de la pobreza.
Lula da Silva recibió más de 60 millones de votos, según el recuento final de la autoridad electoral: la mayor cantidad en la historia de Brasil al punto de romper su propio récord de 2006.
Con información de Julia Vargas Jones, de CNN