(CNN) – Después de las protestas sin precedentes en China, varias ciudades han relajado algunas de las restricciones por el covid-19 y un alto funcionario sugirió un enfoque más suave para controlar el virus, lo que lleva a especular con que el fin de la política de cero covid podría estar cerca.
El funcionario de mayor rango de China a cargo de la respuesta ante el covid dijo a funcionarios de salud este miércoles que una “nueva etapa y misión” en la respuesta a la pandemia se debe a “la toxicidad decreciente” de la variante Omicron, el aumento de las vacunas aplicadas y la “experiencia acumulada” en el combate contra el virus, según la agencia estatal de noticias Xinhua.
Los comentarios del viceprimer ministro Sun Chunlan, que no incluyeron ninguna mención a la política de cero covid, se produjeron después de que la ira por la estrategia cada vez más costosa de Beijing de pruebas masivas, cuarentenas forzadas y cierres llevaron a miles de manifestantes a las calles de las principales ciudades.
A medida que las protestas crecían, muchos también exigieron mayores libertades políticas, y algunos incluso pidieron la destitución del líder chino Xi Jinping.
Las protestas a una escala tan grande son muy inusuales en China. Si bien las manifestaciones a nivel local ocurren periódicamente, las protestas actuales fueron las más generalizadas desde el movimiento prodemocrático de la Plaza de Tiananmen de 1989.
El gobierno de China tomó medidas enérgicas rápidamente, desplegando policías en sitios clave de protesta, llamando a los manifestantes con advertencias y endureciendo la censura en línea.
Esto es lo que sabemos.
¿Qué hay detrás de las protestas en China?
Las manifestaciones fueron desencadenadas por un incendio mortal ocurrido el 24 de noviembre en Urumqi, la capital de la región occidental de Xinjiang. El incendio mató al menos a 10 personas e hirió a nueve en un edificio de apartamentos, lo que provocó la furia general después de que los videos del incidente mostraran que las medidas de cierre habían retrasado la llegada de los bomberos para asistir a las víctimas.
La ciudad había estado cerrada durante más de 100 días, durante los cuales los residentes no pudieron abandonar la región y se vieron obligados a quedarse en casa.
Los videos mostraron a los residentes de Urumqi marchando hacia un edificio gubernamental y cantando por el fin del cierre este viernes. A la mañana siguiente, el gobierno local dijo que levantaría el confinamiento por etapas, pero no brindó un marco de tiempo claro ni abordó las protestas.
Eso no logró sofocar la ira pública y las protestas se extendieron rápidamente más allá de Xinjiang, generando que los residentes de ciudades y universidades de toda China también tomaran las calles.
¿Dónde son las protestas?
Hasta el momento, CNN ha verificado 23 manifestaciones desde este sábado en 17 ciudades chinas, incluida la capital, Beijing, y el centro financiero de Shanghái.
Este sábado en Shanghái cientos de personas se reunieron para una vigilia con velas en la calle Urumqi, llamada así por la ciudad de Xinjiang, para llorar a las víctimas del incendio. Muchos levantaron hojas de papel en blanco, una protesta simbólica contra la censura, y corearon: “Se necesitan derechos humanos, se necesita libertad”.
Algunos también le gritaron a Xi que “dimitiera” y cantaron “La Internacional”, un himno socialista utilizado como un llamado a la acción en manifestaciones en todo el mundo durante más de un siglo. También se cantó a favor de la democracia en la Plaza de Tiananmen en Beijing antes de la brutal represión de las tropas armadas en 1989.
Para el domingo por la noche, las manifestaciones masivas se habían extendido a Beijing, Chengdu, Guangzhou y Wuhan, donde miles de residentes pidieron no solo el fin de las restricciones por el covid, sino, lo que es más notable, por las libertades políticas. Los residentes de algunos barrios cerrados derribaron las barreras y salieron a las calles.
También se produjeron protestas en los campus universitarios, incluidas las prestigiosas instituciones de la Universidad de Pekín y la Universidad de Tsinghua en Beijing, y la Universidad de Comunicación de China, Nanjing.
En Hong Kong, donde se utilizó una ley de seguridad nacional impuesta por Beijing en 2020 para sofocar a la disidencia, decenas de personas se reunieron el lunes por la noche en el distrito central de la ciudad para una vigilia. Algunos sostenían hojas de papel en blanco, mientras que otros dejaban flores y sostenían carteles conmemorativos de los muertos en el incendio de Urumqi.
¿Qué significa esto para la política de cero covid?
Los comentarios del viceprimer ministro Sun este miércoles sobre la “nueva etapa y misión” de China en el control de la pandemia se produjeron solo un día después de que la Comisión Nacional de Salud (NHC) del país dijera que la rectificación de las medidas actuales contra la pandemia está en marcha, y que los gobiernos locales deberían “responder y resolver las demandas razonables” de manera oportuna.
En una reunión con el NHC este miércoles, Sun también afirmó que se debe adoptar un “enfoque centrado en el ser humano” y que China debe mejorar sus medidas de “diagnóstico, prueba, tratamiento y cuarentena”, y continuar aumentando las tasas de vacunación, especialmente entre las personas mayores y fortalecer los recursos médicos.
Los expertos dijeron anteriormente que se necesitaban tasas de vacunación más altas entre los ancianos antes de cualquier posible relajación de las restricciones.
En una conferencia de prensa del Consejo de Estado este martes, altos funcionarios de salud parecieron reconocer las dificultades causadas por los cierres y dijeron que, a largo plazo, “pueden causar ansiedad y dificultades en la vida”.
El portavoz del NHC, Mi Feng, dijo que las políticas de covid se estaban rectificando para incluir el levantamiento de los bloqueos “lo más rápido posible” para reducir los inconvenientes.
En los últimos días, al menos seis ciudades de China, incluida Beijing, han realizado cambios en sus políticas de covid-19, en algunos casos levantando los bloqueos, suavizando los requisitos de cuarentena y eliminando las pruebas masivas, según la agencia de noticias estatal Xinhua.
Desde este lunes, la cantidad de casos de covid informados diariamente en China ha disminuido, según datos del NHC.
¿Por qué son importantes estas protestas?
Las protestas públicas son extremadamente raras en China, donde el Partido Comunista reforzó su control sobre todos los aspectos de la vida, lanzó una represión radical contra la disidencia, eliminó a gran parte de la sociedad civil y construyó un estado de vigilancia con alta tecnología.
El sistema de vigilancia masiva es aún más estricto en Xinjiang, donde el gobierno chino está acusado de detener hasta 2 millones de uigures y a otras minorías étnicas en campamentos donde los ex detenidos denunciaron que fueron abusados física y sexualmente.
Un informe condenatorio de las Naciones Unidas del mes de septiembre detalló la red de vigilancia “invasiva” de la región, con bases de datos policiales que contienen cientos de miles de archivos con datos biométricos, como escaneos faciales y oculares.
China ha negado repetidamente las acusaciones de abusos contra los derechos humanos en la región.
Si bien hay protestas en China, éstas rara vez ocurren en la escala actual o apuntan tan directamente al Gobierno central y al líder de la nación, dijo Maria Repnikova, profesora asociada en la Universidad Estatal de Georgia que estudia política y medios chinos.
“Este es un tipo diferente de protesta en relación a las protestas más localizadas que hemos visto de forma recurrente en las últimas dos décadas, que tienden a centrar sus reclamos y demandas en funcionarios locales y en cuestiones sociales y económicas muy específicas”, dijo. En cambio, esta vez las protestas se han ampliado para incluir “la expresión más aguda de las quejas políticas junto con las preocupaciones sobre los bloqueos por el covid-19”.
Hubo señales crecientes en los últimos meses de que a la sociedad se le acaba la paciencia con respecto a la política de covid cero, después de casi tres años de dificultades económicas y trastornos en la vida diaria.
En octubre estallaron focos aislados de protestas, con lemas anti covid cero que aparecieron en las paredes de los baños públicos y en varias ciudades chinas, inspirados en una pancarta colgada por un manifestante solitario en un paso elevado en Beijing pocos días antes de que Xi lograra un tercer término en el poder.
A principios de noviembre, se llevaron a cabo protestas más grandes en Guangzhou, en las que los residentes desafiaron las órdenes de confinamiento, derribaron las barreras y vitorearon mientras salían a las calles.
¿Cómo han reaccionado las autoridades?
Si bien las protestas en varias partes de China parecen haberse dispersado mayormente de forma pacífica durante el fin de semana, las autoridades respondieron con más fuerza en algunas ciudades este lunes y martes, inundando de agentes los lugares de protesta para disuadir a la gente de reunirse.
Las autoridades de algunas ciudades también adoptaron tácticas de vigilancia, como las utilizadas en Xinjiang, para intimidar a quienes se manifestaron durante el fin de semana.
En lo que pareció ser la primera respuesta oficial, aunque velada, a las protestas, el jefe de Seguridad Nacional de China prometió en una reunión este martes “mantener de manera efectiva la estabilidad social general”.
Sin mencionar las manifestaciones, Chen Wenqing instó a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley a “buscar resueltamente las actividades de infiltración y sabotaje de fuerzas hostiles, así como los actos ilegales y criminales que perturban el orden social”, informó Xinhua.
El duro lenguaje puede indicar que se avecina una eventual represión estatal.
¿Cómo ha respondido el mundo?
En los últimos días, se han realizado vigilias y manifestaciones en solidaridad con los manifestantes de China en todo el mundo, incluidos Reino Unido, Canadá, Australia, Estados Unidos y Malasia.
Las organizaciones extranjeras también expresaron su apoyo a los manifestantes y criticaron la respuesta de Beijing.
“Estamos observando esto de cerca, como es de esperar”, dijo este lunes John Kirby, coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. “Seguimos de pie y apoyando el derecho a la protesta pacífica”.
El secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, dijo a los periodistas que el Gobierno chino debería “escuchar las voces de su propio pueblo… cuando dicen que no están contentos con las restricciones que se les imponen”.
La Unión Europea de Radiodifusión también dijo este lunes que condenaba “la intimidación y la agresión intolerable” dirigidas contra los periodistas en China, en una aparente referencia a los periodistas extranjeros que fueron detenidos durante las protestas.
Nectar Gan, Wayne Chang, Selina Wang, Bex Wright, Ivan Watson y Philip Wang de CNN contribuyeron con este reportaje.