(CNN) – La salida abrupta y poco preparada de China de la estrategia de cero covid podría provocar casi 1 millón de muertes, según un nuevo estudio, mientras el país se prepara para una ola de contagios sin precedentes que se extendería desde sus ciudades más grandes a sus vastas áreas rurales.
Durante casi tres años, el gobierno chino ha utilizado confinamientos estrictos, cuarentenas centralizadas, pruebas masivas y un riguroso rastreo de contactos para frenar la propagación del virus. Esa costosa estrategia se abandonó a principios de este mes, luego de una explosión de protestas en todo el país contra las estrictas restricciones que han trastornado los negocios y la vida cotidiana.
Pero los expertos han advertido que el país está mal preparado para una salida tan drástica, ya que no logró reforzar la tasa de vacunación de los ancianos, aumentar la capacidad de cuidados intensivos en los hospitales y almacenar medicamentos antivirales.
En las condiciones actuales, una reapertura a nivel nacional podría resultar en hasta 684 muertes por millón de personas, según las proyecciones de tres profesores de la Universidad de Hong Kong.
Dado que la población de China es de 1.400 millones de personas, eso equivaldría a 964.400 muertes.
El aumento de infecciones “probablemente sobrecargaría muchos sistemas de salud locales en todo el país”, dijo el documento de investigación, publicado la semana pasada en el servidor de preimpresión de Medrxiv y que aún no se ha sometido a una revisión por pares.
El levantamiento simultáneo de las restricciones en todas las provincias generaría demandas de hospitalización de 1,5 a 2,5 veces la capacidad hospitalaria máxima, según el estudio.
Pero este peor escenario podría evitarse si China implementa rápidamente la aplicación de vacunas de refuerzo y medicamentos antivirales.
Con una cobertura de vacunación de cuarta dosis del 85% y una cobertura antiviral del 60%, el número de muertes puede reducirse entre un 26% y un 35%, según el estudio, financiado en parte por el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y el gobierno de Hong Kong.
El lunes, las autoridades sanitarias chinas anunciaron dos muertes por covid, ambas en la capital, Beijing, que está lidiando con su peor brote desde el comienzo de la pandemia.
Fueron las primeras muertes reportadas oficialmente desde la dramática relajación de las restricciones el 7 de diciembre, aunque las publicaciones en las redes sociales chinas han señalado un aumento en la demanda en las funerarias y crematorios de Beijing en las últimas semanas.
Un empleado de una funeraria en las afueras de Beijing le dijo a CNN que estaban abrumados por las largas colas para la cremación y que los clientes tendrían que esperar al menos hasta el día siguiente para cremar a sus seres queridos.
En Baidu, el principal motor de búsqueda en línea de China, las búsquedas de “funerarias” por parte de los residentes de Beijing han alcanzado un récord desde que comenzó la pandemia.
Otras ciudades importantes también se enfrentan a un aumento de infecciones. En el centro financiero de Shanghái, las escuelas trasladaron la mayoría de las clases en línea a partir del lunes. En la metrópolis sureña de Guangzhou, las autoridades han dicho a los estudiantes que ya están tomando clases en línea y a los preescolares que no se preparen para el regreso a las aulas.
Por el contrario, en la megaciudad de Chongqing, en el suroeste, las autoridades anunciaron el domingo que los trabajadores del sector público que dieron positivo por covid pueden ir a trabajar “como de costumbre”, un cambio notable para una ciudad que hace solo unas semanas había estado en medio de un confinamiento masivo.
Es difícil juzgar la verdadera escala del brote por cifras oficiales. China dejó de informar casos asintomáticos la semana pasada y admitió que ya no era posible rastrear la cantidad real de infecciones. Estos casos asintomáticos solían representar la mayor parte de los casos oficiales del país. Pero el resto del recuento de casos también ha perdido sentido, ya que las ciudades redujeron las pruebas masivas y permitieron que las personas usen pruebas de antígeno y se aíslen en casa.
Los expertos chinos han advertido que lo peor está por venir. Wu Zunyou, epidemiólogo en jefe de los CDC chinos, dijo que el país está siendo golpeado por la primera de las tres oleadas de infecciones esperadas este invierno.
Hablando en una conferencia en Beijing el sábado, Wu dijo que la ola actual duraría hasta mediados de enero. Se espera que la segunda ola dure desde fines de enero hasta mediados de febrero del próximo año, provocada por los viajes masivos antes del feriado del Año Nuevo Lunar, que cae el 21 de enero.
Cada año, cientos de millones de personas que han dejado sus pueblos de origen para construir una vida en las ciudades de rápido crecimiento de China se suben a los trenes, autobuses y aviones para ver a su familia, una carrera de viajes de varias semanas conocida como la mayor migración humana anual en la Tierra.
Durante tres años consecutivos, las autoridades han desalentado estos viajes bajo la política de cero covid. Y los expertos advierten que con el levantamiento de las restricciones de viajes nacionales, el virus podría extenderse por el campo de China, donde las tasas de vacunación son más bajas y faltan recursos médicos.
Una tercera ola de casos se extendería desde finales de febrero hasta mediados de marzo cuando las personas regresaran a trabajar después de la semana de vacaciones, dijo Wu.