(CNN) – Una rehabilitadora de vida silvestre de Texas cuidó a más de 1.600 murciélagos congelados para que recuperaran la salud en su ático después de que muchos de ellos cayeron de sus refugios durante las bajas temperaturas de Houston la semana pasada.
Mary Warwick, directora de vida silvestre de Houston Humane Society, le dijo a CNN que ha estado trabajando con murciélagos desde 2019, cuando otra ola de frío hizo que los murciélagos de Houston se cayeran de sus refugios. Pero nunca antes había organizado una operación de rescate tan grande.
El 21 de diciembre, las temperaturas en Houston bajaron de los 60 grados Farenheit (15 grados Celsius) durante el día a los 22 grados Farenheit (15 grados Celsius) por la noche. “Esa es una fuerte caída en la temperatura de los murciélagos”, explicó Warwick. El área de Houston alberga ocho especies de murciélagos, incluidos los diminutos murciélagos mexicanos de cola libre que se posan debajo de varios puentes de la ciudad.
“A medida que bajaba la temperatura de su cuerpo, ya no podían sostenerse dentro de la cavidad del puente”, dijo Warwick. “Algunos de ellos comenzaron a tener tanta hipotermia que perdieron el equilibrio y se cayeron”.
Warwick estaba haciendo diligencias cuando se dio cuenta de que no había recibido ninguna llamada sobre murciélagos que necesitaran ayuda, lo cual era inusual dado el clima frío. Se dirigió a uno de los puentes de Houston “y vio pequeños puntos en el suelo”, dijo.
“Había alrededor de 138 murciélagos que se habían vuelto hipotérmicos”, continuó. “Parecían muertos”.
Se puso a trabajar recogiendo los diminutos murciélagos en una caja en su auto, donde usó el calentador del asiento para comenzar a calentarlos. “Vivo a unos 40 minutos del puente y, a los 20 minutos, ya estaban empezando a moverse, lo que me dio mucha esperanza”, dijo.
Warwick regresó esa noche para recoger otros 50 murciélagos congelados. Luego recibió una llamada de alguien que había encontrado 920 murciélagos más que necesitaban ayuda.
En su casa, Warwick clasificó a los murciélagos para determinar cuáles seguían vivos y cuáles habían muerto, ya sea por el frío o por la caída al suelo. Los puso en incubadoras para elevar la temperatura de sus cuerpos y luego les administró líquidos por vía subcutánea.
Pero cuidar de más de 1.000 murciélagos fue abrumador. Así que se acercó a Bat World Sanctuary, una organización sin fines de lucro con sede en el norte de Texas. Bat World no pudo acomodar a un contingente tan grande de murciélagos, pero ayudaron a Warwick a idear un plan de batalla para cuidar a las criaturas congeladas.
“Decidimos que una vez que los estabilizara, podría ponerlos en mi ático, donde está fresco pero no helado, y eso reduciría su metabolismo para que no necesitaran comer, pero beberían agua”, explicó.
Así que Warwick dividió a los murciélagos, usando cajas para mantener unida a cada colonia, y los dejó en su ático para que descansaran y recuperaran sus fuerzas. Varios otros ciudadanos locales también llamaron a los murciélagos que necesitaban ser rescatados, elevando el total a 1.602 murciélagos en recuperación en el hospital de murciélagos improvisado de Warwick. Pasaron alrededor de tres días en total en su ático, dijo.
Solo 115 murciélagos recolectados murieron, según Warwick. “Estaba muy feliz con eso”, dijo. “Especialmente la caída inicial, debe ser una caída dura, caer 20 pies (6 metros) desde el puente. Es notable que estos pequeños puedan lograrlo”.
Y el miércoles, con la estabilización de las temperaturas en Houston, la mayoría de los murciélagos fueron devueltos a los puentes de donde procedían. Algunos todavía lucharon por volar correctamente y fueron devueltos al ático, donde Warwick dijo que recibirán “cuidado de apoyo adicional”.
Warwick y otros ayudantes de la sociedad protectora de animales alquilaron una grúa elevadora de tijera para llevar a los murciélagos lo más cerca posible de su área de descanso debajo del puente. “Queríamos que los murciélagos tuvieran la mejor oportunidad de oír y ver, motivados por sus amigos”, explicó. “Son muy sociables, en realidad tienen amigos allá arriba, conocen sus chirridos”.
Warwick dijo que le gusta cuidar murciélagos en parte porque “son muy pequeños, diminutos y dulces”.
Warwick y otros rehabilitadores que trabajan con murciélagos están vacunados contra la rabia para que puedan trabajar con seguridad con los animales, explicó. La Sociedad Protectora de Animales de Houston recomienda que las personas que intentan rescatar murciélagos usen guantes de cuero grueso o eviten tocarlos en absoluto.
Los murciélagos son un elemento crucial en el ecosistema de Houston, agregó Warwick. Se alimentan de mosquitos e insectos que comen cultivos y también actúan como una importante fuente de alimento para halcones y otros depredadores.
Houston Humane Society actualmente está recaudando fondos para una nueva instalación que incluirá una sala de baño dedicada, dijo.
“Nos hemos mudado a su territorio, donde viven”, dijo. “Es importante para nosotros cuidarlos”.