(CNN) – La política más reciente del Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que afecta a nicaragüenses, cubanos y haitianos destaca la importancia de la relación entre EE.UU. y México cuando se trata de abordar la inmigración.
La expansión del Título 42 para incluir más nacionalidades, por ejemplo, dependió en gran medida de la aceptación de México, ya que significa que más personas serán devueltas a ese país.
Los funcionarios de Seguridad Nacional de Estados Unidos han enfatizado repetidamente la coordinación con México en los esfuerzos para detener el flujo migratorio hacia la frontera sur de EE.UU. a través de patrullaje y el intercambio de información.
“Es de esperar que el viaje (a México) del presidente (Biden) revitalice esas discusiones”, dijo un funcionario de Seguridad Nacional a CNN.
Durante la reunión que Biden y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tuvieron en julio pasado, el presidente estadounidense describió la relación como “fuerte y productiva”.
Si bien Estados Unidos y México han trabajado juntos en el tema, Biden y López Obrador tienen una relación a veces tensa. Eso salió a la luz pública cuando López Obrador optó por saltarse la Cumbre de las Américas, una reunión organizada por Estados Unidos, el año pasado, citando la decisión de Estados Unidos de no invitar a Nicaragua, Cuba y Venezuela.
López Obrador también criticó recientemente a EE.UU. por “respaldar” la destitución del expresidente de Perú, Pedro Castillo. El mes pasado, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, dijo que Washington rechaza “categóricamente” “cualquier acto que socave la democracia” y “contradiga la constitución de Perú”, después de que Castillo intentara disolver el Congreso peruano. Posteriormente, Castillo fue destituido.
Los expertos dicen que López Obrador, conocido por el acrónimo AMLO, ha tratado de afirmarse como un igual ante EE.UU., una dinámica que puede estar en juego durante la cumbre de Líderes de América del Norte de esta semana en Ciudad de México.
“AMLO intentará reafirmarse. Él entiende que Estados Unidos tiene poder. Coquetea con la presión retórica, pero no se pasa del límite”, dijo Andrew Selee, presidente del Instituto de Política Migratoria, y enfatizó que todavía es una relación funcional.
Apenas unos días antes de la cumbre, donde se espera que el narcotráfico sea también uno de los temas de discusión, las autoridades mexicanas arrestaron a Ovidio Guzmán, hijo del notorio narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Cuando se le preguntó qué pasos le gustaría a Estados Unidos que México tomara para reducir el tráfico y el contrabando de fentanilo, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., John Kirby, dijo que no quería “adelantarse a la cumbre”, pero aplaudió el arresto de Guzmán, presunto traficante clave de fentanilo.
“Ese no es un logro insignificante de las autoridades mexicanas y ciertamente estamos agradecidos por eso. Así que continuaremos trabajando con ellos al unísono para ver qué podemos hacer juntos para tratar de limitar ese flujo, pero es significativo”, dijo Kirby.