(CNN Español) – Si hay un día de la semana que genere poca devoción, bien podría ser el lunes. Es la jornada en que muchos retoman sus actividades y regresan a la rutina tras un fin de semana de descanso. De ahí que para algunos se presente como una cuesta arriba.
Ahora bien, existe un lunes que aúna lo peor de todos los otros y se le conoce como Blue Monday. El concepto, que tiene su origen en una campaña de marketing británica en 2005, sitúa el día más deprimente del año en el tercer lunes de enero.
No obstante, tal y como señala Mercedes Bermejo, psicóloga y vocal del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, este día “se determinó sin ningún tipo de evidencia científica con base en una fórmula planteada por diferentes variables que tienen que ver con la vuelta de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, la suma de los gastos y excesos durante las festividades, así como las condiciones climatológicas”.
En resumen, el valor negativo conferido a esta jornada no es real. Aunque sí existen los periodos en que uno puede experimentar estados de tristeza con más probabilidad.
“A mí este tiempo me pone muy triste. Enero, sobre todo, porque no hay luz”, nos confiesa Irene, residente de Madrid, cuando la paramos en el centro de Madrid y le preguntamos qué es lo que le pone triste. A Alberto, original de Albacete, le entristece estar lejos de su familia, ya que viven en ciudades diferentes.
“Muchos estudios sí que hablan de que el clima y el entorno influyen en el estado de ánimo. Así como las vacaciones, así como cuando conseguimos nuestros objetivos. También a nivel económico, todos sabemos que la cuesta de enero es complicada”, afirma Bermejo en consonancia con la opinión de Irene.
A pesar de su mala fama, Bermejo recalca que la tristeza es una emoción normal, incluso necesaria ya que “la felicidad extrema y constante no existe, nuestro estado de ánimo fluctúa”. Según afirma, los psicólogos se encuentran muchas veces en sus consultas con pacientes que han aprendido en su entorno a rehuir este sentimiento, a prohibirlo y no exteriorizarlo. Algo que recomienda evitar, pues esta “nos permite conectar con nosotros mismos, estar en nuestros propios duelos y en paz, en calma. Estos estados emocionales ayudan a que estemos mucho más calmados y desahogados cuando tenemos que disfrutar de otras emociones más agradables como la alegría”.
¿Cómo sobrellevar la tristeza?
Preguntando por el centro de Madrid, las respuestas se demuestran variadas. Marta, residente de la capital española, confiesa que cuando se siente alicaída se decanta por comer algo dulce; mientras que su pareja, Adrián, opta por improvisar algún plan que le obligue a salir de casa. Mariano, otro de los ciudadanos a quien encuestamos, prefiere subir el ánimo viendo a sus amigos y seres queridos.
En ese sentido, Bermejo señala que lo importante cuando nos abrume la tristeza es enterrar el tabú y “promover los espacios donde haya una comunicación emocional, no solo de emociones agradables sino también desagradables”.
Como primer paso, la psicóloga recomienda tomar conciencia de cómo uno se siente y, posteriormente, buscar aquel lugar o espacio “donde pueda expresarlo y donde pueda encontrar también el consuelo para luego estar en otros estados más agradables”.
Nota del editor: este artículo fue publicado originalmente en 2023.